Apoyo de Romance (Anna/Gunnthrá) 3

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A pesar de que la principal tarea en que la orden se estaba concentrando, era tratar de conseguir los puntos necesarios para conseguir la tan preciada corona del coliseo, Gunnthrá sabía que eso no impedía que otras responsabilidades de la orden quedaran olvidadas, en especial aquellas relacionadas con el mantenimiento del castillo.

Era bien sabido por todos los héroes que, como una manera de desanimar a sus hijos, el rey Gustav corto todos los fondos y recursos para la subsistencia de la orden y, era la razón por la cual no contaban con ayuda de sirvientes y, los guardias del pequeño castillo donde estaba establecida la orden, solo eran novatos con muy poca o nula experiencia.

A pesar de eso, gracias a los continuos esfuerzos de Anna y de Phyria, la orden siempre contaba con el dinero y los recursos necesarios para llevar sus actividades del día a día, incluso no solo dándoles un equipamiento de calidad a los guardias, sino también proporcionándoles el estudio que necesitaban no solo para desenvolverse en combate, sino también en las nociones básicas académicas que, eran todo un regalo para muchos de ellos que apenas podían escribir sus nombres.

Y como si eso no fuera suficiente, el esfuerzo extra Phyria permitió que aquellos guardias recibieran algunos beneficios del mundo de Phyria, como un plan de salud para ellos y sus familias, vacaciones y un aguinaldo a fin de año.

La clave fueron los místicos orbes que obtenía Phyria en aquellas legendarias pruebas que, no solo proporcionaban un beneficio monetario para el castillo sino también para toda la orden, aunque era una lástima que eso implicaba que Phyria tuviera que estar en aquel lugar sagrado por largos periodos de tiempo para conseguir todo lo necesario.

Gunnthrá suspiró por ese pensamiento, era la razón por la cual llevaban casi dos semanas de no ver a Phyria, quien había partido a esa tierra mística a cumplir todos los retos que le impusieran para conseguir aquellas preciadas reliquias y, muchos de los héroes estaban comenzando a extrañar la presencia de la invocadora, en especial los más jóvenes.

Suspirando, Gunnthrá continuo con su trabajo, revisando algunos números de los últimos gastos de la orden que, se incrementaron debido a la cantidad de recursos que se estaban invirtiendo para ganar aquella codiciada corona y, aunque María hizo muy bien su trabajo para que no significara un gasto grave a la orden, lo cierto era que el cansancio físico y mental de todos, estaba comenzando a pasarles facturas.

Gunnthrá estiro su cuerpo, escuchando un seco crujido cuando sus huesos y músculos fueron capaces de regresar a su sitio, quizás debió tomar más enserio el consejo de Est y Genny de descansar un poco luego de aquel enfrentamiento...

Nunca pensó que en ese coliseo, le dieran un golpe que superara en fuerza a los que recibió de Surtr en la guerra... y la idea de recibir otro de igual o mayor potencia, la hacía sentir un terrible nudo en el estomago...

Sacudió su cabeza en un intento de librarse de esos pensamientos, no podía distraerse en esas cosas, en especial cuando debía hacer el trabajo de contaduría semanal de la orden, usando toda su concentración, continuo su trabajo durante una larga hora, hasta que una voz la sorprendió.

-Sabes que no es necesario que te desgastes tanto en la contabilidad, ¿Verdad?-escuchó una voz divertida que reconoció al instante.

-¿Comandante Anna?-cuestionó Gunnthrá confundida, volteando a ver a la comandante.

-Puedes hacerte cargo de eso después, por lo que escuche, necesitas un descanso luego de tu última expedición al coliseo-mencionó Anna en tono tranquilo, acercándose a Gunnthrá.

-Eso no es excusa para dejar mi trabajo a medias, en especial luego de todo el esfuerzo que está haciendo Phyria para conseguir esos sagrados orbes-respondió Gunnthrá con cierta determinación.

Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2ndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora