Con el paso de los días, tal parecía que aquella alerta máxima en la que se encontraba la Orden de los Héroes de Askr no parecía terminar, algunos soldados del castillo del Rey Gustav consideraban que quizás aquel suceso había provocado una terrible paranoia no solo a sus miembros, sino también a los guardias que laboraban en aquel castillo donde residía la orden, pero la realidad probó darles la razón eventualmente.
Las múltiples excursiones revelaron pequeños puestos de avanzada de Embla repletas de exploradores que, estaban haciendo todo lo posible por recolectar toda la información de las zonas cercanas a la sede de la orden de Askr y, gracias al pequeño grupo organizado por Kagero para no solo la recolección de información, sino también de interrogatorio, lograron sacar algo de información de algunos exploradores que lograron sobrevivir a su ataque.
Sus respuestas arrojaron algo de luz al panorama que se estaban enfrentando, al parecer el truco que había utilizado Loki para transportar esa cantidad de soldados, requería ciertos materiales de los que Embla ya no disponía, pero que la princesa Verónica estaba haciendo todo lo que estaba en sus manos para conseguirlos a la brevedad.
El grupo de exploradores al parecer había llegado con la primera oleada de soldados, pero fueron incapaces de regresar a su patria debido a la vigilancia de la orden, por lo que decidieron quedarse a recolectar toda la información que pudieran para luego intentar regresar a Embla con la mayor discreción posible.
Desgraciadamente no tomaron en cuenta la gran variedad de trampas que la orden colocó en varias áreas boscosas, lo que trajo como consecuencia que sufrieran heridas que no les permitió resistir el ataque de los héroes que se mantenían en sus rondas de vigilancia.
Gracias a esa información la orden podía respirar medianamente tranquilos de que no serían atacados en cualquier momento, pero eso no evito que mantuvieran sus defensas altas y renovaran las trampas que fueron activadas en aquella escaramuza.
Era precisamente por eso que Olivia se encontraba recorriendo uno de los bosques más oscuros cercanos al castillo junto con Henry que, fueron elegidos para hacer una revisión de la zona, ya que Henry era una de las personas que mejor conocía el bosque gracias a que muchos de los ingredientes de sus maldiciones los conseguía en aquel lugar.
Olivia no se sentía insegura cerca de Henry, en especial por el tiempo que habían pasado juntos, pero... no podía decir lo mismo de aquel aterrador bosque que parecía salido de alguna de las narraciones de terror de Mercedes y Phyria...
-Bien, parece que no hubo ningún afortunado que activara esta trampa-señaló Henry una vez que verificó la trampa-Parece que no hay muchos soldados que aprecien la belleza de este lugar-agregó Henry en tono alegre.
-N-No estoy segura si hay mucho que apreciar-murmuró Olivia algo temblorosa sosteniendo la linterna que le dio Phyria... era la única cosa que le daba algo de seguridad entre toda esa penumbra...
-Claro que hay belleza aquí, solo debes saber dónde buscarla-aseguró Henry con una sonrisa.
-No creo que sea buena idea explorar este lugar-expresó Olivia tratando de controlar sus nervios.
-Tranquila Olivia, si quieres te mostrare la mejor atracción de este lugar-sugirió Henry sin perder su ánimo.
-¿S-Seguro que no es nada turbio?-cuestionó Olivia preocupada... el sentido de Henry sobre esas cosas era realmente... peculiar...
-Confía en mi Olivia, te prometo que no te arrepentirás-aseguró Henry con una sonrisa, extendiéndole la mano.
A pesar de que una parte de ella, no dejaba de advertirle de que quizás era una muy mala idea, la sonrisa sincera de Henry fue lo que finalmente la animó a tomar su mano, notando avergonzada lo cálida que era.
Caminaron por un sendero que apenas era iluminado por la linterna de Olivia, los ruidos de algunas aves y el viento en más de una ocasión hicieron a Olivia casi saltara del susto, pero la calidez de Henry la había ayudado hasta cierto punto a mantenerse tranquila... o por lo menos lo suficiente para no salir huyendo de ahí como un alma perseguida por Grima...
Cuando finalmente llegaron a una zona que era inusualmente oscura, Henry le pidió una de las últimas cosas que esperaba en una situación así.
-Bien Olivia, necesito que apagues tu linterna-pidió Henry en tono tranquilo.
-¿¡Ah!?-fue lo único que fue capaz de responder Olivia ante esa petición.
-Tranquila, es que para verlo, necesitamos que todo este en completa oscuridad-aseguró Henry con una sonrisa.
-¿E-Estas completamente seguro de ello?-cuestionó Olivia nerviosa.
-Absolutamente, te prometo que no pasara nada malo-continuó Henry con una sonrisa-Y si algo llegara a pasar, estaré aquí para protegerte sin dudarlo-agregó en tono sincero.
Suspirando al darse cuenta de lo débiles que eran sus convicciones cuando Henry hablaba de esa manera, Olivia apago la linterna sintiendo que en cualquier momento la dejaría caer por el temblor de su mano, al principio lo único que podía ver era la oscuridad que ocultaba las formas de los arboles, pero poco a poco un pequeño brillo capto su atención.
En un principio, temiendo que fuera algún un tipo de espíritu malicioso, se aferro al brazo de Henry, temblando y chasqueando sus dientes del miedo, los brillos se expandieron por toda el área hasta que finalmente Olivia con asombro fue capaz de identificar que eran esos destellos.
Eran flores... flores que florecían en la oscuridad, centelleando con una luz clara que recordaba al resplandor de la luna, creando un hermoso sendero brillante y, dándole al bosque una vida y calidez que Olivia apenas podía creer.
-Estas flores son muy especiales-comenzó a decir Henry en tono tranquilo, esperando que no se notara mucho el sonrojo que aprecio en su rostro en cuanto Olivia se aferró a su brazo-Son bastante tímidas, no les gusta mostrar su belleza hasta que hay completa oscuridad-continuó observando las flores-Es como si solo quisieran mostrarse para ayudar a guiar a las personas perdidas-terminó de decir en tono curioso.
Olivia notó como las flores parecían crear un sendero que, sin duda podía servir de guía para salir del espeso bosque, ambos se quedaron callados, contemplando en silencio el hermoso brillo etéreo de las curiosas flores blancas que, daban un toque mágico y reconfortante en aquel oscuro bosque.
Le tomó varios minutos finalmente a Olivia poder preguntar, la duda que le había asaltado desde que Henry terminó su explicación.
-¿Estas flores, sirven como ingredientes mágicos?-quiso saber Olivia con cierta curiosidad.
-Sí, pero no me sentí bien en arrancarlas porque, me recuerdan a ti-afirmó Henry apenado.
-¿A-A mí?-cuestionó Olivia mirándolo a los ojos, notando el claro sonrojo en el rostro de Henry.
-Sí, porque...-comenzó a decir Henry antes de hacer una pequeña pausa para poner en orden sus pensamientos-Bajo su timidez, se oculta un brillo radiante que ayuda a los demás sin dudarlo-admitió Henry, sin ser capaz de mirar a Olivia a la cara... nunca había sentido su rostro tan acalorado ni siquiera en el desierto de su hogar...
Olivia se mantuvo callada reflexionando las palabras de Henry, sintiendo que su rostro en cualquier momento se calcinaría, pero al mismo tiempo, sintiendo una reconfortante calidez en su pecho que no había sentido en mucho tiempo.
Acurruco su rostro en el brazo de Henry, sintiendo como su cuerpo se relajaba en aquella cálida sensación, ocultando su sonrojado rostro y la enorme sonrisa que se había apoderado de este, utilizando todo el valor que le quedaba, logró susurrarle un suave a gracias, apenas logrando levantar un poco su mirada para ver a Henry.
Él no respondió con palabras, pero... la sonrisa que le regalo significo para ella incluso más que un millón de ellas.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2nd
AdventureSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los príncipes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...