Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd

Apoyo de amistad (Héctor/Phyria)

Fue todo un reto para la orden poder sacar a la invocadora de su habitación, aunque todos aquellos que llevaban más tiempo en el lugar, sabían que no se comparaba con la primera vez que se encerró Phyria luego de revelar ciertas cosas de su pasado...

Pero siendo justos, jamás pensaron que tuviera tanta voluntad como para aferrarse al piso de debajo de su cama, tuvieran que volcar la cama y luego jalarla con ayuda de todos los miembros más fuerte del grupo...

De verdad Phyria no quería hablar sobre ello...

Luego de que por fin Phyria se resignara a comentar lo sucedido, se reunieron en la sala de proyección donde todos comenzaron a preguntarle una cantidad de cosas sobre lo relacionado con la pelea y lo que ocurrió después dándoles un panorama más completo de lo sucedido y, el punto de vista de Phyria.

Afirmo que desde que recibió el primer golpe que le hizo ese corte en la nariz quería rendirse, en especial porque se percato de la gravedad de la situación y, eso explicaba porque Phyria parecía tan asustada en esa ronda, admitió también que para ese punto, solo estaba actuando como un animal acorralado rezando por ayuda.

Su segundo asalto fue tomada por sorpresa antes de salir de su esquina, dejándola en una situación en la que Phyria afirmó que estaba asustada y que, aun hoy en día se sentía como una estúpida por haber caído en esa finta tan obvia que le rompió dos costillas de un solo golpe.

También confirmo las sospechas de algunos curanderos, aquel impacto de derecha había noqueado a Phyria por unos instantes, Phyria afirmo que lo único que le ayudo a responder el ataque, fue porque si no soportaba eso, no sería capaz de volver a verle la cara ni a Natalie, ni a Helia ni a ninguna de las personas que fueron a apoyarla...

Todos tuvieron un renovado respeto por la gran perseverancia y voluntad de la invocadora.

Las rondas siguientes Phyria las clasifico como un infierno en vida ya que, debido a sus costillas rotas, cada vez le costaba más mantener el ritmo, lo que explicaba porque llego a un punto donde la cantidad de golpes que recibía, acabaron por teñir su ropa con sangre, para sorpresa y preocupación de todos, Phyria afirmo que para el séptimo asalto, se percato que su mandíbula ya había descolocado y era la razón por la que su boca no dejaba de sangrar.

Aclaro que realmente se quería rendir porque se sentía como una fracasada, pero luego de esos ánimos, recordó que más que ganar el campeonato, lo que deseaba era demostrarle a todos, pero sobre todos a Natalie que era una persona fuerte y aunque sabía que era una soberana estupidez, quería demostrarse a sí misma que podía ser alguien fuerte...

Pero, lo único que obtuvo de ese renovado esfuerzo fue romperse la muñeca y astillarse los huesos de su mano derecha y que, lo único que la hizo reaccionar luego de recibir ese devastador golpe en la cara y dar su último intento, llegando al punto de no importarle si luego de eso jamás volvería a usar su mano derecha como antes, fue escuchar el grito de Natalie.

Cansada y apenada, admitió que hizo todo lo que estuvo en su poder para mantenerse fuerte, pero que al final su cuerpo colapso y cuando despertó, estaba en el hospital con Helia, Natalie y su hermana en la habitación.

Afirmó que a raíz de las heridas que recibió, los problemas que tuvo en el trabajo, la deuda que se gano cuando su seguro medico no cubrió todos los gastos y, las suplicas de sus amigos y sus sobrinos, dejo definitivamente el boxeo profesional, limitándose a entrenar cuando se recuperó.

Relató también todas las terapias que tuvo que hacer para recuperarse y que, como sospecho, su mano nunca recuperó totalmente su movilidad a pesar de las terapias y que, la única razón por la cual la cicatriz de su cara y muchas de las dolencias que aun cargaba por esa pelea, ya no le molestaba actualmente, era porque la magia que curo muchas de sus heridas pasadas...

Eso explicaba porque a pesar de todo, Phyria aun pudiera desenvolverse tan bien en los combates cuando no tenía de otra más que, atacar cuerpo a cuerpo.

Todos los presentes salieron de aquella sala con diferentes perspectivas de Phyria, algunos alababan su gran voluntad para encarar un combate en el que lo tenía todo en contra, otros se mantenían preocupados por las heridas pasadas de Phyria, jurándose que la próxima vez, revisarían mejor a Phyria cuando tuvieran que curarla.

Varios reconocían que Phyria llegó demasiado lejos y sus más cercanos apenas podían justificar su accionar, en especial cuando estaban bien enterados de la relación de su amiga con su amor no correspondido.

Pero de entre todos ellos, solo uno tuvo la suficiente determinación para solicitarle un importante favor a Phyria, luego de ver el enorme potencial de ese estilo de combate.

-¿Quieres que te enseñe a boxear?-cuestionó Phyria en tono cansado, sentada en el sofá de su sala, a esas alturas no le sorprendía mucho que él fuera el primero de sus cercanos en pedírselo...

-Así es, no siempre puedo recuperar a Armads en el combate y, necesito tener un plan de apoyo cuando eso pase-aseguró Héctor en tono animado... Phyria nunca lo vio teniendo problemas para recuperar su pesada hacha...

-¿Seguro que no fue por algo relacionado con el video?-cuestiono Phyria con aire cansado.

-Admito que eso me motivo más a pedírtelo-mencionó Héctor algo apenado-Y porque también quiero ser tan fuerte como tu-aseguró Héctor con un gran animo.

-¿Te das cuenta que esa "fuerza" salió a raíz de mis patéticos intentos por conquistar a Natalie?-gruñó Phyria en tono molesto-Lo último que debes hacer es seguir mi patético ejemplo-suspiró Phyria desganada.

-¡Tú no eres un patético ejemplo!-exclamó Héctor molesto, asustando a Phyria-¡Tú eres sin dudas una de las personas más fuerte y determinadas que he conocido en mi vida!-continuo Héctor en tono seguro-En nuestro mundo nunca te rendiste aunque las cosas parecieran imposibles e incluso en este, siempre has dado la cara cuando los problemas llegan, siempre asegurándote que todos salgamos con bien aunque tengas que arriesgar tu vida-continuo Héctor en tono firme.

-Pero yo...-comenzó a decir Phyria algo tímida, cuando Héctor la interrumpió.

-¡Nada de peros!-exclamó Héctor en tono fuerte-¡Eres una de las personas más increíbles que he conocido! ¡Por eso permíteme aprender de alguien que siempre he admirado!-clamó Héctor en tono determinado.

A Phyria le tomo unos momentos poder responder las sinceras palabras de su amigo.

-Está bien-suspiró Phyria con una mezcla de cansancio y vergüenza-Mañana comenzare a enseñarte unas cosas básica antes de comenzar a entrenar, ¿Te parece bien?-sugirió Phyria más calmada.

-¡Me parece excelente!-exclamó Héctor muy emocionado, ¡Sería instruido en una de las artes más increíbles del mundo de Phyria!

Phyria no pudo evitar sonreír al ver la emoción de su amigo, quizás más de la mitad de las cosas que dijo Héctor sobre ella eran una gran mentira, pero... que alguien como él lo dijera con esa fe y sinceridad en su voz, sin dudas la había hecho muy feliz.