Parte 8 "Ser feliz a su manera"

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Soy lo peor con esta historia, no es que no me guste, no es que me concentré más en las otras, es simplemente que me cuesta mucho que este par me den escenas, ¿pueden creer que sé toda la historia? Pero no sé cómo contarla, lo cual es triste.

Estoy haciendo un gran esfuerzo por escribirla y actualizar más seguido.

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Llevaba tratando de ejecutar su plan maestro desde hacía ya algunos días, más que por lo complicado que pudiese resultar porque tenía que armarse de valentía, aunque eso era un poco extraño viniendo de ella, ya que en realidad cualquiera que conociera su historia de vida podría decir que ella no era particularmente cobarde, sin embargo habían cosas, cosas que pocos sabían y esas cosas la hacían parecer algunas veces como alguien que huía por las ramas, todo dependía de los lentes de la persona que mirara la situación.

No obstante Simona no era de concentrarse mucho en lo que la gente pensara, después de todo nunca tendrías a nadie del todo contento, porque cada quién juzgaba a través de sus propias experiencias, de manera que lo que para unos estaba completamente bien para otros no mucho, ella basaba sus decisiones entonces en lo que la hacía feliz, era era otra de sus leyes de vida, ser feliz a su manera.

Parte de sus trabas por aparecersele ahí a Matthew Shepard tenía que ver un poco con esa parte de su vida que podía hacerla ver como una completa gallina, pero como de costumbre ella no quiso pensar mucho en ello, ser feliz a menudo implicaba hacer lo que te daba tu real gana, aunque para otros eso fuera censurable.

Mucho de su vida era censurable, para las moralistas que una jovencita de 20 años se dedicara a perseguir un ejecutivo de una cadena televisiva era completamente inadecuado, después de todo de acuerdo con sus ideas retrogadas y caducas guardaban relación con era el hombre quien tenía que conquistar y Simona no es que fuera una progresista, simplemente tomaba lo que quería, aunque eso la hiciera parecer como una pseudo buscona.

Si era franca no esperaba encontrarselo en esa primera audición, pero no le molestaba para nada que así hubiese sido, eso hacía que todo valiera aún más los riesgos, él se quedó pasmado viéndola, ella en cambio le sonrió traviesa, le encantaba la profundidad de sus ojos grises, no era tan normal ver ese tipo de ojos, a menudo eran azules o verdes, pero los grises, esos eran otro cuento, sobre todo con la nitidez que él los tenía, ahí se hallaba fantaseando con enredar sus dedos entre su cabellera negra, él era exactamente lo que le había recetado el doctor y con gusto se dejaría aplicar unas cuantas inyecciones de él.

Requería mucho autocontrol no pasar del pensamiento a la acción y pasarle la lengua cual si fuera un chupa chups -calmate Simona- se dijo a sí misma refrenando sus instintos gustativos más primarios, lo cual era difícil, muy difícil cuando él lucía endemoniadamente atractivo en ese camisa denin, ella solía meterse con otro tipo de hombres, menos acartonados y más desaliñados, pero realmente no es como si tuviese un tipo en específico, en primer lugar porque odiaba limitarse, en segundo lugar porque las personas no debían ser clasificadas en listados, era realmente estúpido creer que alguien cupiera en un catálogo, la gente tenía matices y a ella le encantaba descubrirlos.

El leve gesto de sorpresa que él emitió fue reemplazado rápidamente por una expresión inescrutable, era como si a él no le gustase que descubrieran lo que sentía lo que pensaba, pero ella tenía como meta revelar todos sus secretos, era algo testaruda, para mucha gente eso era un defecto, ella no lo consideraba así, gracias a su testarudez no habían limitantes en su vida por muy difíciles que parecieran los obstáculos que se presentarán Simona los sorteaba y los volvía a su favor.

Hizo su audición hablando de sus intereses de gammer, no podía vender algo que no era porque ese era el tipo de youtuber que era ella, la chica que hablaba de vídeojuegos, series y películas geek, si el formato que buscaban en ese pseudo reality no era compartible con su manera de ser ya tendría que idear otro plan para acercarse a él, su única meta era esa: él; realmente participar en ese reality no mucho, ni siquiera por la publicidad y el dinero del premio.

No es como si desmeritara la apertura que un programa como ese podía brindar, sin embargo el publico al que ella se dirigía no miraba TV y si lo hacían, pues lo harían con plataformas como netflix o HBO.

Esperó que él dijera algo al terminar su casting, pero no emitió ningún comentario, fue el tipo que estaba a su lado el que se lo dijo todo y que ya se enteraría si pasaba o no a la segunda fase.

Simona no escuchaba, estaba ahí mirándo a su versión de Han Solo, ella no era tonta sabía que mientras ella era colores, él era todo gris, no es como si se estuviera engañando, pero también pensaba que a la hora de interactuar con otros no se debia buscar a un igual, sino a alguien totalmente opuesto que pudiese ofrecerte otras cosas, para qué andar por la vida coleccionando personas espejos, de ser así ella jamás se habría entendido con Maria Antonia.

Ella simplemente quería mostrarle a él que podían conocerse, estaba segura que si cedía un poco y le daba un chance ella conseguiría pintar un poco de color en su vida y quizás él la asentara a ella, no creía que fuera malo un poco de seriedad, le vendría bien.

Sin decirles nada simplemente se puso a bailar en el escenario, notó que una de las cámaras se encendió y ella simplemente empezó a tararear "be the one":

-"I see in blue oh, and you see everything in red and there's nothing that I wanna do for you do for you oh, 'cause you got inside my head".

Eso lo hizo cambiar esa expresión inescrutable y al menos puso una mano su barbilla mirándola interesado, estaba segura que mantendría esa mirada, lo sorprendería siempre, haría que su atención siempre se enfocara en ella y esa era una declaración de guerra y no porque ella fuera bélica, oh no, lo que menos le interesaba era ir por la vida lastimando a los demás, simplemente esa era una guerra entre él y ella donde él se resistía y ella insistiría y al final terminaría siendo las cosas como ella quería, porque él era su reto, su objetivo, su mejor decisión.

Y quería ser para él no lo primero en la lista, pero si la última cosa que anotara en ella, valía la pena vivir cuando se hacía todo tan intensamente y algo le decía que aunque él tenía vida no la usaba mucho.

Una locura llamada Simona [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora