Una locura llamada Simona [Terminada]

Parte 14 "Nuevas generaciones"

Todo estaba listo y era una realidad que no podía seguir eludiendo a pesar de sus resistencias al respecto, le estaba entregando todo a ese proyecto, porque a él no le gustaba tornarse irresponsable, ni mucho menos mediocre, así que aunque detestaba todo el esquema del programa 'él había invertido la misma dedicación que con otros de sus proyectos.

Pese a eso todo en ese nuevo programa le incomodaba, empezando por el hecho de que fuera un pseudo reality show, algo que a su manera de ver rebajaba mucho el contenido audiovisual, si eso no fuera poco sería con youtubers -otra degradación para lo audiovisual- y él sentía que cuando eligió esa carrera lo había hecho con otros fines bastante disidentes a los que en ese momento lo tenía allí pensándose todo.

El programa no era nada complejo se suponía que habrían tres jurados que apadrinarían a los concursantes y estos últimos en lugar de ser personas comunes como en otras plataformas, tendría de atractivo que participarían youtubers con cierto renombre en España, la idea era que cada semana tendrían que elaborar contenido lo suficientemente atractivo como para ganar los suficientes likes y visualizaciones que les brindaran la protección semanal y con ello la continuidad en el programa.

Matthew llevaba ya algunos meses con todo el equipo creativo trabajando en ese proyecto, no creía, ni le gustaba mucho esa clase de entretenimiento, pero si creía que cada cosa que él hiciera debía estar perfecto. Sentía que su animadversión guardaba relación con todo lo que implicaba el fenómeno Youtuber, que Matt lo llevaba a un punto más profundo y era todo el tema con las nuevas generaciones, personas cuyas interacciones tenían que estar mediatizadas por internet, que no distinguían entre lo privado y lo público.

El problema con todo eso es que él solía pensar que la conectividad no iba de la mano con sociabilidad, las nuevas generaciones requerían todo el tiempo de estar conectado a alguna red social, pero la soledad y la indiferencia eran la orden del día, además ese tema de estar compartiendo todo lo que hacían o no hacían era algo molesto para alguien tan reservado como Matthew Shepard, sobre todo porque sentía que todo lo que se publicaba era ilusorio.

Eso también tenía un impacto enorme en el consumismo excesivo, donde no se planteaban la posibilidad del deseo, cuando ya estaban accediendo a un nuevo objeto que supliera necesidades totalmente inventadas, la perentoriedad era algo carente en este tipo de sociedades y a su manera de ver fundamental a la hora de encausar el deseo, de pensarselo y promoveer acciones que fueran en la vía de alcanzarlo.

Una sociedad tan inmediatista lo que afectaba era la forma como hacían manejo de la frustración, algo impensable en esas personas que siempre obtenían lo que querían.

Él comprendía por qué la cadena BV para la que trabajaba deseaba meterse en esa línea, de alguna manera era sabido que los youtubers tenía acceso a los consumidores jóvenes y ese era un mercado jugoso al cual se deseaba acceder, no había nada que vendiera más que el fenómeno del "fan" y por excelencia eran los adolescentes los que más se obsesionaban con ídolos, él comprendía todo eso si lo miraba de cerca, el problema principal era cuando lo observaba de lejos y ahí venía esa dicotomía entre cumplir con lo que se le estaba pidiendo y su posición al respecto.

Sin embargo ya todo estaba listo, así que el siguiente paso era informales a los seleccionados que eran requeridos para firma de contratos y toda la tramitología legal de la que él evidentemente no se encargaría.

Le entregó las carpetas con todos los rostros a su secretaria para que cuadraran con el departamento legal el momento más propicio para ser citados. Matt ni siquiera había mirado las carpetas, era otro asunto con el cual no se sentía cómodo, dado que se había hecho una convocatoria enorme donde se ilusionaba a las personas con la idea que podían ingresar, pero el perfil ya estaba claro, sólo aquellos que tuvieran más seguidores iban a ingresar, no importaba quiénes fueran ni el hecho del talento como lo habían querido vender.

Por ello no interesaba que él le viera las caras, le gustasen o no ya habían ingresado por el hecho de mover masas.