Había volado a los Ángeles sólo con la finalidad de asistir a una de las ferias más importantes, la E3, el lugar estaba atestado como de costumbre, muchos que como ella eran amantes a los vídeo juegos se habían reunido para ser testigos de los adelantos que traían los principales exponentes, por lo menos Microsoft y Sony, como cada año habían montado algo grande y lleno de novedades, mientras que Nintendo siguió con su línea de Nintendo Direct más vídeos y directos desde su Treehouse.
Definitivamente eso valía todo, porque para asistir a ese lugar la gran mayoría tenían que dormir muy mal porque en primera la idea nunca era quedarse en hoteles 5 estrellas sino en cualquier pichi lugar, era lo de menos porque al final ni se pasaba tiempo allí, a menudo se tenía que ir de madrugada por las grandes filas que habían para ingresar a los eventos y ni hablar de la comida ¿comer? ¿Qué era eso? Realmente para ser gamer debías sacrificar cosas que la mayoría de humanos no harían, ella sí.
Aunque había pasado numerosas incomodidades había valido la pena, se había ido con mucha información de varios video juegos interesantes, lo malo era que casi todos salían hasta el 2019, sin embargo lo bueno de todo es que había podido subir todo en su canal y los seguidores que no tenían la forma de ir habían enloquecido con todas las novedades, ella también había estado algo eufórica.
Ni siquiera en ese momento se arrepentía, aunque tenía un poco de fiebre y ésta siempre era incómoda porque te hacía sentir calor y frío y no sabías si abrigarte mucho o desnudarte, a Simona no le gustaban mucho los extremos ni tampoco la gente que se iba a los mismos, por eso la fiebre aunque no era una persona era bastante molesta, porque era un extremo constante.
Pero lo que la tenía en esa habitación no tenía nada que ver con sus juegos y todo que ver con ese frío que la invadía, incluso tenía puesta la capucha con la cara de pikachu para calentar su cabeza de esa helada.
Se acuclilló en una de las mesas y descolgó la pequeña llave que llevaba en una cadenilla, abrió el candado y obvio varias cajas con medicamentos extrayendo sólo un antiinflamatorio para su fiebre, con un acetaminofén serviría, no necesitaba nada más.
Estaba segura que lo que le ocurría tenía que ver con los excesos de la feria, pero había valido cada instante, no importaba lo indispuesta que se encontrara en ese momento, el sonido del teléfono la sacó de sus pensamientos caminó arrastrando sus pies como antes y se tiró en el sofá sin ningún tipo de cuidado tomando la bocina del teléfono que tenía forma del batimóvil de Batman.
-Alo.-Dijo con una voz ronca espantosa, lo que la hizo carraspear intentando sonar normal.
-Noooooo.-Gritó su amigo Poncho del otro lado de la línea, ella alejó levemente el auricular porque la había aturdido.
-¿Qué pasó?- Preguntó medio aturdida aun por el grito.
-Pues que Migue dijo que todavía estabas en la casa y efectivamente tenía razón, Simona te estamos esperando.- Ella se llevó la mano a su frente algo alarmada
-Ya iba, lo juro, sólo tenía ligeros problemas técnicos- entiéndase estos por una fiebre de 39 grados, pero eran meros tecnicismos, nada que la fuera a matar ni le impidiera hacer el challenge.
Colgó y empezó a arrastrar sus pies de vuelta a su habitación donde arrojó sus pantuflas lejos, no se quitó su suéter de pikachu, era sobrevivencia, tampoco estaba tan demente como para morirse de frío, se quitó la sudadera de la pantera rosa y para su pesar sus piernas sintieron un escalofrío que desgraciadamente se propagó por todo su cuerpo.
Apretó sus labios y buscó uno de sus jeans moviendo las piernas para generar calor, aunque era medio consciente que el frío que sentía era por el calor que emanaba de su cuerpo al entrar en contraste con el aire sabía que los movimientos en el cuerpo, que la gente conocía como temblores estaban diseñados para generar calor.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...