Una locura llamada Simona [Terminada]

Parte 40 "My time"

Gerad Balagué saludó a Matt con un fuerte apretón de manos que él a su vez devolvió, se distinguían del medio, aunque no eran cercanos si habían trabajado en un proyecto en París cuando él trabajaba en la sede de KNC y Gerard ya se hacía una carrera en BV, la mayoría allí llevaban tiempo, era una empresa bastante estable y constante con los empleados, Gerad era una de esas personas con visión, así que si compaginaban.

Estuvieron en una junta con sus dos asistentes, Adriá y Abril, notó que la castaña le coqueteaba a Gerad, pero Matt se hizo el desentendido, esas cosas del romance no era algo en lo que Matt empleara sus esfuerzos, ni mucho menos su tiempo, el chisme era un tema inconcebible, así que definitivamente no era de su interés si se traían algo, de hecho sólo había notado los coqueteos porque eran obvios y sentía que entorpecían el desempeño de su asistente, así que si le hizo un leve llamado de atención para que se centrara, pero lo que hiciera con su tiempo no laboral, no era de su incumbencia.

No podía decir que sintiera agrado hacía Gerad, pero aceptó ir a comer con él y otros ejecutivos del canal, sólo porque en medio de su ingenuidad pensó que seguirían laborando, pero no fue así, le ofrecieron un puro, él lo aceptó, llevaba un tiempo sin fumar alguno y era uno de esos placeres que Matthew disfrutaba sin culpas, no lo sentía como un vicio, él no lo hacía constante, ni se fumaba uno tras otro, el puro se trataba de calma, de disfrutar el momento, no apagar ansiedades como lo hacían las personas que si lo tenían por vicio, para Matthew en cambio era lo opuesto y entre más intimidad tuviera al hacerlo más lo disfrutaba.

No quería decir que no lo estuviera haciendo en ese momento, no eran tantas personas, sólo 6 contándolo a él y todos con pasatiempos muy similares, lo sabía por las discusiones que tenía y de las cuales algunas sentía cierta identificación, a pesar de no estar trabajando el tema era mencionado, no era en vano, ya que el trabajo era parte de los pasatiempos y no porque no fuera una necesidad de primera línea para garantizar un nivel económico, sino porque la gran mayoría de los ahí sentados les gustaba lo que hacían.

Él podía decir que efectivamente había disfrutado de la velada y que incluso sirvió para fluir mejor con Gerad y los demás en temas laborales, el canal pasaba por un buen momento, a pesar de los productos de streaming. Ellos eran consciente que había unos retos nuevos que venían por parte de la cuarta revolución industrial.

Cada sector ha recibido su elemento disruptor, pero en torno a la televisión, el futuro parecía  cada vez más cerca, desde hace años con Netflix se empezó a aplicar un modelo de series y películas a la carta por suscripción a precios muy bajos, que tenía el plus que le permitía a los espectadores ver el contenido en cualquier momento y sin interrupciones.

Había que reconocer que eso había supuesto un golpe muy fuerte para la industria, pues empezó a generarse una nueva forma de acceso a los contenidos, ya no de forma ilegal como lo hacían previamente otras páginas de internet. Evidentemente algo que había generado el miedo en las televisoras es cómo Netflix había sabido interpretar las preferencias de los consumidores, en otras palabras: puso al consumidor en el centro de su modelo de negocio y con ello cambió el prime time por my time.

El tema con la televisión tradicional es que si se quedaba atrás en todo esto terminaría por desaparecer , no obstante un punto crucial por el cual apostaban era la distinción entre el contenido lineal del no lineal, al primero el usuario le da valor porque puede consumirlo en tiempo real, como lo eran los eventos deportivos y noticieros, dos de las cosas que los españoles consumían en demasía, sobre todo por su gusto por la liga de fútbol, tanto española como europea, eso no era algo que quisieras consumir posterior al en vivo, porque perdía la emoción y eso era lo que ellos tenían, que no lo ofrecía Netflix.

Por ello aun algunas de las compañías de entretenimiento y medios de comunicación apostaban por mantener su contenido en cable y tener sus propias plataformas de streaming.