Parte 36 "Lo dulce y lo amargo"

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En la vida real las cosas no eran como en las comedias románticas, quizás por eso ella las detestaba y por eso prefería la ciencia ficción, de entrada sabías que lo que verías serían patrañas y no te quedabas esperando un jedi, ni tampoco un terminator, simplemente tenías claro que en la vida te pasaría y lo disfrutabas.

Ella en definitiva no se había esperado lo sucedido, es decir no esperaba pajarillos en su ventana, ni flores y chocolates, pero al menos el apapacho después del delicioso habría estado bien, pero ahí estaba Simona mirando el techo de su habitación desnuda y sólo cubierta por su mantita de Zelda, sola, completamente sola, sin apapacho, sin la conversación posterior, sin el cigarrillo, aunque ella no fumaba.

Quizás habría esperado cualquier cosa, menos la que pasó y no es como si fuera horrible, pero si la había dejado así, con una sensación agridulce.

Él se vino en su gatita -que era ella- le preguntó dónde estaba el baño, se introdujo en éste, Simona escuchó la ducha, mientras parpadeó asimilándolo y entonces se fue en punticas pensando que sería bienvenida, pero cuando intentó meterse en su propia ducha, él simplemente le había dicho "qué haces", dejándole claro sin decirla nada más que allí no era bien recibida, que era su momento, que necesitaba sacarse el olor a ella lo más urgente posible.

Así que ella se había metido a su cama, se había arropado y en esa posición estaba desde entonces, él claro que salió de su ducha, se vistió y se fue.

Simona suspiró...

La sensación era rara, por eso el único término que le calaba era el agridulce, como cuando comía papitas a la francesa con nutella, aunque no creía que estuviera asociándolo bien, era más como un dulce con centro ácido, sí, era más eso, era estar con una sensación de extrema felicidad y luego sentirse... No triste, no es como si estuviera triste, no era una tonta que esperaba las flores y la serenata.

Esperaba lo de Han Solo un Leia decir "te amo" y él contestar "lo sé", bueno quizás es que molaba más en la película, ¿quién sabe cómo se había sentido Leia?

La cosa es que ella si estaba flotando, bien decía el dicho que los chicos buenos iban al cielo, pero los malos te lo traían y si, a ella le habían traído el cielo esa noche, la cosa con su sentir es que...

...Ella quería más, quería más de ese cielo, quería que él regresara a dárselo y no se refería al orgasmo o a la buena revolcada que se habían dado, porque es que esa era una de sus mejores noches y lo decía con todo y la invitación que le hizo, con la conversación de sistema inmunológico, con todo él, no sólo con esos jodidos besos que habían superado sus fantasías, ni con ese cuerpazo que no tenía nada que envidiarle a ningún héroe de Marvel y DC.

Quizás fue porque por pocos segundos se imaginó ahí con él, compartiendo su frazada de Zelda y preparándole algo rico de desayuno.

Estiró su boca, nada la había preparado para esto, ni siquiera ella misma en sus fantasías, es que en ellas nunca llegaba a ver más allá.

Cualquiera diría al saber cómo andaba pensando que se arrepentía, nada de eso, había sido divertido, le había dado tremenda alegría a su cuerpo Macarena, más bien eso era un producto de la mercadotecnia de Hollywood y todas su basura romántica, en la vida real hombres y mujeres copulaban, la pasaban rico y no armaban drama de eso, Simona no era dramática, simplemente tenía que entender más bien que había dado tremendo paso ese día, se lo había besado hasta que ya, se mordió los labios.

-¡Auch!

Eso le había dolido, claro, era obvio con tanto mordisco, con tanto furor pasional, estaban hinchados comprobó mirándoselos en el espejo de su móvil y se tomó una foto, una vez se los vio sonrió, ¡vaya si estaban rojos!

Una locura llamada Simona [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora