Aquél espectáculo se había terminado parcialmente cuando los terceros abandonaron el local, la amiga de Simona no se había quedado mucho, desencajaba con ellos, como era natural en alguien de su edad, y Will y Anna se acababan de marchar aludiendo a necesitar descansar para el día siguiente, al parecer William y Marie tendrían una cita en un centro de fertilidad.
Una vez en la mesa sólo quedaron él y Simona no pudo evitar por fin dejar de tener su rostro sin expresión alguna que denotara su sentir, a Matthew no le gustaba mucho hacer públicas sus emociones, ni mucho menos ventilar sus intimidades, aunque se suponía que los presentes eran sus amigos, pero lo cierto es que así era mucho antes de enterarse que todo en su vida era un castillo de naipes que se derrumbó con suma facilidad y así lo era aún más por esa época donde todos aquellos en los que confió lo habían decepcionado.
Simona no estaba exenta de ello, de hecho, era una de las personas que más lo había defraudado, pese a que nunca puso expectativas en el vínculo que tenían, lo cierto es que ella era una embustera, como todos los demás en su vida y le había otorgado otro tipo de lugar, porque en un acto estólido él creyó que ella era honesta, la pizca de honestidad de la cual su vida carecía por completo.
Quizás ella creía que por el hecho de no haberla increpado en público ya todo estaba saldado, pero no era de esa manera, simplemente odiaba por completo que su vida fuera conocida y por ello había pasado horas sin hacerle ningún tipo de recriminación o llamado de atención, en primer lugar por todo aquél espectáculo con el mesero y en segundo lugar porque su postura con ella no había cambiado.
Soltó el aire algo irritado al verla con esa actitud tan despreocupada, como si seguirlo hasta allí no estuviera mal y si es que de verdad era una casualidad haberse escondido detrás de unas plantas, todo eso le parecía inaudito.
-¿Quieres que caminemos?- Dijo ella ajena a sus pensamientos, pese a que toda la postura corporal de Matt denotaba su irritabilidad.
Él se tardó en responderle, porque lo había llamado clasista, le había mentido, se justificaba y ni siquiera se disculpaba porque simplemente no reconocía todo su proceder como un error, intentaba fingir que nada había pasado y continuar y eso le parecía inaudito.
-Francamente no termino por discernir el grado de cinismo que tienes.-Le espetó parco, esa vez fue ella quien suspiró porque él no salía de lo mismo y ella no era de patinar mucho en lo mismo como una especie de disco rayado.
-¿Sigues con lo mismo? ¿No podemos avanzar?
- Y establecer como que todo tu accionar nunca se dio.
-Pues no, si no es algo que quieras, pero es que llevas días sin salir de lo mismo, dele que dele, sin mirar soluciones que permitan avanzar, sólo ahí encerrado en el problema como si te enamoraras de la piedra.
Matt soltó nuevamente el aire considerablemente más irritado de lo que estaba, Simona no sólo era testaruda y cínica, sino que además era descarada.
-¿Y entonces como con el chasquido de un dedo debo olvidar todo tu accionar?
-Ya te dije que si no quieres no tienes que olvidarlo, pero si vas a seguir hablando de lo mismo, al menos centrémonos en la solución y no en el problema.
Matt negó con la cabeza algo incrédulo, no podía con esa mujer y su desvergüenza.
»Es real Matt, continuas en lo mismo como un disco rayado, no entiendo por qué no pasas la hoja.
-¿Ah yo soy quien debo pasar la hoja?
Ahora era él quien le salía a deber, era increíble.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...