Carl

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-Creí que íbamos a dejar de hacer esto.

-¿Hacer qué?

-Bueno, no sé. Esto…

Nos señalé a ambos y a la escena que teníamos en frente, a unos metros de nuestros escondites.

-¿Espiar? Solo lo hicimos una vez.

-Me refiero a hacer cosas que no deberíamos hacer.

-Te pones en plan de Niño Moralista, pero tú comenzaste a seguirme en primer lugar, Grimes.

-¡¿Niño Moralista?!

- Shhh, no tiene sentido si nos escuchamos más a nosotros que a ellos, tonto.

-No tienes caso- admití negando con la cabeza, pero la mirada que Enid me lanzó hizo que me callara.

Ambos nos fijamos en las sombras que proyectaban los miembros del grupo gracias a las lámparas encendidas.

-Creí que íbamos a tratar de ser…¿Cómo dijiste Carol? Ah si, positivos.- comentó Daryl con un tono que contenía demasiada ironía.

-Esto no se trata de ser positivos o negativos. Se trata de que ya no hay abastecimientos. Y que somos un grupo. No podemos seguir con las excursiones, es como dejar la puerta abierta para que los Caminantes nos coman.- noté la voz firme de Maggie, por la sombra, parecía que estaba cruzada de brazos.

-Maggie tiene razón. Hay que tomar medidas, no podemos depender de cultivos que no sabemos si florecerán ¿Rick?-interrogó Hershel.

-Se aceptan propuestas, no es cómo si tuviera todos los planes en las palmas de mis manos.- respondió mi papá.

-Las tengas o no, para eso estamos aquí hablando. Para hacer algo, no?- acotó Tyresse.

-Mira, grandote, es muy fácil decir que hay que hacer algo. O preguntarle a Rick, cultivar verduritas y comer donas. Pero, la cosa es así. Los animales escasean, la comida afuera también y ni hablemos de suministros.

-¿Qué propones entonces, Daryl?-preguntó mi padre, por el tono de voz, parecía cansado.

-Que hay que subastecerse de otros, patearles el culo, por si no me entienden. No veo otra solución más amigable y confortante.

-¿A eso llamas confortante?- cuestionaron Sasha y Beth.

-¿Se puede saber qué hacen aquí? ¿Es acaso una especie de juego de espías?- preguntó una voz. Una voz que se escuchaba más cerca que las otras.

Con Enid, al mismo tiempo, nos dimos la vuelta para toparnos con Michonne que nos observaba analizadora. Tragué saliva, no otra vez.

-Mierda, estaba tan concentrada en la charla que no me percaté de tu presencia, Michonne. Somos muy malos en este juego, Grimes. Por suerte, el mundo se fue a la basura asique no debemos preocuparnos por saber si la carrera de espías es nuestro fuerte-respondió Enid en voz baja, para no ser escuchada por los otros, pero sí por nosotros.

Michonne alzó una ceja. Genial, ahora mi papá me iba a dar una charla sobre las cosas que hace un niño y esas tonterías. Sumado a un reto por parte de Michonne que no iba a tener menos peso, gracias al sarcasmo de mi querida amiga.

-Que graciosa, pero esta vez pude agarrarlos con las manos en la masa.- nos dijo fulminándonos con la mirada.

-Ni que fuéramos criminales. Bueno, yo tal vez. Pero Carl es un vaquero.- Por Dios, Enid solo cállate.

-Creo que es un poco obvio lo que estamos haciendo aquí- me adelanté para responder, a pesar de mis palabras, mi tono sonó tranquilo.

-Jugando a ser espías y a probar nuestra audición. Ya sabes…no hay otorrinos para hacernos revisiones anuales de si escuchamos o no bien. Por lo que nosotros mismos nos las hacemos. ¿Te sumas?-me sorprendía hasta que nivel llegaba el sarcasmo de Enid. No. Es mentira, no me sorprende para nada.

Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora