12 contra 1

¡No me insultes!

Antes de que Dai tuviera que ir a la corte, Abby y Monique se tomaron la tarea de preparar a sus hijos, Tobías y Maurice, quienes iban a testificar a favor de él, ya que después de todo no era la mala persona que Linda decía.

En casa de Abby, ella tenía desde ya hace casi una hora a Tobías leyendo unos papeles que ella misma había escrito sobre lo que el chico debía responder y se los estaba aprendiendo de memoria para que no hubieran errores en su testimonio.

- listo mamá - fue con ella - ya me aprendí las primeras 82 líneas, solo me faltan estas últimas tres páginas  - dijo como si nada.

- muy bien Tobby, repasa repasa que ya vendrá tu papá a ver cómo va todo - al decir eso último hizo mala cara inevitablemente.

- ¿por qué va a venir? - se extrañó, ya que la última vez que él había llegado habían volado un par de sillas de la pelea que tuvo con Abby - ¿será seguro?

- claro que no es algo que yo quiero pero es por Dai, tu tío y mi hermano... - lo miró a los ojos

- la verdad esto está muy raro, toda la vida has dicho que tú y el tío Dai no se llevan bien, y es más, sus hijos no saben que eres su tía, ¿por qué ayudarlo entonces?

- porque los hermanos, aunque peleen mucho, siempre están para ayudarse - dijo como respuesta - ahora sigue repasando que aún te falta memorizar lo demás - se fue a arreglar muy bien para cuando Roger llegara.

- si tú lo dices - suspiró - no puedo contradecirte ya que nunca he tenido hermanos, bueno, más o menos pero Ronrito no cuenta.

- claro que cuenta - Abby suspiró al recordar a ese bebé - en fin, céntrate en lo que está sucediendo ahora y por cierto, por ninguna razón menciones a ese niño frente a tu papá, no traerá nada bueno.

- sí mamá - repasó las páginas que debía memorizar.

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Mientras tanto, en casa de los Abreu:

- ¡niños, basta! - Monique estaba muy irritable ya que le dolía la cabeza de tanto regañar a sus hijos, porque su vida era pasar discutiendo - llamaré a su papá si siguen en ese plan... aparte de que tú - miró a Maurice - tienes un punto que defender, así que practiquemos lo que dirás en la corte.

- pero mamá, no me he aprendido nada - se preocupó.

- no necesitas aprenderlo, simplemente debes ser sincero en lo que dices, y de eso dependerá que el juez te crea o no...

- creo que la sinceridad no está en su vocabulario - Wallace negó con la cabeza.

- ¡tú cállate adoptado! - gritó molesto.

- ¡Mau! - eso hizo a su mamá enojarse más - Maurice por favor, tómate esto con seriedad, ¿acaso el colegio militar no te parece suficiente?

- ¡no iré ahí! - gritó haciendo mucho escándalo.

- sí irás - dijo Russel mientras jugaba con sus carritos en el piso - y te pegarán y te violarán muchas veces.

- Russel basta - Monique empezaba a darse por vencida con ellos - basta si no quieres que te enviemos a ti también.

- no creo que esa escuela sea como una cárcel - opinó Wallace.

- claro que no lo es - dijo Dean, quien iba llegando - pero si siguen perdiendo el tiempo y distrayendo a Mau, probablemente el papá de Awamo sí se quede en una.

Como Dean llegó, no les quedó de otra más que hacer caso.

- bien... - dijo Monique y se acercó a Maurice - te haré unas cuantas preguntas y tú me las respondes, imagina que soy el juez, ¿sí?