No siempre vivir la vida al máximo consistía en estar por fuera de casa, llenarte de actividades o tener miles de propósitos, algunas personas no concebían la vida sin planes o en soledad, a ella le gustaba pasar tiempo con ella misma, aunque creía firmemente en aprovechar el tiempo, pero verse una serie y disfrutar del arte hecho televisión era algo que podía permitirse.
Sabía que si un erudito con ínfulas de sabiondo la oía decir que la televisión era arte la llevaría a la guillotina, en el mundo antiguo las artes eran sólo siete: arquitectura, pintura, escultura, música, danza, literatura y cine. Pero para Simona nada era tan limitante como las categorías que encasillaban, la fotografía podía ser arte y no por no ser una pintura era menos, lo mismo que los grafitis o las tiras cómicas.
En fin para ella el arte abarcaba mucho y defendería su punto de vista siempre, aunque realmente usualmente no discutía con nadie, cada quien podía meterse en las cajas limitantes que quisiera si eso lo hacía feliz, tampoco le gustaba andar colonizando la mente de los demás, le parecía grosero decir que sus puntos de vista eran mejores, precisamente sería caer en todo lo que criticaba.
Pero la televisión era una forma de democratización de un arte visual hecho vídeo, esto permitía una internacionalización de lo visual en un espacio accesible para el consumo individual, por ende, las posibilidades artísticas de la televisión se encontraban fuera del contexto convencional de la producción, realización y emisión.
Y ni se diga del streaming, lo avalaba por completo, había tenido varios problemas con muchas personas por su posición al respecto, porque querían encasillarla, pero ella iba a la vanguardia y cómo no querer avalar una tecnología multimedia que pudiese enviar contenidos de vídeo y audio a cualquier dispositivo conectado a Internet.
Así que sí, Simona amaba Netflix y YouTube y cualquier cosa que permitiera la difusión, nadie dijo nunca que los canales tendrían el monopolio visual por siempre y ni se diga de los estudios de cine que eran todavía más esnobistas, eso sí le daba mucha flojera, pero cada loco con su cuento.
Ella si disfrutaba estar en pijama todo el día, sin bañarse, con su mantita de Zelda, abrazado a su peluche de Jigglypuff y viendo una serie nueva que el tío Netflix había estrenado, se trataba de algo llamado la maldición de hill house, no solía ver muchas series de ese género, sobre todo porque sentía que todo estaba dicho y lo único que hacían era caer en los mismos clichés, lo que hacía muy complejo que algo realmente la sorprendiera o asustara como era el objetivo.
Hill house no era particularmente la excepción, las escenas que pretendían generarte un susto eran como de manual, sin embargo lo que sí le había resultado entretenido como para maratonear todo el día era la disfunción familiar, no sabía si era un poco morboso estar comiendo sus palomitas de maíz con nutella y chupándose los dedos, mientras observaba como esa familia se caía a pedazos, pero lo reconocía, le molaba que mostraran tan bien las imperfecciones, todos los traumas psicológicos que cada uno de los personajes parecían tener y como la condenada casa tenía algo qué ver en los mismos.
De alguna manera y aunque ella no se lo diría a nadie todo eso la hacía pensar en su propia historia, en la familia que tenía, en la manera cómo cada miembro lidiaba con la mierda, cada uno a su manera, con rabia, con culpa, con drogas, ella a su manera había pasado por cosas parecidas, incluso por período de autodestrucción, bueno María Antonia le diría que aun pasaba por ese proceso, pero era sólo una forma de verlo, para Simona era más bien vivir la vida, pero cada quien miraba todo dependiendo del color de sus lentes, los de ella estaban en la escala rosa, como su cabello.
Así que ahí estaba chupándose los dedos, pensando que le gustaba eso de humanizar las cosas, algo que habían empezado a hacer los directores, por eso de hecho le había encantado el caballero de la noche, Christopher Nolan la había sacado del estadio indagando en el Batman humano, algo que a Tim Burton se le pasó por alto en las películas noventeras, aunque esas también le gustan, pero por el carácter caricaturesco oscuro.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...