Flotaba...
Miraba la luna y se sentía casi tocándola.
Tenía una sonrisa boba en su cara, llevaba con ella mucho, algún par de días y todavía no se le borraba, en ese momento mordía una uña insistente, de manera descuidada, mientras miraba la luna llena y sentía el frío helarla desde donde estaba, parada en su ventana mirando hacia el cielo, persiguiendo las estrellas escasas que no se veían por culpa de la polución de la ciudad, pero estaba segura que andaba allí, flotando, caminando por encima de todos esos edificios y volando.
Su cama estaba vacía, no había nada diferente a su memoria que lo tuviera con ella, lamió sus labios de forma descuidada, sin saber muy bien que lo hacía, pensando cómo ese hombre ponía a volar su mente, la facilidad que tenía para prenderla, era como un cerillo en sus manos.
Pensaba en él cuando un sonido de su móvil la hizo caer desde las estrellas al suelo de su apartamento, estiró su boca un poco incómoda, no le gustaba estar en la tierra, prefería estar volando y tocando la luna, él le generaba eso, sus ojos grises, sus labios, aun cuando no eran para nada carnosos, sino en esa línea recta y escasos, pero vaya lo que podía hacer con ellos, lo que podía hacer todo él.
Miró su móvil con cierto desgano, como era usual tenía las bandejas a abarrotar, eso usualmente la hacía feliz, le gustaba francamente lo que hacía e interactuar con sus simonaters, a menudo ellos tenían los mismos gustos que Simona, así que se sentía no sólo acompañada, sino entendida, algo que por muchos años no consiguió en el círculo que se movía.
Pero ahora mismo preferiría seguir flotando, pensar en lo delicioso que era acariciarlo, perderse en un beso, ahondar en sus secretos, escucharlo con dejadez y tenerle cierta paciencia, él se había vuelto su pasatiempo favorito, por sobre encima de todas las cosas que le gustaban de su vida tan llena.
Tenía cierta adicción de mirarlo, verle las muecas, reconocer sus gestos y nuevamente lamía sus labios de manera descuidada, iba a dejar el móvil de lado y permitirse flotar, hasta que vio un mensaje de él en su bandeja de entrada de WhatsApp.
No hay nuevas entradas, es una lástima, quería ver con qué salías. 19: 04 pm
Ella sonrió, sonrió aún más que lo que o hacía minutos atrás mirando la ventana y la luna en el firmamento oscuro, sonrió como una auténtica boba que estaba totalmente flipada, el mensaje no era de mucho tiempo atrás y si lo hubiese sabido antes, mucho antes habría dejado de ignorar las notificaciones que le llegaban.
Mi fan número uno me reclama? 19:27 pm-Le contestó.
Sonrió aún más mirando su móvil, él no estaba en línea, pero poco después apareció y pues nada, ella estaba ahí esperando y viendo que "escribiendo" fue el letrero que reemplazó su en línea.
El exceso de confianza es perjudicial para la salud, señorita Martín. 19:28pm
Suenas a comercial barato de alcohol 19:28 pm
Muy halagador de su parte, no esperaba menos ante una pequeña egocéntrica 19:28 pm
Y ahí estás extrañando a esta egocéntrica 19:29 pm
Él no le contestó más, pero siguió en línea y si ella fuera una de esas tías locas imaginaría que había algo más interesante en su chat, pero Simona no era así, era verdad que se tenía mucha confianza, así que lejos de pensar así se sonrió bobalicona mirando su pantalla cual obsesa por él y sintiendo otro pequeño triunfo, le había escrito a su móvil privado, aunque no recordaba que lo hubieran intercambiado y de hecho no lo habían hecho, aunque ella no podía estar segura, no lo estaba, ni se lo pensó más de un leve segundo de duda.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...