Carl

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Había pasado siete días, una semana desde el incidente de las donas (cómo decía Enid, cada vez que lo nombrábamos).
No pasó nada muy destacable en estos días. Lo mismo de siempre, aunque no quiera decir que lo mismo de siempre, sea lo normal.

Patrick se había molestado un poco, por haberle ocultado que íbamos a salir con Enid. Cabe destacar que, se molestó conmigo, no con Enid, la que tuvo la idea, pero bueno...

Igualmente el enojo o molestia, se le pasó en un solo día.
Hablamos mucho con Patrick, si bien hablábamos de muchas cosas, siempre volvíamos a Enid y sus misterios. Según Patrick, eso la hacía más interesante. A mi  personalmente, me fastidiaba un poco. Ella parecía saber todo de todos, pero todos no sabíamos nada de ella. Y se negaba a compartir.

Mi amigo nunca sacó el tema de las supuestas dieciséis personas que mató Enid. Yo tampoco lo quise mencionar, era algo de ella, que me dejaba bastante incierto, pero sabía que si le preguntara ella no se molestaría en responder.

No era la única duda que tenía sobre ella. También sobre su familia, cómo había quedado sola y llegado a esa cabaña en el bosque.
Y por qué razón, cuando estaba aburrida se ponía a escribir tres letras: JSS.

¿JSS? ¿Qué diablos significaba eso? Le había dado muchas vueltas en la cabeza, pero no pude encontrar una idea de su significado. Creo que Patrick no notó ese detalle en ella, está siempre bastante concentrado en tratar de modular bien y acomodarse los lentes, cada vez que está con ella, para concentrarse en detalles menores.

JSS...

- ¿En qué tanto piensas niño?- me sobresaltó una voz bastante reconocible.

- ¡Enid, mierda!- exclamé- Me asustaste...

Ella frunció el ceño, como si algo le molestara.

- No insultes. Yo soy la que insulta, tú no. No hagas que me sienta como una mala influencia para ti. Antes no maldecías, ni decías: "Mierda".

Revoleé los ojos.

- Bien, tienes razón. Es difícil hablar adecuadamente, cuando llevamos siendo amigos hace tiempo.

- Si, bueno a mi no se me ha pegado nada de ti...- comentó.

- Si, te preocupas más por los demás. Como yo- aclaré satisfecho y volvió a fruncir el ceño, pero no dijo más nada. Recordé su pregunta.- Estaba en pensando en ti- respondí sinceramente. Ella se volteó a verme y me sonrió pícara, supe en ese momento que me había arrepentido de decirlo de esa manera- No te burles, no quise decirlo con esa intención- dije, y sentí mi rubor delatándome en las mejillas.

- Eres un tierno, Grimes- y me tocó la punta de la nariz con su dedo índice.
Giré la mirada.

- ¿Y en qué pensabas, si se puede saber?- preguntó divertida, disfrutando de mi reacción. Revoleé los ojos.

- En todas las preguntas y dudas que tengo sobre ti. Pero pensaba en una explícitamente- respondí pensativo.

- ¿En si tenía novio?

- ¡¿Qué?!- exclamé sorprendido- ¡¿Por qué iba a pensar en eso?!- ella se encogió de hombros divertida.- No lo voy a decir, porque no me vas a responder.

Su expresión divertida, cambió rápidamente a una neutra.

- ¿Es algo de mi pasado?- consultó, mientras jugueteaba con los cordones de sus zapatillas.

- No...bueno, no lo sé. Tal vez, sí...- no sabía qué era lo que estaba diciendo.

- Decídete, niño- me reprendió- Bueno...no lo vas a saber, si no lo intentas, asique pregunta.- sentenció y enredó el cordón alrededor de su dedo.
La miré un poco sorprendido.

Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora