Lazos de negocios

122 12 7
                                    

Sin duda las cosas no se habían vuelto más fáciles para ella desde aquella aventura en el reino de Nilf y Múspell, una cosa era ser vigilada por el sindicato de Annas por haber intervenido más de la cuenta en ese mundo... y otra muy diferente era lidiar con todas penalizaciones que le dieron por haber permitido que el orden natural de las cosas cambiara.

Sin ir muy lejos no solo tenía ahora el triple de trabajo del que ya tenía, sino que también esas tipas no querían quitar la muerte permanente de Askr y por si no fuera suficiente, estaban en total libertad de activar el comienzo del libro tres cuando ellas quisieran.

Realmente esos últimos meses, habían sido un completo estrés para Anna por lidiar con todo ese asunto, no solo porque Phyria estaba dentro de los candidatos de muerte definitiva, sino porque cada vez veía más mermados sus poderes, si las cosas continuaban así... no sería capaz de evitar que...

Sus pensamientos fueron disipados por unos fuertes golpes en su puerta, no pudo evitar preocuparse considerando que era casi de madrugada, poniendo la expresión más tranquila que podía antes de dirigirse a abrir la puerta, lo que menos esperaba era ver una Phyria que, a pesar de que no podía verla bien por la poca luz que arrojaba la lámpara de su escritorio al umbral de la puerta, se notaba claramente que estaba asustada y pálida.

-A-Anna...-comenzó a decir Phyria en un tono tembloroso-Temo que... algo muy malo puede pasarme...-consiguió decir aun bastante nerviosa, Anna no perdió tiempo en hacerla entrar.

Cuando la luz por fin le dio una visión más clara de Phyria, dejo escapar un fuerte resuello al ver el cuello de Phyria...

Este... no solo tenía marcas de rasguños algo profundos que, no le quedaban dudas de que casi le habían hecho sangrar... sino que también tenía las marcas de las manos que trataron de estrangularla...

Quién lo hubiera hecho... lo hizo con tanta fuerza que dejo marcas casi perfectas de sus dedos en el cuello de Phyria...

-Quiero que me digas todo lo que sucedió y no se te ocurra omitir ni un solo detalle-exigió saber Anna casi tan tensa como la misma Phyria que, no dejó de temblar desde que llego a la habitación.

Una vez que estuvieron sentadas, cada quien en una silla, Phyria procedió a contarle sobre las pesadillas que había tenido durante toda la semana y, como un misterioso ser la perseguía y trataba de estrangularla hasta la muerte, Anna analizó cada detalle que Phyria podría proporcionarle de la pesadilla, desde lo que recordaba del lugar y las sensaciones que sintió cuando estaba en ese misterioso sitio.

Al principio apenas tenía una idea de lo que estaba pasando, pero cuando Phyria le reveló lo de los ojos de su atacante, Anna empalideció inmediatamente...

El lugar... la opresión que Phyria sentía... la presencia de su atacante y... los ojos de ese... solo había una persona en esos momentos que podía lograr hacer todo eso...

Sin dar explicación, Anna fue rápidamente a un cajón secreto en una de las paredes de su habitación, luego de usar un hechizo este se abrió revelando una cantidad de talismanes y artefactos que a pesar de la distancia, Phyria detecto sin problemas el enorme poder que poseían.

Anna se acercó con dos objetos en la mano, algo que parecía ser un recipiente de metal y un collar con un símbolo que Phyria no reconoció, pero estaba segura de que no era algo que hubiera sido creado en Askr.

-No importa lo que suceda, en ningún momento vayas a quitarte este collar-ordenó Anna en tono serio colocándole el collar a Phyria-Lo que sea que te está atacando, poco a poco esta sobrepasando la barrera entre la realidad y el sueño-continuo Anna con su explicación-Mientras lleves esto puesto no importa lo que intente o haga, no podrá acercarse a ti directa o indirectamente-aseguró tratando de sonar más tranquila.

-Anna... ¿Qué está sucediendo?-cuestionó Phyria nerviosa, Anna no pudo evitar sentir una opresión en el pecho al ver a su amiga tan asustada.

-Se podría decir que...-comenzó a decir Anna, tratando de elegir bien sus palabras-Qué el próximo libro está a punto de comenzar-afirmó más calmada.

-Ya veo...-fue todo lo que fue capaz de decir Phyria.

Anna acercó más su silla a Phyria, quedando ambas frente a frente, tomo el recipiente de metal y lo abrió, revelando que este contenía un ungüento con un olor un poco fuerte a hierbas, con una delicadeza que sorprendió a Phyria, Anna comenzó a colocarle el ungüento en el cuello, una vez que termino este comenzó a brillar por unos segundos, dejando la piel de Phyria renovada y sin una sola marca.

-Oye, no iba a permitir que tuvieras esas marcas tan feas en el cuello-aseguró Anna con una sonrisa amable, Phyria se limitó a asentir con una leve sonrisa-Escucha se que las cosas no empezaron bien, pero sin importar lo que suceda, sabes que cubriré tus espaldas sin importar las consecuencias-afirmó Anna en un tono tan sincero que incluso ella se sorprendió.

-Muchas gracias Anna, de verdad no sabría que hacer sin ti-afirmó Phyria con una sonrisa sincera, Anna se limitó a rascarse la cabeza algo apenada.

Luego de conversar un rato sobre lo que harían mañana y las precauciones que deberían tomar de ahora en adelante, Phyria se despidió de Anna para regresar a su habitación y tratar de dormir algo, agradeciéndole nuevamente por su ayuda.

Una vez sola en la privacidad de su habitación, Anna se sentó pesadamente en su silla reflexionando sobre las cosas que pronto les caerían... ¿En qué demonios estaban pensando las cabecillas de la corporación?

Casi sin querer, observó el dije de hielo que Gunnthrá había hecho para ella como un obsequio, tomó el regalo con delicadeza, aunque no era capaz de admitirlo, era una de sus posesiones más valiosas, una que estaba segura que sin importar que tanto dinero le ofrecieran, jamás podría ser suficiente para alcanzar una pequeña fracción de lo que significaba para ella.

En especial cuando recordaba... el dulce rostro de Gunnthrá cuando se lo dio con todo su cariño...

...

No importaba lo que estuvieran tramando la mesa corporativa, ella se aseguraría de proteger a Gunnthrá, a Phyria y a todos los demás, luego de que todo lo que había pasado con todos ellos, no permitiría que Hel tomara ninguna de sus almas, aunque tuviera que destruirla con sus propias manos.

Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2ndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora