-Siempre quise surfear- Le dijo a Felipe con la mirada perdida a lo lejos, ella miraba a dos surfistas
-No te imagino queriendo hacer algo y no haciéndolo.-Ella le sonrió, pero no fue una sonrisa que se reflejara en sus ojos.
-Hay muchas cosas que quisiera hacer y no he hecho.
-¿Por qué no las haces?
La respuesta a eso era algo de lo que ella no hablaba, así que simplemente cambió de tema y su amigo se dejó llevar con éste, metía los dedos en la arena y una vez se pararon tuvo que sacudírsela del short que llevaba, su amigo iba en patineta, entonces ella volvió a lo mismo, a veces pasaba aunque no se quisiera.
-Siempre quise montar patineta.
Felipe la miró y se bajó y la instó a hacerlo, ella se negó inicialmente, pero finalmente la convenció sosteniéndole la mano para ayudarla con el equilibrio, entonces él se subió a su vez y empezó a aumentar la velocidad, eso la hizo reír, el viento moviendo su cabello, su risa brotó casi que de inmediato y esa enorme sensación de libertad y de vida que la devoraba.
El tiempo pasaba diferente cuando te divertías, era como si se escapara de las manos más rápido, como si las cosas más simples cobraran una importancia tan grande que anularan a todo lo demás, la mayoría de la gente los vivía sin cámaras, se decía que los mejores momentos nunca quedaban registrados en una, pero para Simona era lo opuesto, así que tomó su Leica y simplemente empezó a capturar ese momento, lo hizo en un vídeo, de esos que luego subía a su canal y que hacía que sus seguidores pensaran que su vida era "guay" y lo era, al menos ella trataba de hacérsela.
Junto a Felipe terminaron parchando con los demás, Augusto estaba e increíblemente estaba sin Georgina, ella no hizo comentarios alguno, pero si le revolvió el cabello, era lindo que él se diera un momento sin la chica, ya que solía ser muy absorbente, quizás era eso lo que María Antonia quería decirle a veces con respecto a Matthew, que no era bueno que estuvieran todo el día pegados como chicle.
Por eso últimamente se estaba dando espacios con sus amigos, aun lo veía a él, aun pensaba que era el tío más bello de toda Barcelona, pero después de lo que había ocurrido en su cumpleaños si había pensado que necesitaba espacio, que aunque no lo reconociera en voz alta, Matt se estaba volviendo toda su fuente de vida y eso podía generar mucho dolor cuando la otra persona no estaba en la misma sintonía y aunque lo estuvieran, no sentía que fuera sano y decírselo a sí misma había dolido, pero también la había ayudado a entender algunas de las muchas cosas que Toni decía.
La fogata empezó a arder cuando la noche fue llegando y los malvaviscos y el porro no se hicieron esperar, Biel le pasó un porro y ella lo recibió, no era la primera vez que consumía, pero aquella vez tenía una importancia distinta, porque la vida se trataba de tragártela entera y era chistoso que muchos pensaran que los alucinógenos eran muerte o al menos buscarla, porque para ella era lo opuesto, era regalarse nuevas sensaciones, así que aspiró y también rió un poco, pero no era efecto de la mota, simplemente se sentía bien allí rodeada de hombres, de los hombres que a lo largo de su vida había encontrado más que un vínculo cualquiera, una conexión, se sentía segura con ellos, eran imbéciles, pero suponía que tenía que ver con el hecho de que pensaban que tenían mucha vida por delante y podían permitirse hacer pendejadas.
Andaban un poco retros escuchando "Somewhere Only We Know" en los parlantes de Biel, esa canción le recordaba una película que había visto en su niñez llamada "Un puente hacia Terabithia", la había visto con su madre y como al protagonista le había ocurrido algo similar, porque nunca sabías cuándo iba a ser la última vez que verías a alguien y el hecho de que su madre hubiese estado condenada a muerte y ella lo supiera no había cambiado eso, era verdad que su mamá entraba mucho a hospitales, pero siempre salía, un día no lo hizo y esa era la verdad de la vida.
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Una locura llamada Simona [Terminada]
ChickLitLas aventuras están siempre frente a tus ojos, sólo debes saber en dónde pescar. Su táctica: brindar sonrisas acompañadas de miradas pícaras. Su estrategia: colarse en todos los espacios de su vida y volverse su colorido secreto. Sus obstáculos: él...