- Eres muy malo en esto-me dijo Enid.
- No soy malo en esto, de hecho ya he salido de caza con mi padre- le contesté, me topé con ramas y hojas, y tuve que dispersarlas con mis manos.
- Estás haciendo mucho ruido niño.
- Enid, te voy a empezar a llamar niña.
- No sirve así, es mi apodo, búscate uno original.
- Lo digo, porque es molesto que me llames: Niño! Todo el tiempo! No soy un niño, tengo tu edadd!.
- Shhh, cállense. Me estoy empezando a arrepentir de haber aceptado traerlos, no soy un niñero.- nos reprendió Daryl.
- No somos niños!-alcé un poco la voz.
- Él si, yo no- dijo Enid.
- Cierren la boca o los haré volverse solos.-contestó Daryl y nos quedamos en silencio.Solo se escuchaba las leves pisadas nuestras contra las ramas y hojas secas que habían en el suelo.
- Entonces...así es cazar ardillas muy emocionante y silencioso-comenté luego de unos largos minutos de caminata y silencio.
- Era silencioso hasta que hablaste. Bueno, en realidad no. Hacés mucho ruido cuando caminas y te chocas con todas las ramas de los árboles.
- Eso es porque estoy en una posición desafavorecida. Y no hago ruido cuando camino.
Enid revoleó los ojos.
- Lo que digas niño.
Suspiré exageradamente.
- Cuantos años supones que tengo?
- No lo sé ni me importa-me respondió de mala gana Enid.
- Entonces no me llames niño, si no sabes mi edad.
- Tienes cinco años, campeón?-me preguntó burlona.
- Tengo cerca de 13 años.
- Si, yo igual-admitió bajando el tono de voz, preparó su cuchillo y se agachó, caminando sigilosamente.
- Ves? Así que tenemos la misma edad. No somos niños, y si lo somos, tu también entras en esa clasificación.
- Cállate niño.
Fruncí el ceño.
- No escuchaste nada de lo que dije?
- No, ni me importa, ahora cállate.
- Disfrutas de mandonear a la gente?-pregunté molesto.
- Shhh, escucho algo- susurró Daryl, ambos estabán caminando sigilosamente, doblando las rodillas, parecían animales a punto de atrapar a una presa. Con mi padre siempre habíamos puesto trampas y siempre habían funcionado.
Daryl preparó su ballesta y apuntó, listo para lanzar. Pero Enid se le adelantó, corrió en silencio y rápido, y tiró de lejos su cuchillo, midiendo antes la precisión.
Con Daryl miramos la rápida maniobra de Enid un poco sorprendidos, nos miramos y acortamos los pasos que nos separaban de ella.
- Mierda niña, mierda.- exclamó Daryl.
Y es que el cuchillo había sido incertado justo en el ojo de la ardilla, atrávesandolo. Su cuerpo estaba tirado sin vida, y nuestras tres cabezas estaban observandolos.
- Tienes muy buena puntería chica.-dijo Daryl.
- Como hiciste para acertarle a la distancia en la que estabas?- pregunté, mientras observaba el cuchillo en el ojo del animal.
- Precausión y mucho entrenamiento niño. Cuando quedás sola, más vale entrenar que quedarte de brazos cruzados.
-Eres una pequeña luchadora, creí que le ibas a fallar y a hacerme perder la ardilla. Bien hecho...ehh...como...?
- Enid-respondió.
- Si, eso. Bien hecho Enid.Daryl alzó el cuerpo sin vida de la ardilla y sacó el cuchillo de un tirón. Sangre se desparramó en el suelo, cubriendo las hojas secas de un fuerte color rojo.
Daryl sacó un pedazo de tela de su bolsillo y ató un nudo, luego de cubrir su ojo y cabeza.
- Bien, sigamos.
Continuamos caminando en silencio, ahora alerta por si se escuchaba o se veía algo.
- Carl- me llamó Enid mirándome.
- Al fin...Que?- le contesté.
- Hacés ruido, las ardillas se escabullen con facilidad- me susurró.
Le respondí con una mueca.
- Lo siento, pero tengo que caminar.
- Lo sé pero...
- Oigan, shhh. Enid, por allá vi escabullirse dos ardillas. Yo iré por el otro lado, vi algo moverse y creo que eran ardillas. Carl sígueme.Seguí a Daryl ambos nos agachamos y él disparó una de sus flechas, después corrió y disparó otra.
- Perfecto- dijo alzando dos cuerpos de ardillas y quitando sus flechas.
Escuché unos pasos, me volteé y era Enid, sujetando la cola de dos ardillas en sus manos.
- Estoy acostumbrada a cazar tortugas, pero cazar ardillas es emocionante.
- Ya lo creo. No puedes comparar a las ardillas con las lentas tortugas.
- Aquí hay más ardillas que otra cosa, sino también cazariamos tortugas, conejos o venados- dijo Daryl, mientras juntaba todas las ardillas cazadas.
- Venados? Son lindos para cazarlos, pero su carne es rica. Además de que es un apocalipsis, no te puedes quedar pensando mucho en si es lindo el animal o no.- dijo Enid, un poco apenada.
- Yo vi un venado una vez. Nos miramos los dos. Lo vi a los ojos, creo que fue genial.- le conté.
- Creo?
- Si, bueno...digamos que después de mirarnos por unos segundos, me dispararon. Así que, por eso creo que fue genial. No sé bien que sentí en ese momento, porque al segundo me había desmayado.
Enid se me quedó mirando sorprendida. Yo giré la cabeza, no sabía bien por qué pero me incomodaba un poco que ella me mire por mucho tiempo.
- Y cómo es que sigues con vida?
- Si bueno, somos un grupo especial,pasamos por muchas cosas pequeña luchadora. Ahora andando.- contestó Daryl.
Seguimos caminando hasta que se me ocurrió preguntar algo.
- Y si...ponemos trampas? Papá me enseñó.
- Si, lo sé, yo le enseñé a Rick, Carl.- me dijo Daryl y se puso a buscar en sus bolsillos traseros- pero no traje soga ni nada parecido.
- Yo si- contesté, saqué soga y cebos para que caigan en las trampas.
- Perfecto.- dijo Daryl y los agarró.
Empezamos a hacer las trampas, Enid sabía un poco como hacerlas pero no del todo.
- Mira, tienes que ajustar el nudo aquí- le mostré- Haz un circulo...muy bien- dije mientras ella seguía mis instrucciones- Ahora solo pasa este por aca, y luego este por aca y ajusta de ese modo, cuando el animal caiga, la soga lo sujetará.
- Espera...me perdí. No hago trampas de esta manera.
- Si, lo sé. Las tuyas están buenas, pero estos trucos con la soga sirven.- le respondí- Mira, te mostraré cómo- le dije, tratando de sonar amable, a pesar de que todavia no estaba muy cómodo con la actitud de Enid.
Puse mis dedos sobre los de ella y comenzé a guiarla. Sus dedos estaban frios y eran pálidos y finos, como los míos. Ambos mirabamos nuestros dedos y la soga, negados a mirarnos. Cuando vi que lo tenía la solté, y ese raro escalofrío y calidez que sentí al tocarla, se esfumó al instante.
- Bien, ya lo tienes. Ahora intentalo sola.- le dije.
Ella asintió, y comenzó a atar nudos y hacer una trampa. La miré. Sus dedos se movían con rápidez, estaba concentrada y su cabello caía sobre sus ojos.
- Cool, lo logré. Gracias niño-me contestó, incorporandose del suelo, dónde estabamos sentados. Mi leve sonrisa que se asomó al verla se esfumó.
Ella se río levemente.
- Okey, okey, Gracias Carl. Es díficil acostumbrarse, cuando ya te había etiquetado con ese apodo.
Revoleé los ojos y me incorporé también.Les dejo el capitulo, voten y comenten. Bye 🤗🤗🤗.
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Carnid: El inicio de su historia ©
FanfictionElla es una asesina sin piedad, tras las muertes de sus seres mas queridos. Él esta con su grupo y su familia, pero el apocalipsis lo ha hecho cambiar. A pesar de ser muy distintos se conocen. Lo único que tienen en común es la corta edad para mata...