Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd

La iniciación

A pesar de que no tuvo la oportunidad de hablar con Phyria en privado luego del improvisado coro en el jardín, Azura logró recibir una información de parte de Menja que captó todo su interés, aparentemente Phyria también era la líder de una compañía de baile secreta de la orden, debido a su conocimientos de una variedad de bailes de su mundo que, llamó la atención de las bailarinas del grupo.

Azura propiamente era más una cantante que una bailarina, pero eso no significaba que no tuviera las habilidades para compararse con cualquier otra bailarina, ya que para activar su poder no solo necesitaba su voz, sino también movimientos que armonizaran con ello.

Menja le dijo que si estaba interesada en unirse al grupo, se presentara en cierta zona del castillo al día siguiente a medio día, no pudo evitar que le llamara la atención el hecho de que Menja tratara el tema con especial secretismo, pero suponía que debía ser algo nacido del entusiasmo de la pequeña Menja.

Al día siguiente luego de desayunar de manera ligera y al ver que la hora estaba bastante cerca, decidió ir desde temprano al sitio esperando poder hablar con Menja más del tema y, con algo de suerte, poder por fin hablar en privado con Phyria.

Llegando cinco minutos antes, Azura se mantuvo en el área pacientemente hasta que llegara la hora, cuál fue su sorpresa que luego de media hora de espera, Menja no se presentara, en un principio no pudo evitar molestarse con la joven bailarina, en especial por la falta de seriedad ante su promesa.

Suspirando y tratando de no ser presa de su propia frustración, decidió investigar qué fue lo que pasó con su pequeña compañera, quizás había tenido algún problema o tuvo que atender algún deber de la orden, fuera lo que fuera Azura decidió darle el beneficio de la duda a Menja.

No dio dos pasos cuando algo súbitamente le cubrió su rostro y alguien la tiró al suelo, le tomo unos segundos salir de su confusión para percatarse de que estaba dentro de un enorme saco de lona, ¡La estaban raptando!

Antes de que pudiera resistirse, las personas que se la llevaban ataron sus pies y por alguna extraña razón, por más que gritaba por ayuda, nadie parecía estar cerca del lugar... Azura maldijo una y mil veces por no haber tomado la precaución de llevar su arma.

Luego de un rato su cuerpo fue dejado con cierta delicadeza en un piso frio que, intuía que debía ser de alguna parte del castillo que desconocía... ¿Acaso se habían infiltrado soldados de Embla al castillo?, si ese era el caso debía escapar lo más pronto posible y dar aviso antes de que fuera demasiado tarde para sus compañeros.

Lo que más llamó su atención fue que no era capaz de escuchar ni el más tenue de los sonidos, no estaba segura si sus secuestradores la habían dejado sola, pero podía dar por sentado que no la dejarían sin completa vigilancia.

Pasaron unos tensos segundos, hasta que le quitaron el saco... encontrándose con la mirada apenada y preocupada de Olivia...

-¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO!-exclamó Olivia llorosa y alterada...

Azura pronto se percato que estaba en una sala del castillo que no conocía, el lugar era de tamaño modesto, pero donde fácilmente podrían estar más de diez personas sin problemas, estaba iluminado con aquellas curiosas luces del mundo de Phyria, observó como aparentemente Phyria estaba reprendiendo a Lene y a Menja por algo y por ultimo cerca de ellas, se encontraba el artefacto más extraño que hubiera visto en su vida que, todo indicaba que era del mundo de Phyria.

...

¿Qué estaba pasando en ese lugar?...

-Cuándo les dije que se aseguraran de que mantuvieran este lugar con cierta discreción, ¡No me refería a que secuestraran a los que quisieran mostrarle este lugar!-exclamó Phyria molesta, regañando a Lene y Menja que, se veían ligeramente preocupadas.