Carl y Enid

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Carl:

Enid soltó un suspiro, aburrida. La miré. Cada uno estaba sentado en un pedazo de tronco, Daryl estaba sentado en el suelo, mientras revisaba su ballesta concentrado y escupía al suelo. 

Y la pude observar mejor. Su cabello se veía suave, sedoso, brillante. Su mano derecha jugaba con el estuche de su cuchillo, y la izquierda estaba sosteniendo su cara. Sus manos eran pálidas, pequeñas y con dedos finos como los míos. Sus manos, eran frías, con algunos callos, pero eran suaves. Su mirada, su piel, todo en ella  parecía suave. Lo que era demasiado contradictorio, puesto que  como persona no era nada suave. Sus ojos verdes, que cambiaban dependiendo de su ánimo, apagados cuando estaba triste y con una chispa cuando estaba enojada. Sus labios, rosados, finos, perfectos...

Un momento. Por qué me fijaba en sus labios? Por qué la estaba mirando? Por qué la estaba analizando? También estaba aburrido, pero observar a esa chica rara y molesta, no entraba en mis planes de distracción. Quise girar la mirada, para posarla en otro lugar que no sea Enid, pero me atrapó.

- Niño, ¿Qué me ves tanto?- me preguntó, mientras continuaba fijando su mirada aburrida en el estuche del cuchillo, mientras seguía recorriendo las costuras con su dedo.

Daryl, alzó la mirada de la ballesta y me miró, alzando levemente una ceja.

- No te estoy mirando.-contesté.

- Ahora miras a Daryl y te haces el distraído. Pero me estabas mirando por mucho tiempo.- seguí con la mirada en el estuche.

- No, simplemente me quedé tildado...eso no significa que...

- Te quedaste tildado viéndola- interrumpió Daryl bromeando.

- No, no es cierto. Simplemente estaba tildado, y bueno ella estaba ahí, pero no la estaba observando...- me defendí, buscando palabras para decir.

- Hey, tampoco te pongas así niño, no es para tanto.

Daryl hizo una especie de sonrisa divertida y siguió concentrado en la ballesta.

Enid se encogió de hombros, y yo miré hacia un costado.

- Estás colorado niño, que tierno.-dijo ella mirándome por unos segundos, para seguir perdida, ahora en su cuchillo.

Toqué mis mejillas, que estaban tibias.

- No estoy colorado.

- Te duele la cabeza Carl?- dijo sarcastico Daryl, que la escena ya estaba empezando a divertirle.

- No-contesté molesto con todo eso.

- Bueno, entonces te pusiste colorado porque te atraparon observando a...

- Las trampas- interrumpí- Ya esperamos bastante, vayamos a revisar. Carol se molesta cuando se llega tarde al almuerzo- agregué, mientras me incorporaba.

- Al fin!- exclamó Enid y se paró de un salto. 

Daryl, solo sonrió divertido.

- Como quieran chicos- dijo encogiéndose de hombros y colgando su ballesta en la espalda, no sin antes lanzarme otras de sus sonrisitas. 

...

- Oigan, al final fue bueno traerlos a los dos.- nos dijo Daryl, mientras terminaba de desatar la última trampa.

- Ya lo creo, diez ardillas y dos conejos. Un buen día- contestó Enid, mientras observaba a Daryl.

- Quieres decir que no era bueno traernos?- pregunté.

- Al principio no, creí que iba a ser una cacería difícil porque tu padre me dijo que no nos adentráramos demasiado, y pensé que no íbamos a conseguir mucho. Después me arrepentí de acceder a traerlos, porque no se dejaban de molestar y discutir por tonterías. Pero al final, fue bueno no mandarlos de regreso. No contaba con esa habilidad de puntería de la chica y con tus recursos para las trampas Carl. Así que, sí,no era bueno traerlos, pero resultó que atrapé más que otros días que cazaba solo. 

- Bien, gracias? Supongo-dijo Enid encogiéndose de hombros indiferente- Ahora volvamos a la cárcel. Me gusta cazar, pero el sol ya empieza a asomar fuerte.

- No lo voy a negar- respondió Daryl secándose la frente con una mano.

Enid se volteó y caminó en dirección a la cárcel.

- Lo de discutir, no es mi culpa que Enid sea tan complicada.- le dije a Daryl, mientras caminaba a su lado.

- Si, bueno, pero en algo tiene razón chico-me respondió.

- En que?

- Haces mucho ruido cuando caminas- me respondió e hice una mueca.

- Tu cara ofendida es graciosa Carl.

Y giré la mirada al frente observando, como Enid caminaba adelante llevándose los rayos de sol del mediodía.

...

Enid

Caminaba con el sol iluminando mi rostro. Sonreí levemente, al recordar las experiencias vividas hasta ahora con esos dos. Daryl me caía bien, era gracioso y genial. "Carl" también era divertido, me divertía molestarlo. Escuchaba sus voces detrás mío, pero no con exactitud lo que decían. Solo Daryl estaba bromeando sobre algo y Carl se reía. 

Era lindo eso. Era lindo ver a dos personas fuertes, que pasaron por duras situaciones, hacer chistes y reírse. Porque hacían algo común dentro de una situación que no era normal. Fuimos a cazar, y teníamos como doce o trece años. Para escapar del hambre que traía este apocalipsis. Nunca me puse a pensar como sería el fin del mundo, si creía que el mundo se iba a podrir, pero no pensé que tanto. Y no entraba en mis pensamientos que yo iba a estar viva cuando el mundo se acabe. Eso me quedó para reflexionar más tarde. ¿Que va a pasar en un futuro? Porque este era el futuro, este era el fin del mundo. ¿Íbamos a tener que acostumbrarnos a vivir así? ¿Y cuando el agua, la comida, los mercados y animales se acaben?

Un llamado de Daryl desvaneció mis pensamientos.

- Ey Enid, quieres agua?- me preguntó, giré la cabeza y vi que agitaba una botella de plástico  en su mano.

- Si, cielo santo, ya estaba teniendo sed.- respondí y agradecí, mientras tomaba unos tragos de la botella.

- Si bueno, no te preocupes, tenemos otra-dijo el niño sarcástico, mientras veía como la botella llegaba a la mitad, cuando al principio estaba llena.

Se las devolví. 

- Gracias.

- No es nada- respondió Daryl.

Miré al chico del sombrero.

- ¿De que se reían tanto?- pregunté curiosa.

- Te dije que no escucharía- contestó Daryl divertido, dirigiéndose al niño.

- Bueno, escuchó nuestras risas algo es algo- dijo "Carl", y se dirigió a mi- Bueno resulta que toda esta situación nos hizo acordar de una vez, que...

Pero lo que pasó a continuación me hizo sentir que formaba parte de una película de terror. Aún que bueno...ya estaba en una, pero da igual.

Los tres giramos la cabeza al mismo tiempo. Habíamos escuchado ese sonido. Ese maldito reconocible sonido que tantas desgracias y horas sin sueño me ha traído. 

Caminantes. 

He estado un poco ocupada estos días, pero por fin está aqui el capitulo. Voten, comenten y hasta el proximo capitulo 😊👋.











Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora