Aun con todas las responsabilidades que tenía no solo con la orden de Askr, sino también ayudando a la comandante Anna con los balances de sus negocios y el presupuesto de la orden, eso no impedía que Gunnthrá tuviera tiempo para convivir con sus queridas hermanas menores.
Iba a todas las fiestas del té que organizaba su pequeña Ylgr y siempre estaba disponible para ayudar a su hermana Fjorm en su entrenamiento o en otras cuestiones donde necesitaba de un buen consejo.
Hoy gracias a que el fin de semana estaba siendo bastante tranquilo, su querida Fjorm había ido a su habitación con la esperanza de seguir practicando su magia de hielo, de los cuatro Gunnthrá siempre fue la mejor en esa rama, al punto de que mucho de los sirvientes y amigos cercanos de la familia, perjuraban que ella era una prodigio al igual que su madre, por lo que era capaz de no solo usarla para el combate, sino también para una variedad de usos creativos.
Fjorm estaba haciendo todo lo posible por aprender uno de esos tantos usos que hacían su madre y ella: crear esculturas de hielo que no se derretían.
De los tres, ni Fjorm ni Hríd estaban especialmente interesados en aprender aquel bello arte, pero luego de ver como la relación de su querida hermana estaba floreciendo con cierta princesa de Askr, podía entender cuál era su motivación para aprender a la perfección aquella disciplina.
-Mantente concentrada en la forma que quieres darle al hielo-instruyó Gunnthrá en tono amable, observando cómo su hermana, forzaba su concentración todo lo que podía.
Gunnthrá analizó como su hermana concentraba su magia en sus manos, formando poco a poco una flor de aspecto algo tosco, muy diferente a la forma que ella pretendía hacer, Fjorm dejo caer la flor con una expresión cansada, lamentándose que luego de treinta intentos, aun no fuera capaz de darle aquella forma fina que su hermana lograba con notable facilidad.
-Tengo que hacerlo... una vez más-expresó Fjorm en un intento por ocultar su cansancio.
-Creo que es un buen momento para tomar un descanso-sugirió Gunnthrá en tono amable-No podrás esforzarte al máximo si no estás en optimas condiciones-agregó Gunnthrá al ver que su hermana estaba a punto de protestar.
Fjorm se limitó a suspirar dándole la razón a su hermana, si seguía así no lograría crear la flor perfecta que tanto deseaba hacer.
Gunnthrá preparó el té favorito de su hermana y unos pastelillos que Catria le había regalado, luego de ayudarla con algunas diligencias en uno de los pueblos cercanos a Askr, no pudo evitar sonreír con dulzura al ver como su hermana, trataba de ocultar aquel voraz apetito nacido de todo su esfuerzo, su pequeña Fjorm aun seguía siendo esa tierna niña que tanto adoraba.
-Tranquila Fjorm, si comes así de rápido acabaras ahogándote-aconsejó Gunnthrá con una sonrisa maternal.
-L-lo siento Gunnthrá-afirmó Fjorm ligeramente sonrojada al ser atrapada por su hermana-Es solo que quiero hacer esa flor perfecta lo antes posible-aclaró Fjorm un poco más compuesta.
-Descuida, puedo comprender eso-comenzó a decir Gunnthrá antes de tomar un poco de té-Pero sabes, Sharena adorara la flor que le des aunque no sea perfecta-afirmó Gunnthrá en tono tranquilo.
-Aun así yo...-comenzó a decir Fjorm antes de darse cuenta de las implicaciones de las palabras de su hermana.
Con temor y notablemente sonrojada, Fjorm miró a su hermana encontrándose con la cálida sonrisa de esta.
-Sabes... lo que yo...-comenzó a decir Fjorm notablemente nerviosa cuando su hermana la interrumpió con suavidad.
-Es difícil no darse cuenta, en especial por la forma en que la miras o como estas dispuesta a hacer lo que sea por ella-agregó Gunnthrá con un ligero tono juguetón.
-Y... no te molesta que yo...-trató de decir Fjorm, pero sus nervios no la dejaron continuar.
-Ella realmente te hace feliz e incluso te defendió hasta las últimas consecuencias de Surtr, ¿Porque me molestaría que te hayas enamorado de ella?-cuestionó Gunnthrá en tono amable, pero curioso.
-La verdad es que... siempre llegue a pensar que tenían ciertas expectativas sobre mi-comenzó a decir Fjorm en tono ligeramente bajo.
-¿Expectativas?-cuestionó Gunnthrá muy curiosa.
-Si, como casarme en algún momento con un príncipe extranjero o alguien de la nobleza, para hacer una alianza-respondió Fjorm algo incomoda.
-Por Nilf, claro que no Fjorm-exclamó Gunnthrá muy preocupada-Mamá nunca pensó en ningún instante obligarte a hacer eso por el reino, ella solo deseaba que encontráramos nuestra felicidad-afirmó Gunnthrá con cierta firmeza.
-¿De verdad?-cuestionó Fjorm algo sorprendida.
-Por supuesto que sí, de hecho al último consejero que sugirió algo así, mamá le congelo los pantalones y le advirtió que nunca se atreviera a volvernos a ver como monedas de cambio-aseguró Gunnthrá en tono tranquilo.
Fjorm no pudo sorprenderse por las afirmaciones de su hermana mayor, Gunnthrá desde joven participó junto Hríd en varias de las reuniones que su madre tenía con el consejo de Nilf y, ella mejor que nadie sabía de los temas que se trataban en esos exclusivos círculos.
... De hecho... que su madre congelara los pantalones de alguien sonaba muy propio de ella...
-Gunnthrá, ¿De verdad crees que ella hubiera aprobado que... tuviera una relación con Sharena?-cuestionó Fjorm muy sonrojada, sin saber si le apenaba el hecho de admitirlo... o el hecho de preguntarlo con cierta suplica.
-Estoy muy segura de que a ella le hubiera encantado tener a Sharena como nuera tanto como nosotros adoramos la idea de tenerla como cuñada-comenzó a decir Gunnthrá en tono tranquilo-Y puedo asegurarte que desde arriba, debe estar sonriendo sabiendo que encontraste la felicidad-afirmó Gunnthrá en tono dulce y seguro.
Fjorm no pudo evitar sonreír muy feliz al escuchar esas palabras, sintiendo que finalmente podría ir tras su preciada meta sin sentir que estaba defraudando de alguna manera a su familia.
-Gunnthrá, de verdad te agradezco mucho por haberme aclarado eso-expresó Fjorm con una sonrisa sincera y aun ligeramente sonrojada.
-Sabes que siempre será un placer para mí ayudarte Fjorm-le aseguró Gunnthrá en tono cálido.
-Creo que estoy lista para seguir practicando-afirmó Fjorm con renovado optimismo.
-Estas seguras, quizás deberías descansar un poco más-sugirió Gunnthrá un poco preocupada.
-Estoy bien, Sharena se merece solo lo mejor y además, ella siempre me inspira a ser mejor cada día-aseguró Fjorm con una sonrisa cálida y ligeramente sonrojada.
-Estaré asistiéndote todo el tiempo que necesites hasta que logres tu objetivo-exclamó Gunnthrá con júbilo al ver la sonrisa de su hermana.
Las dos princesas de Nilf pasaron el resto del día practicando el arte que tanto amó su difunta madre y, aunque los progresos de Fjorm eran algo lentos, eso solo la motivaba a esforzarse cada vez más sintiendo que su meta estaba a un paso más cerca.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd
AventuraSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los príncipes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...