Carl

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-Sé que la necesitas.- añadió luego de un silencio interpuesto, mi papá.

Con sorpresa observé que me alcanzaba con total tranquilidad un arma y parecía estar cargada.
Alcé una ceja.

-Sinceramente, no entiendo- dije, pero tomándola con cuidado, tratando de ocultar mi emoción interna.

-A Enid no le pude sacar el cuchillo porque lo esconde en sus botas. Pero también, porque parece que tiene cierto valor sentimental para ella- se volvió hacia mi y sonrió cansado. Siempre parecía cansado-Pero me he dado cuenta que no es justo que ella tenga un arma encima y tú no. Asique se las devuelvo-acto seguido, me alcanzó un cinturón para calzar el arma, era de mi tamaño- Lo hizo Hershel, yo lo ayudé un poco pero...el hizo la mayoría-finalizó con una sonrisa.

Me puse el cinturón y calcé el arma satisfecho.

- Está genial. Gracias, por un momento creí que de toda esa charla motivacional, me terminarías diciendo lo de siempre: "Sé un niño".

-Porque lo eres. Pero eso no significa que no debas tener algo encima para protegerte. Me costó demasiado entenderlo, para mi no es normal. Pero ya nada lo es.

- Si...-susurré. No se me ocurría que más decir.

-¿No hay nada que me quieras contar? Sé que no pasan muchas cosas pero...a veces extraño charlar contigo de trivialidades, Carl. Hablo más con Judith que contigo, que sabes modular- ambos reímos ante aquel comentario.

Me quedé pensativo, buscando un tema para iniciar una conversación.

Pero no soy muy bueno en ese tipo de cosas. Patrick y Enid, en cambio, sí lo son. De un solo comentario te pueden sacar otros y otros, hasta quedar conversando cómodamente por un largo tiempo.

Enid...

Sacudí la cabeza. No tenía ganas de hablar sobre mis sentimientos no correspondidos hacia ella. No hacía falta verlo como si fuera una gran novedad o un hecho que me preocupe.
Lo que me llevó a recordar una de nuestras tantas tardes con ella.
Cuando vimos la lección de Carol.
Algo que no le he dicho a mi padre.
Me giré a verlo, mientras el me miraba, esperando. Si me había dado un arma y aceptado que hay que defenderse...tal vez no se tome mal lo de Carol. A mi también me costó aceptarlo al principio, pero al ver a la horda y que los niños solo dependían de otros, no pude evitar pensar que pasaría si esos otros no estarían.
Al menos, necesitan tener un poco de conocimiento básico.

- Carol...-empecé indeciso.

-¿Qué?

-Carol les enseña a los niños a disparar. Y algunas cosas sobre armas.-bajé la mirada apenado, que le ocultase cosas a mi padre, no significaba que siempre me dejara cómodo.

- Lo sé.- respondió con sencillez y rapidez.

Lo miré esperando notar un cambio en su expresión, pero seguía igual.

-¿Eso era lo que discutían una vez?

-Si. Aunque discutimos sobre muchas cosas últimamente...

-Como la falta de suministros.

Esta vez, si noté un cambio de expresión.

- Eso lo estamos viendo...

-No podemos depender de los cultivos, no cuando aún no crecen- dije firme- Y tampoco de las sopas. Con eso no duráremos mucho.

-¿Acaso se pusieron a ver con Enid la cantidad de latas de sopa que quedan?- preguntó con una leve sonrisa, pero noté una carga de preocupación en su voz.

Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora