Enid

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"Eso es algo que yo respondería, niño", pensé en mi interior pero no lo dije en voz alta. Simplemente, asentí con la cabeza y agarré las viejas ropas de dormir que descansaban en mi cama.

Salí de la celda para cambiarme y asearme.

Le pasaba algo raro, pero si él no quería contármelo, supongo que no era tema mío. Cada uno tiene en qué pensar y yo no siempre le  respondía cuando él me preguntaba.

Entonces, Carl no se veía obligado a hacerlo...

...  ...   ...   ...   ...   ...   ...   ...  ...  ...   ...  ...

- ¿Entonces, cuál es el plan?- el entusiasmo del niño, a veces me parecía tierno, lo que combinaba con su apodo.

- No hables como si esto fuera una película. Los planes requieren pasos y son complejos, por lo tanto no hay ningún plan.

- Lo que quieres decir es que no es complicado de seguir ni largo. Pero puede ser un plan simple y corto- revoleé los ojos.

- ¿Por qué me sigues siempre que tengo este tipo de ideas?

- Porque estoy aburrido- él se encogió de hombros.

- Ósea, que antes de mi preciada llegada te aburrías demasiado.- comenté burlona.

- Corrijo: Estoy aburrido y soy curioso. Además, nunca se sabe lo que puedes hacer si estás sola...

- Lo que quieres decir es que me temes- me acerqué divertida a su rostro, él se apartó molesto.

- No, quiero decir que Temo lo que hagas. No cambies lo que digo.

Volví a mirarlo divertida y él solo suspiró.

- Bien, niño molesto, ahí te va el "plan'. Seguir a Patrick y esconderse.

- ¡¿Ese es tu plan?!- exclamó.

- Pues, no es un plan, te lo dije...

- ¡¿Y qué tiene que ver Patrick con todo esto?!

Revoleé los ojos, le había, con el tiempo, encontrado cierto afecto al vaquero. Pero a veces, me fastidiaba bastante.

- Si te lo digo todo ahora, llegaremos tarde y no podremos entrar. Lo que veas ante tus ojos, responderá todas tus dudas.

- ¿Si ya sabes lo que pasará, por qué vamos?- preguntó sin entender nada todavía.

- Porque necesito verlo. Y no sé lo que sucede con total exactitud.

Volvió a mirarme más confundido. Decidí ignorarlo.

De pronto, él apareció. Lo estábamos esperando afuera, sentados en el tronco de madera, que servía de asiento. A simple vista, podía parecer que solo conversábamos sobre trivialidades como siempre lo hacíamos.

- Perfecto- sonreí satisfecha y me paré, al parecer Patrick estaba tan concentrado yendo al lugar de encuentro que no pareció percatarse de nuestra presencia. Igualmente, supuse que echaría tarde o temprano una nerviosa mirada hacia su alrededor. Por lo  tiré de la camiseta del niño, a pesar de la mirada que me lanzó, y lo obligué a que se esconda a mi lado, detrás del tronco.

- ¿A dónde va? Por cierto, me siento patético...

- Al lugar de encuentro- respondí a la pregunta, ignorando lo otro.

- ¡¿Lugar de encuentro?! ¿Qué se supone que significa eso?

- Lo que significa. Un lugar de encuentro.

Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora