Carl

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Papá quiso que salgamos a cazar o a investigar los alrededores.
Desde que llegamos y nos refugiamos en la prisión, tuvimos muchas cosas para pensar, no tuvimos tiempo de ver que escondía el bosque que estaba cerca de la prisión.
Así que decidí acompañarlo y él acepto, esta tratando de ser un buen padre para mi y para Judith, luego de la muerte de mamá.
No encontramos nada muy destacable. Árboles, árboles, vegetación y más árboles.
Suspiré aburrido, solo matamos a tres caminantes que estaban solos, por lo tanto la caminata no era muy entretenida.
- Hey, Carl, mira-me dijo, mi papá y vimos una especie de arroyo.
- Agua-respondí sin mucho interés.
- Si, nos servirá para cosechar los vegetales. Mañana vendremos con Daryl, Tyresse y Glenn, así nos ayudan...
Asentí y le pregunté si podiamos volver.
- Estás cansado? Pensé que quiza podiamos recorrer un poco más- me contestó.
Asentí y seguimos caminando, al menos estaba afuera y no en la carcel, donde no podia hacer mucho.
Después de un rato largo, vimos de lejos una casa. Ambos nos miramos y decididos fuimos hasta allí. Nos tomó un tiempo, pero llegamos, exhaustos y con sed. Por suerte habíamos llevado agua. Nos bebimos la botella en un segundo.
- No creo que no haya nadie en esta casa Papá.
- Se ve un poco abandonada...
- Bueno, tal vez, pero no está ubicada en un mal sitio y tiene una buena fuente de agua cerca, lo que...
- Fuente de agua? Desde cuando hablas tan bien?
- Desde que me hice amigo de Patrick.
Él me sonrio y tocó la puerta. Nada. La tocó otra vez, mientras yo miraba por la ventana, pero esta estaba tapada con cortinas, impidiendome ver el interior de la casa.

- Tal vez se fue...

- Bien, después de todo hay que estar seguros.
Mi papá se preparó y agarró su pistola. Yo sujeté la mia.
- Uno, dos y...
Pero no pudo continuar, porque la puerta se abrió de una patada y una chica nos estaba apuntando. A mi papá con una pistola, a mi con un hacha. ¿Cómo pensaba "matarnos" a los dos a la vez, con diferentes armas?
- Te dije que habia alguien- dije para darme la razón, aunque esa hacha se veía amenazadora.
Mi papá carraspeo.
- Hola, tranquila no te haremos daño-la chica no respondió, siguió con la misma mirada fría- Me llamo Rick Grimes y el es mi hijo Carl- me señaló.
Nuevamente no dijo nada, solo alzó una ceja.
- Puedes... podemos dialogar?- mi padre guardo el arma, tras decir esto. Me miró como indicandome que haga lo mismo, lo hice.
- No-respondió.
O no le gustaba hablar, o su vocabulario era muy reducido.
- Tranquila, tenemos una comunidad, un grupo. Somos buena gente. No te haré daño, luces peligrosa, así que será mejor para ambos que bajes las armas.
La chica no las bajo, pero en su mirada despertó la curiosidad.
- Una comunidad?-preguntó.
- Si, estuvimos en muchos lugares, pero aqui estamos a salvo. Aqui nos quedaremos.
Ella quedó pensativa por unos minutos, mientras mi padre pensaba en que mas decir para convencerla y que nos sacara las armas de la cara.
- Atlanta fue su primer lugar?
- Si, mira podriamos hablar si bajaras...
- Ni de broma-contestó- no bajaré las armas. Si son buenas personas, no lo entenderán, pero podemos seguir conversando.
- Lo entiendo, no confias en desconocidos, a esta altura yo tampoco.
- Por qué entonces, la actitud de buen samaritano?
Reí ante el comentario de la chica, me fulminó con la mirada.
- Que sea menor, no significa que no pueda degollarte a ti y a tu hijo y usar su cuerpo como alimento para los caminantes- Creo, que tal vez no le gustaba hablar pero era una chica muy...rara.
Mi papá suspiró.
- Porque estas sola. Significa que pasaste por cosas similares a las nuestras. Así que, no te ofrezco que seamos amigos, pero si un hogar. Puedes quedarte un dia o dos a ver que te parece. Serías de ayuda y tarde o temprano tus reservas terminaran. No vivirás de la caza para siempre. Si quieres, apuntanos todo el camino, pero te ofrezco nuestra...carcel como un temporal hogar, esperando que puedas adaptarte. Era oficial, y ahi hay buena gente también. Nadie te hará daño, no somos de los malos, te lo puedo asegurar.
Ella tomó aire y exaló. Nos quedó mirando seria, pero al pestañar, su mirada se transformó, como si estuviera cansada de sobrevivir sola.
- Bien. Pero ustedes van adelante. Estaré preparada y nada de quitarme las armas.
Mi padre asintió.
Luego de un rato de buscar las provisiones que la chica tenia (no eran muchas) partimos.
- Como sé que no eres una psicopata y no nos dispararás?
- Porque estoy llendo con ustedes, confio en ustedes, confíen en mi "buenas personas".
La miré de mala manera, y seguí caminando unos pasos adelante.
- Te tenemos que hacer unas preguntas antes. Nada muy...personal- dijo mi papá, la chica no respondió- A cuantos caminantes mataste?
La chica se quedó pensando.
- Demasiados para contarlos. Existe gente que los cuenta?
- Te sorprenderias- contesté.
- Superas los 50?
- Seguro.
- Bien, a cuantas personas mataste?
La chica se detuvo y lo miró confundida.
- A 16 personas- dijo.
Mi padre y yo nos miramos.

...

Aqui les dejo el proximo capitulo, espero que les guste y voten plis. 😁

Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora