En Galaxy Pink, las niñas se encontraban muy tranquilas mientras les hacían peinados y maquillajes. Tara y Tini las observaban sentadas en un sofá con forma de galleta waffle rosada.
Al ver que las niñas se estaban portando bien, ellas decidieron salir a dar una vuelta aprovechando que habían varias ofertas en tiendas de ropa.
- oye - Tini se detuvo en seco y se escondió junto a Tara en un pasillo - ¿ese de allá que no es tu amigo?
- Maurice... - alzó una ceja - ¿y qué hace con tu abuelo?!
- no tengo idea - se dedicaron a observarlos, pero por alguna extraña razón que ellas no sabían, estos no paraban de reírse.
Tara estaba muy intrigada, así que caminó hacia ellos.
- Mau...
- ¿qué? - dijo tratando de disimular la risa.
- ¿qué estás haciendo aquí? - comenzó a interrogarlo.
- ¿que no es obvio? - dijo fríamente.
- no me hables así! - dijo con autoridad.
- por tu culpa me suspendieron de clase dos días! - se puso de pie y la miró a los ojos, ella era unos cuántos centímetros más alta.
- no, no. Maurice Abreu - lo detuvo cuando se acercó a ella, no precisamente con las mejores intenciones - te suspendieron por cortarle el pelo a Sophie con una tijera, y tú lo sabes muy bien...
- te dijo que fue tu culpa! - la tomó de la blusa y Tara se asustó mucho.
De la nada Maurice comenzó a reír y la soltó, debido a su cambio de humor tan repentino, Tara se asustó más y fue corriendo a otro lugar, Tini la siguió y notó que esta hablaba con su mamá por teléfono.
- oye - el abuelo se acercó al chico con una expresión muy seria - eso que hiciste no estuvo bien...
- fue culpa de ella - alzó los hombros - me acusó con el profe Moisés, un idiota - dijo volviendo a cambiar su estado de ánimo a uno muy furioso - me odia, usted no tiene idea! me odia demasiado y yo no le he hecho nada! y estoy casi seguro de que por su culpa me terminarán expulsando de la escuela - suspiró - si lo hacen mi papá me enviará a un colegio militar - negó con la cabeza.
- ya veo - se paró a su lado y lo rodeó con un brazo - intenta no meterte en más problemas y tal vez hagas que tu padre cambie de opinión.
- eso nunca va a pasar - sonrió malicioso cambiando de ánimo otra vez - no se deja persuadir por nada. Además, mi mamá me dijo que solo me iba a perdonar que me expulsaran de una escuela, si me expulsan de esta sería la cuarta - suspiró desanimado.
- vaya paciencia la de tu mamá - le despeinó el cabello - yo no te regañaría, pero si te pediré un favor... ¿ok?
- ¿cuál favor? - lo miró atento.
- ve a disculparte con tu amiga, no debes tratarla así - caminó con él para ir a buscar a Tara hasta que dieron con ella - hola - el abuelo se acercó - Maurice vino a decirte algo.
- no quiero escuchar nada viniendo de ese psicópata reprimido - se cruzó de brazos.
- que bueno! - dijo el chico - entonces no te diré nada!
- oye! - el abuelo lo miró fingiendo estar decepcionado.
- lo siento - le dijo el chico al fin a Tara - ¿me perdonas? - le extendió la mano.
- no! púdrete! - se alejó.
- lo intenté - el chico alzó los hombros.
- Tobby! - Tara fue muy molesta hacia él y este la abrazó.
- ¿qué te pasa?
- nada - lo abrazó más fuerte - otra vez Mau...
- ya veo - suspiró - tranquila, solo quedan 49 días, sin contar fines de semana, para que, si tenemos suerte, lo expulsen de la escuela.
- ¿de quién hablan? - apareció Cognac y se metió en medio de ellos separando su abrazo.
- de nadie - sonrió Tara y despeinó los cabellos del niño.
- oye, ¿quieres ir a jugar con nosotros? linda - Cognac le guiñó el ojo y señaló el arcade.
- eres una ternura! - Tara comenzó a reír y pellizcó sus mejillas, este sonrió.
En eso salieron Vados, Marcarita, Cus y toda la horda de niñas peinadas y maquilladas, así que Dai llevó a todos de vuelta a la casa para cantarle a Vados el feliz cumpleaños.
Todos estaban tranquilos comiendo pastel hasta que Cognac "por accidente" le llenó el pelo de pastel a Korn, este creyó que había sido Sour, así que se la devolvió embarrandole la cara con su trozo de pastel.
- papá! - corrió a lavarse - Korn me llenó toda la cara de pastel!
- Sour me llenó el pelo! - se excusó.
- eso es mentira tonto! - le gritó. Cognac reía a carcajadas y todas las niñas, amigas de Vados, miraban al niño muy enamoradas. Vados observaba todo muy disgustada. Los amigos de Awamo miraban la escena muy entretenidos.
- papi - Vados se acercó a Dai - quiero abrir mis regalos!
- está bien - suspiró y llevó todos los regalos para que ella los abriera.
Esta comenzó a hacerlo. El primero regalo que abrió fue un set de maquillaje que Marcarita le quitó sin que se diera cuenta. Luego abrió la caja que contenía el coche de juguete que el abuelo le había comprado y así fue con todos los obsequios.
- me encantan! - dijo Vados muy alegre.
- oye - Marcarita le llevó otro regalo - te falta abrir el mío!
Vados lo tomó y lo abrió, al ver lo que contenía la niña comenzó a llorar y lo lanzó.
- te dije ayer en la noche que te daría basura de cumpleaños! solo cumplí mi promesa - Marcarita reía a carcajadas. Dai suspiró.
- Marcarita, ve a sentarte al banco del castigo! - señaló la esquina de la sala.
- no! - protestó y le sacó la lengua. Dai la tomó en brazos para sentarla y esta comenzó a patalear - no quiero estar castigada!
- sorry baby - la molestó Maurice - a todos nos castigan alguna vez.
- cállate! - la hizo llorar.
- tú me agradas - Vados le sonrió al chico y este le guiñó el ojo.
Dai sentó a Marcarita en el banco del castigo.
- bueno - dijo este - salgan al patio, vamos a reventar la piñata!
- si! - Cognac corrió para ser el primero no sin antes sacarle la lengua a Marcarita, burlándose porque estaba castigada.
Continuará...
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12 contra 1
FanfictionDaishinkan y la narración de su lucha contra el comportamiento de cada uno de sus hijos cuando eran unos niños