Felices fiestas mis Simonaters espero les haya ido espectacular. Lo mío si fue estar en casa solita, el monstruo del covid 19, más otras crónicas de las desgracias del 2020 no dejaron otra opción, pero vivamos como Simona en cuasi fantasías.
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No se dio cuenta que estaba esperando hasta que terminó de comer y se sintió decepcionado, no era la primera vez que tenía esa sensación por esos días, pero si era la primera vez que le daba un nombre.
Había pasado una semana y Simona no había vuelto a almorzar con él, para Matt no era tan claro, pero empezaba a acostumbrarse a su compañía y su impertinencia, sobre todo después de que se había percatado que era más que una muchachita con cortes centennial.
Reconocía que no le gustaban los centennials y quizás era un poco prejuicioso, pero Matthew solía serlo, aunque no fuera consciente de eso, le molestaban porque eran nativos en la era digital, no conocían nada anterior a eso y creían que todo acababa y empezaba ahí, evidentemente Simona también rayaba con esas características, pero lo habían sorprendido cosas de ella, efectivamente la había subestimado y ella sin siquiera proponérselo le había dado un bofetón en la cara indicándole lo equivocado que estaba.
De todas maneras dejó pasar esos pensamientos y se concentró en la agenda que tenía para esa tarde, a pesar del esfuerzo que había hecho con el dichoso reality, habían terminado posponiendo el estreno y a pesar de lo mucho que había trabajado, lo prefería de esa manera, aquello estaba muy accidentado y él estaba intentando estar más al tanto de lo que ocurría.
También con la parrilla que había posterior al noticiario de las 7 pm, estaba descendiendo con la competencia y debían acomodar lo que allí habría, dado que se suponía que era el prime time.
Una vez en su casa se inclinó por un clásico de Stanley Kubrick, le correspondía al año 1962, solía ver a los directores en orden para entender mejor su evolución, ese día eligió a Lolita y mientras Humbert Humbert era fascinado por la ninfa en sus lentes de corazón él no pudo evitar pensar nuevamente en Simona, a esa jovencita solían gustarle ese tipo de lentes de sol, de hecho en alguna ocasión la vio con unos en forma de corazón, sólo que no tenían el marco rojo.
No había notado eso hasta que Abril se lo hizo consciente, las excentricidades de esa joven eran algo cotidiano, algo a lo que él no solía prestarle mayor atención, de hecho a toda ella no le prestaba atención, no fue hasta entonces, hasta que vio un lado de ella que no conocía que no empezó a considerar que había alguien allí, alguien detrás de la inoportuna de siempre.
Miró su teléfono que yacía inmóvil en la mesa auxiliar de su sala de estar, que a su vez era su sala de entretenimiento, porque eso pasaba con las personas que vivían de su sueldo y no de una herencia millonaria acumulada con dineros mal habidos y cuya procedencia negaban tajantemente espetando un supuesto legado de arduo trabajo.
Tomó el móvil con cierto picor en sus manos, conocía la sensación, pero no le dio nombre entonces, ni siquiera hizo la asociación, no recordó que le había pasado años atrás con la señorita Bracho, de una manera bastante diferente, pero igual, la cosa con Rebecca había residido en que lo había cautivado desde el primer momento que la vio, así que empezar a stalkearla se le volvió una adicción.
Esto al ser tan diferente ni siquiera le había dado una alerta, no lo sintió como algo remotamente análogo, sólo una curiosidad "normal", de alguien que desea saber un poco más de una persona que está conociendo.
Ni siquiera detuvo la película, Humbert se las había arreglado para llevarse a Dolores y en cambio Matthew por su parte intentaba buscar en YouTube un canal que aunque le habían mencionado varias veces no recordaba, así que era como una aguja en un pajar, se inclinó por algo más simple y fue colocar en el buscador de google youtubers en Barcelona y ahí estaba a un link de lo que ella llamaba "el mundo según Simona".
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...