CAPITULO 49.

411 39 22
                                    

Diana trataba lo menos posible de ver a Claudia porque sabía que su novia estaba mucho más nerviosa que ella y entendía que debía darle su espacio para que pudiera tranquilizarse, espacio que ella también aprovechaba para mantener la calma.

- ¿Todo bien amiga? - se giraba un poco para enfocar los ojos azules que la veían con preocupación -Bueno te ves mejor que Claudia- bromeaba la rubia acomodándose a su lado.

-Si... Es solo que me gustaría hacer algo para que no estuviera así, aunque... A ti no te puedo mentir... Creo que estoy comenzando a arrepentirme de traerla- dejaba escapar con un hilo de voz -No sé qué en que estaba pensando...-

-Diana ¿Por qué dices eso? Claudia es educada...-

- ¡No! No lo digo por ella... Dios no, Claudia es lo más lindo que me ha ocurrido en la vida... La quiero proteger y cuidar todo el tiempo, digo... Solo mírala... No sabe cómo actuar cuando está nerviosa... Es tan tontita- susurraba enfocando como su novia se frotaba las manos -No quiero exponerla a mi familia... Peor cuando me acabo de enterar que mis hermana también está de visita...-

- ¿Karen? - preguntaba sorprendida -Vaya... Estará un poco intenso, pero no tienes de qué preocuparte Karen aunque lo niegue te adora... Y bueno Javi, es adorable- musitaba -Además... Tus padres son muy lindos-

-Me preocupa todo lo que pueda pasar... Aida, ellos al único que han conocido es a Ricardo y desde entonces no he presentado a nadie más-

-Diana... Eso fue cuando estábamos en el colegio, hace más de una década- bromeaba la rubia acariciando su espalda -Tienes que relajarte, hazlo por ella... Como tú dices, mírala... Esta que se nos muere de nervios...-

-Aida... Tu conoces a mis padres sabes lo mierda y despectivos que pueden llegar a ser... No debo exponer a mi novia a ese ambiente, fui una tonta y me dejé llevar por el momento...-

-Tú no permitirás que la traten mal, estoy segura de eso, así que deja de pensar en tanta mierda y ve a hablar con ella y trata de calmarla... No sabes cuánto daría yo por poder presentarle a mis padres a Helena...- enfocaba el rostro melancólico a su lado -Puede parecerte tonto... Pero ahora que estoy con ella hay muchas cosas más que desearía haber experimentado, no te puedo explicar la felicidad o lo importante que fue para mi poder conocer a su hermana... Porque sentí que me dejo entrar mucho más a su pequeño mundo... Y hubiese deseado que ella pudiera conocer parte del mío, creo que por eso me emocione tanto por traerla- hacía una pausa - ¿Entiendes lo que digo? -

-Creo...- confesaba.

-Has traído a Claudia porque deseas que conozca más de ti, tus padres son lo más importante que tienes en el mundo... Y tu novia se ha vuelto una parte muy esencial en tu vida, por lo tanto, deseas que ambas partes se conozcan y ella...- susurraba -Aceptó a pesar de estar muriendo de nervios...-

-Siempre me tienes que explicar las cosas como a una niña- musitaba.

-Pero lo disfrutas- sentía como entrelazaba sus manos con ternura -Gracias Diana-

- ¿Por qué me agradeces Aida? - preguntaba avergonzada.

-Por nunca dejarme sola... Desde que tengo cuatro años te recuerdo siempre a mi lado, de no haber sido por tu insistencia... No sé dónde estaría, no hubiera podido conocer a Helena o a las chicas... Tú me armaste de valor y tus padres fueron ángeles en mi vida-

-Oh tonta, me harás llorar, no digas esas cosas- decía abrazándola con fuerza -Eres mi mejor amiga... Y pase lo que pase siempre te protegeré como sé que tú lo harás conmigo-

-Claro que si- sentía la caricia sobre su espalda -Ve con Claudia, te necesita- asentía suavemente -Te quiero-

-Y yo a ti- respondía acercándose a su novia quien permanecía con la mirada perdida -Claudia-

Nuestro TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora