Enid

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Cansada de intentar volver a dormir, abrí los ojos.
Me encontré con el techo de la celda. La humedad impregnaba las paredes.
Sentí algo debajo de la almohada. Al levantarla vi el cuchillo de mi madre.
Recordé lo que había pasado a la noche. Me puse a reflexionar, lloré, lo que llevó a que mi búsqueda de pañuelos descartables se viera malinterpretada por el chico del sombrero.
Y metí el cuchillo debajo de la almohada, ya que nunca sabes cuando un caminante va a saltar encima tuyo mientras duermes.
Escuché como el niño del sombrero se incorporaba. Suspiró y se desperezó. A continuación, se habia levantado de la cama, y escuché como abría un cajón del estante.
- Enid? Estas despierta?- preguntó.
A diferencia mia, él me llamaba por mi nombre.
- Si- suspiré.
- Buenos días.
- Hola.
- Me voy a cambiar en el baño. Así que puedes cambiarte aquí.
- Si.
Él se río.
-Siento que estoy hablandole a una cama. No te veo desde aqui.
Me incorporé y me senté.
- Hola-lo saludé nuevamente viendolo.
- Hola-me respondió- Puedes salir cuando estés lista. Normalmente, no nos quedamos en las habitaciones.
- No creo que a alguien le guste quedarse en las habitaciones. Te sientes como si fueras un prisionero.
Él se encogió de hombros.
- No mientras tengas algo por hacer- se dio la vuelta y salió de la celda.

Era curioso, él día que nos conocimos, podría jurar que ese chico me detestaba, no confiaba en mi. Luego de lo de anoche, ya no me mira tan frío y calculador.
No entendía por qué llevaba un sombrero, pero no le quedaba mal supongo.
Me recosté de vuelta en la cama.
Maggie, la simpatica mujer de ojos verdes. Gleen, un coreano, supongo, simpatico y amable. Rick el padre del niño, el líder. Carol, una señora amable, pero que sus ojos escondían algo más profundo. Daryl, el de la ballesta y chaqueta de cuero, rudo y me caía bien. Beth, una chica rubia y muy simpatica. Tyresse, un hombre moreno robusto, también amable.Sasha su hermana. Hershel un anciano sin pierna, padre de Maggie y Beth. Patrick un chico de mi misma edad, con lentes, debió ser de los tímidos e inteligentes en el comegio. Lizzie y Mika, supongo que eran hermanas o amigas, no lo sé, pero Mika parecía tierna y Lizzie tenía una mirada que daba miedo. Michonne, una mujer morena seria y con aspecto de ruda, llevaba Katanas.  Judith, la bebé, hermana del niño. Y Carl, el chico del sombrero y ojos bonitos.
Creo que esos eran todos. Todos tenían su respectiva actitud y forma de ser, pero todos eran amables, o al menos lo parecían.
Eran como una familia, todos juntos y apoyandose unos a otros. Muy bonito, salvo por el hecho de que estamos en un apocalipsis zombie.

Decidí hacerle caso al niño y cambiarme.
Bajé de la cama con un salto, cayendo parada. Rebusqué en mi cargada mochila. Agarré una remera verde oscura suelta y corta y unos jeans sueltos azules. Me puse mis botas, guardé mi cuchillo en mi cinturón y salí de la celda. Al salir, me tope con el chico del sombrero.
- No sabía si entrar, porque...ya sabes, estabas cambiandote.-dijo este.
Me encogí de hombros.
-Estamos en el fin del mundo niño, que me veas es lo que menos me preocupa. No lo malinterpretes.
Él revoleó los ojos.
- Mira, estoy tratando de que me caigas bien, tenemos la misma edad así que supongo que podríamos llevarnos, pero es muy dificil si me llamas niño, en vez de llamarme por mi nombre. Soy Carl, me llamo Carl.
- Okey lo que digas "Carl", podemos desayunar? Muero de hambre-luego de decir esto, decidí ser un poco más amable- Bueno...si tienen para desayunar sino yo puedo ir afuera y cazar...
- No hace falta. Si, tenemos para desayunar. Nos esperan, vamos.

Creo que por un momento iba a agarrarme la mano para guiarme a dónde ir, viendo que yo me había quedado parada. Pero se contuvo y me hizo una seña para que lo siguiera.
Caminamos por el pasillo hasta llegar a una mesa larga, dónde todos estaban sentados.
- Hola-saludó el chico del sombrero, digo Carl.
- Hola hijo, durmieron bien?-nos preguntó Rick.
- Si, dormimos bien.
- Carl ronca pequeña luchadora?-me preguntó Daryl.
- Si, ronca demasiado y babea.-respondí sarcastica.
- Hey, eso no es cierto, no ronco ni babeo.
- Si, es cierto. No es mi culpa que no te puedas escuchar cuando estás dormido.
Todos rieron menos el chico, que revoleó los ojos, pero sonrió.
- Buenos dias.- me saludó el de lentes, creo que si, se llamaba Patrick.
- Hola-saludé y me senté al lado del chico del sombrero y de Beth.- Eres...Patrick,no?
- Si, mi nombre es Patrick. Tu eres Enid, lo recuerdo. Tu nombre tiene origén Galés, viene de "alma", "vida", "golondrina"...
- "Golondrina"-río el chico del sombrero, digo Carl. Lo mire seria y el se repuso- Es que para ti es raro.
- Sus iniciales coinciden. Educada, Nostalgica, Ironica y Directa.
- En eso tienes razón y vaya que coinciden- dijo Carl mirandome.- Eres demasiado directa e irónica.
- Si, muy interesante reflexión Patrick, gracias.-respondí.
- Lo siento, no quise ofender. Encontré un libro sobre los diversos significados de los nombres y me pareció interesante.
- No me ofendes, es el chico del sombrero el que molesta.
- Hey!
Carol, acababa de llegar con galletas, paquetes, y cajitas de jugo y termos termicos.
- Lamento interrumpir su interesante charla, pero llegó el desayuno.
- Que bien! Muero de hambre-exclamé.

Todos empezamos a comer, la bebé tomaba leche de un biberón, que le daba Maggie. Gleen la miraba...de una forma...creo que esos dos estaban juntos.

- Te estás adaptando? Te quedarás con nosotros?-me preguntó Beth.
- No lo sé-dije mientras comía una galleta- Supongo que si. Solo necesito conocerlos más.
- Pues, preguntanos. Lo que quieras.- me contestó Hershel.

Y me empezaron a contar su historia. Cada uno me contó brevemente lo que hacía antes y luego contaron toda su travesía de Atlanta hasta aquí. Yo prestaba atención, mientras terminaba de desayunar. La historia del chico del sombrero con la muerte de su madre, me recordó a la mía. Si, tal vez, nos podríamos llevar bien.
Ese grupo había pasado por muchas cosas.
Y luego llegó la parte a la que no quería llegar.

- Y que te ha pasado a ti?- me preguntó Rick, luego de una hora de relato.

Me quedé en silencio y bajé un segundo la cabeza.
- Supongo que si soy Nostalgica-le dije a Patrick.- Bueno, solo...quedé sola. Mi familia murió y quedé yo nada más, lamentablemente.
- Por qué lamentablemente?-me preguntó Carl.
- Porque...a veces, no sé...los extraño.
- Eso siempre pasa Enid, pero no lamentes ser la única que quedó de tu familia. Eso te hace más fuerte y cuando luchas, peleas por ellos-dijo Maggie y recordé las pálabras que me había dicho Caty.
- Si- susurré.
- Bueno, cuando quieras nos cuentas. Ya sabemos que eres una pequeña sobreviviente y con eso basta.- dijo Daryl y se levantó- Hoy es día de caza, me voy a cazar ardillas.

Me lo quedé mirando.
- No me mires así, si quieres ven. Pero no prometo que sea agradable-me contestó.
Mire a Rick y el asintió aprobandolo.
- Puedo ir también?-preguntó Carl.
- Bueno, pero Daryl no se vayan muy lejos.
- Nono. Bien nadie más se suma. Esto es una cacería, no una excursión escolar- Y salió a prepararse.

Extrañaba cazar y nunca había cazado ardillas, son muy escurridizas.
- Pareces emocionada- me dijo Carl.
- Lo estoy.
- Que bueno, somos dos.
Ambos nos sonreímos.

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Carnid: El inicio de su historia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora