Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd

Apoyo de amistad (Nino/Phyria)

Aprovechando una de las pocas ocasiones en las que la cocina no estaba tan vigilada y que, ni Héctor y Setsuna estuvieran a la vista, Nino no podía creer que aun con todo a su favor... no fuera capaz de conseguir la última remesa de galletas que hizo Cherche ese día.

A pesar de que las galletas no estaban precisamente en un lugar inaccesible, Nino se dio cuenta de que algo mucho más problemático estaba evitando que alcanzara su codiciado objetivo... las galletas estaban en la repisa más alta... y no había ni un solo banco o silla cerca que le pudiera ayudar a obtenerlas.

Era tan frustrante estar tan cerca, pero a la vez tan lejos de por una vez quedarse con las galletas frescas del día, lo peor de todo era que, por más que saltaba solo lograba tocar el plato levemente... se suponía que estaba en etapa de crecimiento, ¿Cómo podía ser que en todo ese tiempo, no hubiera sido capaz de crecer ni un poco?

Estaba tan ensimismada en su frustración que tardo en darse cuenta que alguien la estaba cargando para que pudiera alcanzar las galletas... no termino de procesar del todo lo que pasaba cuando su misteriosa ayuda habló.

-¿Necesitas ayuda Nino?-cuestionó Phyria en tono alegre, mientras cargaba a Nino con una gran sonrisa.

-Q-que te quede claro, no te daré galletas solo por ayudarme, en especial porque podía yo sola-afirmó Nino a la defensiva y algo avergonzada.

-Tranquila no vine a chantajeate-le aseguró Phyria en tono tranquilo, bajándola con delicadeza-Solo asegúrate de dejar el plato en un lugar que no te delate mucho-concluyó Phyria antes de irse de la cocina.

Nino algo molesta se limito a guardar sus galletas en un pequeño saco que trajo consigo antes de huir de ahí, no necesitaba que otra persona la encontrara llevándose las galletas... en especial porque no quería lidiar con la ira de Catria si la encontraba con las manos en las galletas...

Asegurándose de que nadie la hubiera visto salir, Nino suspiro antes de dirigirse a la biblioteca del castillo, quería revisar un par de libros de magia para mejorar la velocidad de sus encantamientos, Nino llegó a la biblioteca sin problemas, notando algunos de sus compañeros trabajando individualmente en una mesa cada quien, en especial Leo que, parecía que se aseguró de llevarse cuanto libro de magia existía en la biblioteca... esperaba que no hubiera tomado el que necesitaba.

Internándose entre los libreros de la enorme habitación, pronto llegó a la sección de libros mágicos que necesita y afortunadamente, el libro que requería consultar estaba justo donde lo vio, con una sonrisa Nino se acerco para tomarlo, pero pronto se percato de que el libro estaba retirado a menos de un centímetro de ella... pero lo suficiente para que no pudiera tomarlo... ¿¡Qué acaso hoy era el día en el que el mundo le recordaba lo pequeña que era!?

-Toma Nino-escuchó la voz de Phyria, percatándose que estaba al lado de ella con el libro en sus manos-Este era el libro que buscabas, ¿Verdad?-cuestionó Phyria en tono amable.

-¡Yo podía hacerlo por mi cuenta!-exclamó Nino molesta arrebatándole el libro algo sonrojada.

-Oye tranquila, solo trataba de ayudarte -aclaró Phyria algo preocupada.

-¡Pues no necesito que me estés cuidando todo el tiempo!-exclamó Nino molesta antes de irse.

Para cuando llegó a un lugar donde podría estar lejos de miradas curiosas, Nino suspiro antes de sentarse en la hierba de los enormes prados que rodeaban el castillo de Askr... no debió de haber sido tan grosera con Phyria, en especial porque solo trataba de ayudarla... tal como siempre lo hizo cuando la conoció en su mundo...

Cuando Nino se unió al grupo de Eliwood, Héctor y Lyn, realmente se sentía muy insegura si realmente pertenecía a ese lugar... ella no era más que una herramienta rota para ese monstruo que llamó madre durante un tiempo, una niña apenas nutrida que no era capaz de leer y escribir y que, de no ser por su conexión con los espíritus anima, quizás nunca hubiera sido capaz de usar magia en primer lugar...