Carnid: El inicio de su historia ©

Enid

Después de pasar una semana en el auto, manejando y viajando, este se quedó sin gasolina. Por suerte, eso lo tenía previsto, así que me quedé en un bosque. Siempre hay bosques, pero este parecía más agradable.

Salí dispuesta a cazar algo y buscar una fuente de agua, porque tenía un barril lleno que arrastraba como podía, pero se iba a terminar con el tiempo.

Un caminante apareció y revoleé los ojos.

- Que pasa amigo, estás perdido?- hablé sola, mirando alrededor a ver si encontraba otros caminantes. Al parecer, solo era ese.

Me respondió con un rugido y acercándose a mi cuello.

- Respuesta incorrecta- dije y le corté la cabeza con el hacha en mi mano, mientras sostenía el barril con la otra.

Seguí caminando, adentrándome en la vegetación con el barril arrastrándolo.

Caminé como pude, toda la mañana y el mediodía. Encontré un pequeño riachuelo, corría  agua dulce, había que limpiarla porque tenía tierra, pero hace unos meses que no tomaba agua 100% purificada, así que la potabilizaré  todo lo posible y me la tomaré.

Cerca de la noche, ya satisfecha con mi pronta cena y mis recursos de agua, limpie mis armas. Habían aparecido otros caminantes, pero los maté. La clave está en tratar de no hacer ruido y así no aparecen en manadas a comerte.

Seguí caminando, con el barril de compañía que había encontrado en mis viajes en auto y estaba cargado de agua potable.

Adentrándome más en el bosque vi una luz.

Una leve luz. Caminé, guiandome, gracias a la luz.
Fue una larga caminata, porque no estaba cerca, sea lo que sea que produzca esa luz.

Tal vez eran personas, un grupo, dispuesto a molestarme. No lo habia mencionado, y no quiero hacerlo, pero en los meses que pasaron, el tiempo que estuve viajando, recorriendo y buscando gasolineras, me han hecho toparme con personas.
Y no han sido, especialmente agradables, asique hice lo que tenia que hacer. Para mi suerte eran idiotas y ni siquiera sabían defenderse...

...

Era una casa. Una casa rustica, hecha de fuerte madera.

Me acerque curiosa, apoyando el barril en el suelo.
Espie por la ventana, pero habia silencio y no vi a nadie, sin embargo, habia luz y provenia de allí.

Me preparé para defenderme y me apoye a un costado de la puerta, golpeé la puerta.

Pero no hubo respuesta, volví a golpear y no habia señales de vida.
No podia tener tanta suerte, y alguien vivía allí.

Abrí la puerta, sorprendida. Dejando el barril afuera.
La casa era una tipica casa de bosque, de sierra. Con paredes de madera y acogedora. Pero no había tiempo de contemplar, empezé a investigar.

Entonces, sentí unos ruidos afuera. Me di la vuelta rapidamente, empuñando mi hacha y preparando la pistola.

Vi la sombra de un hombre asomar por la puerta. Y dejé caer el hacha de la impresión.

Era mi papá.

-Niña, ¿Que mierda haces aqui?-me preguntó con una voz ronca, desconocida.

Decidí mirarlo mejor. Estaba sucio, desarreglado y no era mi padre. Ahora entendía a Caty cuando no me habia reconocido esa vez que la encontre.
La diferencia es que seguia siendo yo, mi padre no era mi padre. Con solo mirarlo te dabas cuenta de eso.
Mi padre serio, duro, firme y educado, estricto y con pocas sonrisas que asomaban de su rostro, pero cuando lo hacian eran verdaderas.
Ahora me vio y sonrio, tonto, loco.

- EEE..nn..iddd?-dijo y rio, provocandome un escalofrio.- Enid! Sigues viva, pequeña tonta!
- Te escucharan los caminantes-respondí sorprendida, con apenas un hilo de voz. Era el cuerpo de mi padre, pero no era él.
- Que importa!!??? Ya soy uno de ellos-dijo y me mostró su brazo. Una roja mordida resaltaba.- Ya estoy podrido, asique muerete. No me importa, ya tendrías que estarlo igual, te ahorraré el trabajo-dijo apuntandome con un arma.

Pero no entre en pánico, yo queria comprender.
-Nos abandonaste?
-Cuando tu madre, no volvió ese día, sabía que estaba muerta y supuse que tú también. Asique quise que los caminantes se encargaran de tu hermana pequeña, fue una muy dolorosa decision, pero la tuve que tomar.
- LA PODRÍAS HABER PROTEGIDO INUTIL!- grité fuera de si.
- Era pequeña y esta muerta por lo que veo. Ni para cuidarla sirves "Nidi".- sacó el seguro de la pistola.

No. Aquel no era mi padre. Estaba pálido, con venas violetas que salian de su cuello. Sudaba, tenia fiebre, pero eso no justificaba su actitud de mierda. Nos había abandonado, la habia abandonado, a mi pequeña Caty.

Y antes de que disparara, lo alcanzé primero. Humano despreciable, pensé.

Ahora si...era la única sobreviviente de mi familia.

....

Pasaron los dias, semanas, no lo sé, tal vez pasó un mes. Me quedé en esa casa, a pesar de que me costaba dormir, soñaba con el sonido del gatillo, con los ojos congelados de mi padre. No había llorado por él, lloré por en lo que se había convertido, porque nunca lo conocí lo suficiente y porque mi madre se merecía algo mejor. No entendí su repentino cambio de actitud, pero ahora ya no estaba, de cierta manera, hice lo correcto.

Salí del sillón, fui al baño a limpiarme el rostro. Había agua, asique adios a los barriles.

Estaba atandome los córdones de las botas, cuando escuché unos golpes en la puerta. Agarré mi arma y espié por la cerradura. Se veía a un hombre. Decidida y con un poco de temor, abrí la puerta apuntandolo con mi hacha y en la otra mano con el cuchillo.

Apuntandolos. Eran dos.

- Te dije que había alguien-dijo el chico molesto.

- Emm, Hola. Tranquila, no te haremos daño. Me llamo Rick Grimes y este es mi hijo Carl.

Alcé una ceja, sin dejar de apuntarlos.

Bueno les dejo unos capitulos largos, como compensación de mi tiempo desaparecida 😅.
Voten y haganme saber si quieren que siga con la historia, ya que tengo otras y me gustaria saber si desean seguir leyendo esta.
Bueno, eso, bye 👋.
Pd: La historia no es tal cual a la serie, quise hacerla más larga 😉