El deber con Askr

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Aun con todo lo que enfrentó desde que Phyria llegó al reino de Askr, Alfonse no podía negar que en estos momentos no solo se encontraba nervioso, sino también genuinamente aterrado, no comprendía como lo sucedido había llegado a saberse hasta las partes principales del castillo, pero de lo que estaba seguro era que no saldría con buen pie de esa situación.

Todo sucedió un par de días atrás cuando estaba patrullando con su grupo una parte de la frontera con Embla, los ataques cesaron significativamente semanas antes, pero eso no evitaba que sintiera una cierta preocupación sobre los próximos planes de ataque de la princesa Verónica...

Realmente Alfonse, deseó que aquellas preocupaciones fueran completamente infundadas, pero su conocimiento de la pequeña princesa de Embla acabo dándole la razón de la manera que menos esperaba, en menos de una hora de haber llegado al bastión, un aluvión de soldados de Embla ataco sin misericordia con el único objetivo de no solo destruir la fortaleza, sino también matar a cualquiera que defendiera el lugar...

Alfonse incomodo recordó con pesar aquellos enfrentamientos que tuvo en la tierra de la reina Laegjarn, en especial por la gran ferocidad de los soldados de Embla y... el enorme derramamiento de sangre de las tropas que tuvieron ambos bandos... de no haber llegado los refuerzos a tiempo... Alfonse estaba seguro que ninguno de sus compañeros ni él, hubieran sobrevivido al terrible asedio.

Tratando de mitigar aquel malestar, Alfonse no pudo evitar recordar como Phyria, Lyn y Nino casi fueron asesinadas por salvarle la vida cuando un pelotón de soldados de Embla, lo arrinconó en una de las pocas partes del bastión que era prácticamente un callejón sin salida... y ahora luego de aquel terrible evento, tenía que responder ante la máxima autoridad del reino de Askr...

Su padre... el rey Gustav.

-¿Alfonse, te encuentras bien?-escuchó la voz de Phyria muy preocupada, debido a que Phyria era también una de las líderes de la orden, también fue convocada por su padre para hablar sobre... lo que ocurrió unos días atrás.

-Estoy bien-afirmó Alfonse, sintiéndose orgulloso de haber podido mantener el temple en su voz.

-Recuerda que no lidiaras con esto solo-mencionó Phyria en tono tranquilo, tomando por sorpresa a Alfonse-Sea lo que sea que vaya a decirnos, puedo asegurarte que no permitiré que te haga responsable por todo-aclaró Phyria con una sonrisa segura, tratando de calmar a su amigo.

Alfonse le sonrió a manera de respuesta, ya que no era capaz de confiar en su propia voz, y mucho menos con el temor de que Phyria también saliera perjudicada de todo eso, cuando le debía mucho más que su vida luego de todas las cosas que su buena amiga hizo por Askr.

Con el corazón en la garganta, Alfonse entro a la sala del trono junto con Phyria, la presión en el ambiente fue algo que sintió apenas puso un pie en el lugar, a pesar de la distancia que separaba el imponente trono de Askr de la entrada de la sala, Alfonse pudo sentir como la mirada de su padre se clavaba sobre ellos como una filosa lanza...

...

Parecía que... esta sería otra batalla perdida... una que esperaba que el precio no fuera ser removido de la orden que tanto amaba...

Apenas estuvieron a poco metros del trono, Alfonse y Phyria se arrodillaron como una muestra de respeto, Alfonse suspiro ligeramente de alivio al ver que Phyria fue bien informada sobre el tipo de formalidades que se debían adoptar en ese tipo de situaciones.

-De pie-la firme voz de su padre lo estremeció, pero se mantuvo tan calmado como pudo mientras apenas podía ver a su padre a los ojos-He de suponer que saben porque han sido invocados ante mi presencia-continuo Gustav en tono formal... pero tan gélido como el aire de Nilf...

Una "aventura" en Fire Emblem Heroes 2ndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora