- ¿Estás nervioso?
- ¿Que te hace pensar eso?
- Bueno, con solo mirarte ya es bastante obvio que estás nervioso.
- No estoy nervioso- respondí un poco fastidiado por su suposición.
- Lo que tú digas, niño.
- ¿Vas a seguir dándole vueltas a eso o vamos a salir?
- Wow, alguien está nervioso y ansioso. Tienes razón mientras antes salgamos, antes volveremos lo que es mejor.
- ¿Si sabes que es muy probable que nos descubran cierto?
- ¿Y tú si sabes que estamos corriendo un grave riesgo, cierto?- me respondió Enid, con otra interrogante. Revoleé los ojos.
- Si bueno, basta de charla. Que no se diga que no intenté detenerte.
- Creo que en realidad, no te esforzaste mucho en eso.
Entonces, me quieres a tu lado- dije y la miré bien para ver su reacción. Pero causar incomodidad o alguna reacción parecida en Enid era un tanto complicado.- No, es que eres un terco de porquería. Pero bueno, es lo que hay.-respondió encogiéndose de hombros y yendo a abrir las grandes rejas.
- ¡¿Disculpa?! ¡¿Terco de porquería?! ¡Claro, tú eres una obediente de aquellas! ¿Y a que te refieres con: "Es lo que hay"?.
- Ambos sabemos muy bien que no responderé eso. Asique deja de fastidiarme un poco con tus palabras y vigila. Sigue el plan, niño.- me contestó un poco molesta. Introdujo la llave en la cerradura y la giró hacia la derecha, dos veces, lentamente.
- A veces eres bastante molesta, Enid- comenté en un susurro, como pensando en voz alta e hice lo que me dijo, observar si alguien venía.
- Okey, se viene la peor parte. Espero que no haga tanto ruido- quise responderle que lo haría, aquella reja estaba vieja y oxidada, pero me callé. Porque si algo aprendí de Enid, es que muchas veces, es mejor callar para prevenir daños emocionales, psicológicos o alguna veces físicos. Na, es broma... ... ... o no.
Enid abrió lentamente la reja, haciendo fuerza para arrastrarla para que haga el menor ruido posible.
- ¿Quieres que te ayude?- pregunté un poco preocupado.
- No.
- ¿Segura?
- Sino, no me hubiera negado niño. Abstente al plan, gracias- y siguió, arrastrando la reja, abriendo pequeños tramos lentamente, deteniéndose de vez en cuando, cuando sonaba un leve rechinido.
Yo, por mi parte revoleé los ojos.
No tenía sentido lidiar con Enid, así de concentrada y molesta.
Literalmente, pasó casi un minuto, porque mientras vigilaba que nadie viniera, conté los segundos que pasaban en mi mente. Iba por el segundo 49, cuando Enid me dijo:- ¡Hey, niño, vamos!- me llamó. Pero algo había llamado mi atención.
- Okey, si, te llamé bastante de esa manera por hoy. Carl, vamos. Luego te haces el ofendido por tu apodo, en mi defensa, dicen que cuando apodas a alguien, en cierta forma es porque le tienes cariño. Aunque existen apodos no tan agradables, asique debo cuestionar esa afirmación. En fin, no se porque continúo hablando, tienes razón Patrick contagia. Vamos! ¡Me iré sin ti!
Pero, a pesar de que la había escuchado y ahora tenía un motivo para cargarla por comportarse como Patrick, a él es al que vi.
- ¡Patrick!- alerté.
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Carnid: El inicio de su historia ©
FanfictionElla es una asesina sin piedad, tras las muertes de sus seres mas queridos. Él esta con su grupo y su familia, pero el apocalipsis lo ha hecho cambiar. A pesar de ser muy distintos se conocen. Lo único que tienen en común es la corta edad para mata...