Aunque Phyria no fue capaz de dar una explicación clara sobre donde se encontró en todo ese tiempo que estuvo desaparecida, Rebecca no podía negar que la orden de héroes y ella, estaban infinitamente aliviados de que se encontrara bien, saber que su amiga y compañera de tanto tiempo se estaba a salvo quito un enorme peso de sus hombros y, aunque Nino no quería admitirlo, ella era la más aliviada por el regreso de Phyria.
Pero desgraciadamente ese sentimiento no duro mucho tiempo en Nino y, en poco tiempo comenzó a hacer una investigación exhaustiva para descubrir el método que utilizó Phyria para desaparecer por tanto tiempo, jurando que Phyria no uso ningún tipo de magia.
Aunque no era raro ver a Nino en la biblioteca estudiando durante largas horas, la intensidad con lo que lo estaba haciendo en los últimos días, había comenzado a preocupar a Rebecca en especial cuando Nino llego a saltarse dos comidas y, parecía que estaba subsistiendo con pequeños bocadillos y las galletas que robaba del escondite "secreto" de Héctor...
Si las cosas seguían así, la salud de Nino podía llegar a deteriorarse rápidamente y... para alguien como ella eso era algo extremadamente peligroso...
Decidida Rebecca decidió hacer una visita en la biblioteca en busca de Nino, había faltado al desayuno y estaba segura que a estas alturas debía encontrarse bastante hambrienta, Rebecca llego al lugar encontrando a Nino en una solitaria mesa donde había torres y torres de libros... parecía que Nino llevaba desde la noche pasada en la biblioteca.
Las ojeras que noto en sus ojos al acercarse confirmo sus sospechas, ¡Esa niña tenía que dejar de descuidar tanto su salud!
-Muy bien, se acabo la hora de estudio-exclamó Rebecca con firmeza colocándose frente a Nino, la cual apenas reacciono a las palabras de ella.
-¿Rebecca?-fueron las únicas que Nino pudo pronunciar cuando fue capaz de comprender la situación.
-Llevas días sin comer bien y si mi memoria no me falla, Lucius siempre ha recalcado mucho el hecho de que, debes mantener bien tu energía para que puedas usar tu magia, a menos que quieras que acabe por deteriorarte-afirmó Rebecca manteniendo su tono duro.
-Vamos Rebecca, no me encuentro tan mal-reclamó Nino un poco indignada-Además si me he estado alimentando-señaló Nino mostrando envoltorios de comida chatarra del mundo de Phyria y varios recipientes vacíos de bebidas carbonatadas... era más de lo que Rebecca podía soportar.
Nino emitió un chillido asustado cuando Rebecca súbitamente la cargo como si fuera un saco de papas, ¡No era justo! ¡Ella jamás podría ganarle en fuerza a Rebecca!
-¡Te llevare a la cocina para que comas algo de verdad!-exclamó Rebecca molesta, llevándose a Nino mientras pataleaba inútilmente para liberarse de Rebecca.
Al poco tiempo Nino ya se encontraba sentada a la mesa del comedor aun enfurruñada por la forma tan tosca con la que Rebecca se la llevó... lo peor de todo era que no fue capaz de hacer nada para evitarlo por su debilidad... aunque tristemente... ni estando bien alimentada y descansada, hubiera podido hacer algo sin tener que recurrir a la magia.
Se acomodo lo mejor que pudo en la silla sintiendo como los huesos de su espalda se acomodaban bruscamente... esperaba que Santa Elimine fuera lo suficientemente compasiva con ella como para que Rebecca no hubiera escuchado aquel fuerte crujido...
Nino suspiro desganada esperando la comida, siendo honesta consigo misma realmente estaba comenzando a tener mucha hambre, aunque la comida chatarra del mundo de Phyria la mantenía llena, era obvio que no le estaba aportando nada a su cuerpo... tal como se lo advirtió la misma Phyria desde un principio...
Sus pensamientos fueron deshechos cuando un deliciosos y familiar aroma llenó por completo el comedor, provocando que su estomago comenzara a gruñir con entusiasmo y que conscientemente, tuviera que frenar el flujo de su propia saliva... ¿Acaso Rebeca... había cocinado...?
-Listo, sopa especial de vegetales y pollo para nuestra pequeña maga-expresó Rebecca en tono alegre y con una sonrisa cálida.
Nino no fue capaz de contestar cuando Rebecca con delicadeza coloco aquel humeante plato de comida frente a ella.
-Sé que es tu sopa favorita y, necesitas algo calientito y agradable para que le ayude a tu estomago a recuperarse-afirmó Rebecca sin dejar de sonreír, antes de sentarse junto con Nino.
-M-muchas gracias Rebecca-comentó Nino bastante avergonzada apenas en un hilo de voz.
-Come todo lo que necesites, hice suficiente para satisfacerte-aseguró Rebecca con una gran sonrisa.
Siendo rebasada su pena por el hambre, Nino no perdió tiempo en comenzar a probar aquel caldo, la sensación agradable en su boca al degustar aquel sabor que tanto amaba, había iluminado su rostro por completo.
-Esa sonrisa era lo que quería ver-admitió Rebecca con cierta ilusión, Nino la miro de inmediato de manera curiosa-Tienes la misma sonrisa que pusiste cuando lo probaste la primera vez-afirmó Rebecca con una suave sonrisa.
-A-aun lo recuerdas-exclamó Nino algo avergonzada.
-Eres la primera que pone semejante expresión al probar mi comida, por supuesto que lo recordare-señaló Rebecca en tono alegre.
-Bueno, siempre has sido una gran cocinera-admitió Nino tratando de no mirar directamente a Rebecca, en especial porque para ese punto, su rostro debía arder tanto como su magia de fuego...
-Pero tú no te quedas atrás mi pequeña discípula-observó Rebecca sin perder su júbilo antes de abrazar a Nino, la cual no dejaba de sonreír por ello-Pero enserio Nino, no te sobre esfuerces de esa manera-comenzó a decir Rebecca en tono serio preocupando a Nino-No puedes ser tan descuidada cuando...-Rebecca fue incapaz de terminar su frase.
Hubo un lapso de silencio algo largo hasta que finalmente Nino fue capaz de responder.
-Lo sé, gracias a Sonia tengo que compensar ciertas... cosas-comenzó a decir Nino con cierta cautela, era un tema que no le gustaba rememorar-Pero siento que si no me sigo esforzado, no seré capaz de cumplir las expectativos de todos-admitió Nino soltando un suspiro cansado.
-Nino~-comenzó a decir Rebecca en tono lastimero antes de volver a abrazar a Nino-Es imposible que nuestra compañera que es una genio en la magia nos vaya a decepcionar-aseguro Rebecca en tono alegre, sonrojando más a Nino.
-Nunca vuelvas a preocuparte por esas cosas porque, tal como siempre te lo hemos dicho desde que te uniste a nuestro grupo, no necesitas probarnos nada, porque hace mucho nos demostraste la increíble y maravillosa persona que eres-aseguró Rebecca sin dejar de sonreír.
-Y, siempre que necesites ayuda, sabes que puedes contar con mi apoyo incondicional, no seré la más lista o la más fuerte, pero puedo asegurarte que moveré cielo, mar y tierra para ayudarte-afirmó Rebecca algo sonrojada, acrecentando más el de Nino.
De sus compañeras del grupo de aquella época, siempre había tenido un lugar especial en su corazón para Rebecca, su actitud alegre, pero firme personalidad a la hora defender lo que creía correcto o mantener quietos a sus compañeros, su infinita bondad y su paciencia a la hora de enseñarle todo lo que sabía, logró que ganara una gran admiración hacia ella y, aunque fue hasta un tiempo que por fin comprendió la intensidad de aquellos sentimientos, realmente no se sentía lista para decirlos con claridad.
En especial porque... todo indicaba que aun no comprendía del todo el significado de la pulsera que le regalo hace tanto tiempo atrás...
-D-deberías seguir comiendo-aconsejó Rebecca algo tímida y separándose de Nino con cierta lentitud-I-iré a traerte algo de pan, viene muy bien con la sopa caliente-afirmó Rebecca algo apurada, levantándose para ir a la cocina, esperando que Nino no estuviera incomoda por haberla mirado al rostro durante tanto tiempo...
Le tomo unos momentos a Nino procesar lo sucedido provocando que soltara una suave risa, inconscientemente toco la pulsera que Rebecca le regaló aquel día, sintiendo que aquellos sentimientos que sentía hacia ella, por fin se estaban abriendo camino para que por fin llegaran al corazón de una de las personas más importantes en su vida.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd
PertualanganSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los príncipes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...