Matt lo había olvidado y cuando recordó era muy tarde, pensó en ir a su casa y de hecho lo hizo, aunque ni siquiera pudo comprar flores, porque la floristería estaba cerrada, aunque iba con las manos vacías espero en el portón que ella le abriera, pero no lo hizo, se pasó las manos por el pelo entendiendo que ella debía estar enfadada, aunque no era usual en Simona enfadarse, a menudo era muy tranquila con todo, él era el que más se enojaba, pero le había repetido que su cumpleaños era una fecha importante y él lo había olvidado.
Lo intentó varias veces, el resultado fue el mismo.
La llamó a su móvil y tampoco hubo respuesta.
Volvió a pasarse la mano por el pelo, lo había olvidado, era todo lo que se repetía y aunque para él los cumpleaños fueran un sin sentido, su palabra si no lo era y él había faltado a ésta.
Intentó esta vez con la vecina y la mujer algo huraña le atendió, aunque cuando le dijo que buscaba a Simona le había colgado el intercomunicador sin ningún tipo de cordialidad, a riesgo de cualquier cosa volvió a llamar a la vecina y le planteó que era un tema laboral, la mujer no le creyó, pero accedió a tocar la puerta de Simona a cambio que dejara de increparla y una vez lo hizo le dijo que nadie le había atendido.
Seguramente no estaba ahí, después de todo era su cumpleaños y ella tenía amigos, quizás se estaba divirtiendo y él estaba exagerando, ella lo vería como algo sin importancia, como siempre hacía, así que eso lo convenció para irse a su apartamento.
Su sueño estaba algo esquivo, suponía que por todo lo cargado del día, siempre había cierto efecto de tratar con Rebecca Bracho y todo empeoraba porque había olvidado su compromiso previo con Simona, a él no le gustaba incumplir con lo que acordaba, de manera que era algo molesto.
Sin embargo vio una película llamada "cabeza borradora" de David Lynch, como siempre el director se regía bajo sus propias lógicas y el film surrealista podía ser también un subgénero del suspenso, ello cumplió su cometido y era el de apagarle la mente, Matt era cinéfilo porque por un rato se sumergía en una realidad diferente que le permitía calmar su mente.
En la mañana retomó su rutina, como era usual cuando no estaba con Simona y simplemente su vida era predecible, llegó a su oficina y ese día ella tampoco fue, el día anterior no le había sorprendido, en tanto era su cumpleaños y ella estaba decidida a que fuera un día atípico, por tanto nada de jornada laboral, pero al parecer se había tomado muy enserio eso de faltar y lo había extrapolado a toda la semana, porque los días posteriores tampoco arribó, ni atendía el móvil, empezó a sospechar nuevamente que estuviera molesta con él.
Al ir a su casa no estaba y eso que había molestado de nuevo a la vecina, quien decía no estar pendiente de los movimientos de Simona, pero a la vez daba la claridad que llevaba días sin pasarse por ahí "cual casquivana", había resaltado ella y aunque Matthew no era celoso si se empezó a preguntar por las razones de su paradero y si efectivamente había alguien más, nunca se había preguntado eso: sí Simona tenía otras personas con las que tuviera una relación como la que llevaba con él, no era quién para andar indagando en eso, ni mucho menos solicitar explicaciones.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...