A esas alturas, Deirdre sabía que había tomado una decisión realmente precipitada, no solo por el hecho de que estaba en un reino que desconocía, sino también porque ni siquiera se sentía bien físicamente, llegar a aquel bosque requirió la poca energía que le quedaba y no tardo mucho en casi colapsar de cansancio en uno de los arboles más grandes de la zona.
Aun no estaba segura del porque de entre todos los lugares, había elegido un bosque, pero... algo muy dentro de su ser le decía que aquel lugar, era el único que le proporcionaba una cierta seguridad.
Se mantuvo recargada sentada en el enorme árbol, observando aquel libro que era lo único que se había llevado por inercia, como si aquel extraño tomo pudiera darle alguna pista de quién o qué era, se mantuvo en silencio observando el libro, apenas soportando el dolor que se había alojado en su pecho desde que escuchó... esa conversación...
Todo sucedió cuando finalmente despertó, sintiendo como si una parte del peso que no sabía que la atormentaba, hubiera sido removido de su abrumada cabeza, contempló desde la cama el techo de la habitación en la que se encontraba, sin dejar de de darle vueltas a lo ocurrido en su cansada mente.
Cuando miró aquella mujer de cabello rosado y mirada radiante, algo dentro de ella resonó con anhelo, como si se encontrara en presencia de una vieja amiga, cuando se abalanzo sobre ella con esa desesperación en el rostro, Deirdre de verdad se sintió como un verdadero monstruo al decirle que no la conocía, su mirara se apago de una forma tan rápida que Deirdre, realmente quería llorar.
Irónicamente, ver su rostro de esa forma hizo que por unos instantes... una pequeña fracción de su memoria intentaba regresar y, cuando creía que estaba a punto de obtenerla, un terrible dolor se apodero de su cabeza, como si alguien estuviera tratando de perforársela con un pico, recordó claramente como hacía lo posible por aferrarse a esa memoria a pesar de la terrible agonía, hasta que finalmente colapso cuando su cuerpo ya no pudo más...
...
A pesar del terrible tormento que experimentó, Deirdre estaba más preocupada por haber perdido aquella memoria, en especial porque, algo muy dentro de ella le decía que estaba relacionada con aquella mujer de cabellos rosados.
Triste, pero no derrotada, decidió que haría todo lo posible por pasar todo su tiempo con aquella misteriosa mujer que, estaba segura que era la única que le ayudaría a descubrir quién era, en especial porque ella era la única quien le provocó tal reacción.
Desafortunadamente aquella determinación se evaporo cuando escuchó una conversación fuera de su habitación que... le daba un sombrío panorama de lo que pasó en su convalecencia.
Al parecer aquella mujer que, ahora sabía que su nombre era Ethlyn, estaba sufriendo una crisis debido a que, no solo Deirdre no la recordaba, sino también porque se sentía directamente responsable de su condición actual, cada palabra que le revelaba más de aquel sombrío escenario, provocó un fuerte dolor en su pecho que, hacía palidecer el que atentó con destruir su cabeza.
No comprendía cómo logró acallar su llanto lo suficiente para que no se percataran de que estaba despierta, pero a la primera oportunidad que se dio cuenta que estaba sin vigilancia, tomo su libro y se marcho del castillo tan pronto como pudo... lo último que quería... era provocarle más sufrimiento a Ethlyn...
Deirdre apretó sus labios sintiendo como sus lágrimas no dejaban de caer de su rostro, sintiendo como esa sensación de pesadumbre le carcomía el pecho sin piedad... eso era lo mejor, por más doloroso que fuera... algo dentro de ella le decía que bajo ningún concepto, debía permitir que Ethlyn sufriera.
-Deirdre...-escuchó una tenue voz en los alrededores, tensándose al reconocerla... ¿Cómo era posible que ella...?-Escucha, no tienes que salir si no quieres-continuo la voz de Ethlyn en un tono cálido y paciente-Si es más cómodo para ti, puedes hablar desde donde estés-aseguró Ethlyn en tono calmó.
-¿Cómo me encontraste?-cuestionó Deirdre, sorprendiéndose de haber hablado.
-Yo... era una persona muy cercana a ti y, cuando nos conocimos fue en un bosque similar a este-admitió Ethlyn tratando de ocultar la melancolía en sus palabras.
No estaba segura si habían sido sus palabras o la añoranza que sintió en la voz de Ethlyn, pero Deirdre finalmente decidió salir de su escondite, sorprendiéndose de encontrar a Ethlyn casi frente al árbol donde estaba, fue tanto su asombro que piso mal una raíz, provocando que se resbalara.
Deirdre cerró los ojos esperando un dolor que nunca llegó, en cambio fue recibida por una calidez que la hizo sonrojar al instante, no le tomó mucho tiempo percatarse de que Ethlyn evitó que cayera al suelo, provocando que su rostro aterrizara en su cálido hombro y, a pesar de lo avergonzada que se sentía, no pudo evitar relajarse al sentir aquel calor extrañamente familiar, dándole un paz que no sabía que añoraba.
Un rato después, ambas se encontraban sentadas a lado de la otra sin mediar palabra, querían decirse tantas cosas y al mismo tiempo temían acabar lastimando a la otra, no fue hasta que Deirdre finalmente reuniendo todo su valor, rompió aquel tensó silencio.
-¿Cómo nos conocimos?-quiso saber Deirdre en tono tímido, sorprendiendo a Ethlyn-Me... gustaría saber cómo conocí a la persona que pudo encontrarme sin problemas-susurró Deirdre sin poder ver a Ethlyn a los ojos, en especial por el notable sonrojo que se apodero de su cara.
-Luego de que el grupo de guerreros que liderábamos mi hermano y yo, liberamos a Edain del malvado Gandolf-comenzó a narrar Ethlyn en tono sereno, captando la atención de Deirdre-Decidí internarme en el famoso Bosque de los Espíritus, para buscar una planta medicinal llamada...-continuó Ethlyn cuando fue interrumpida por Deirdre.
-Verbena azul-musitó Deirdre con cierta seguridad, mirando a Ethlyn casi tan sorprendida como ella-Tú... dijiste que la necesitabas para sanar a tus compañeros-terminó de decir Deirdre con cierto animo por recuperar aquella preciada información.
-Fuiste muy gentil al ayudarme a encontrarla, en especial luego de que Lex comenzó a crear rumores de que me estaba ayudando un fantasma con forma de mujer que, solo quería llevarse mi alma-admitió Ethlyn con una sonrisa risueña.
Aquel comentario había sacado una genuina carcajada a Deirdre, como si fuera una broma que, aunque dentro de ella era muy conocida, era algo que sin importar lo que pasara, no perdía su gracia para ella.
Ethlyn no pudo evitar quedarse embelesada, escuchando la melodiosa risa de su amada esposa que, había extrañado durante tanto tiempo, contemplarla solo le hizo afianzar la decisión que tomo en el momento que salió de esa habitación, ella le juró a su amada Deirdre que la protegería de todo mal sin importar lo que sucediera y, estaba dispuesta a velar por esa promesa por la mujer que tanta dicha le había dado desde el día que la conoció.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd
AventuraSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los príncipes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...