-Hoy estás más serio que de costumbre.
-No hable como si me conociera.-Contestó seco.
-He aprendido a conocerte.
Matthew la miró incrédulo, de por sí nunca estaba de humor para tolerar la desfachatez de esa muchacha, pero ese día en particular su humor andaba en detrimento, él no era mucho de dejar que las emociones lo avasallaran sólo estaba teniendo días difíciles, entre la noticia del embarazo de Rebecca y ese reencuentro con Lindsay lo tenían un poco de mal humor, lo que lo hacía más huraño que de costumbre.
Él no era un hombre particularmente huraño o era lo que a él le gustaba pensar, porque Simona si lo veía así, lo veía como alguien triste que a menudo ponía escudos de distancia y mala cara, ella era una persona empática, ahora mismo sentía la tristeza que él tenía, aunque le contestara de mala manera, sabía que no estaba enojado como lo hacía ver, sólo con un dolor inmenso que ese par de ojos grises no podían ocultar, aunque él se esforzara tanto por poner barreras, por alejar a cualquiera que decidiera acercarse.
Ella sacó su lonchera de hora aventura y de ésta a su vez un recipiente con la forma de Jake y se lo acercó al lado de la mesa de él que la miró como si no entendiera.
»Son mis galletas de animalitos- le dijo ella a manera de explicación al verlo tan confundido.-A mí me suben el animo, soy muy ricas y tienen formas.-Ella abrió la caja de Jake mostrándoselas- Mira ésta es una jirafa.
Él la miró sin comprender por qué diablos le estaba entregando unas galletas con formas de animales, además porque no se conformó sólo con mostrarle la jirafa, sino que sacó cada uno de los animales manoseando todas las galletas, definitivamente no se metería nada de eso a la boca, quién sabe dónde habían estado esas manos.
Simona en cambio le sonrió afable tendiéndole una en su mano, lo instó a comerla, aunque él se negó con una mueca de asco, por lo que ella se la metió a su boca y la masticó sacando el tarro con forma de Finn que era donde había vertido su leche chocolatada.
»Las galletas de animalitos no son ricas sin leche achocolatada.
-¿No está algo grande para comer esas cosas?
-Para unas cosas me tratas como a una niña y para otras me dices que ya soy grande, la edad es sólo un estado mental, yo no me siento niña, ni adulta, ni mucho menos anciana, sólo hago lo que quiero, sin importar si eso que quiero no corresponde con mi supuesta edad cronológica.
Él la miró interesado, porque tenía un punto valioso allí que nunca se había pensado, a pesar que Matt pensaba muchas cosas en la vida, pero en ese instante mientras Simona le hablaba tan seria de lo que pensaba sobre el actuar y las edades vio una faceta de ella que nunca había visto, la vio un poco menos fastidiosa, notó por primera vez que debajo de esa chiquilla empalagosa había algo.
-Hábleme más de eso.
-Sólo si te comes una de mis galletas.
Simona estiró de nuevo el tarro de Jake, Matt miró aquél recipiente y su contenido con desconfianza, pensando en cuál de aquellas galletas ella no había manoseado, extrajó una de un mono, no la había visto sacarla y se la comió con desconfianza, aunque a decir verdad estaba bastante buena, tenía trocitos de avellanas, no recordaba ese tipo de galletas, aunque siendo un niño de vez en cuando comía en casa de su abuelo.
Cuando se la terminó la miró esta vez instándola a hablar, ya había cumplido con su parte del trato, le correspondía a ella cumplir con su cuota.
-Pues mira eso es como solía decir Lincoln al final no importa cuántos años tengas de vida, sino la vida que le pongas a esos años- Ella se encogió de hombros- Así que ves, la edad es un estado mental, si te sientes viejo lo serás, en mi caso no me gusta caer en categorías.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...