CAPITULO 27.

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Observaba su reflejo en el espejo reconociendo que tarde o temprano se arrepentiría por lo que acaba de hacer, pero no se veía tan mal ¿o sí? Se acercaba al espejo tratando de emparejar algunos mechones de cabello -Eres un puto desastre Helena- susurraba, lo que menos deseaba era recordar las palabras de la negra de Daniela, luchaba con todas sus fuerzas para no pensar en Aida compartiendo la cama con alguien más, las náuseas la inundaban nuevamente, sabía que esa situación ella sola se la busco por imbécil, pero no han pasado ni dos meses y ya esta cogiendo con alguien más, agradeció los suaves toques a su puerta -Adelante-

-Buenas noches- escuchaba - ¿Pero ¿qué...? - se giraba para enfocar a Megan quien la observaba sorprendida -Helena-

-No te atrevas- advertía.

-Déjame ayudar a corregir este desastre- escucho como aseguraba la puerta y se acercaba a paso lento -Tengo que aceptar que no te ves tan mal, solo necesito emparejar esto- asentía sin mirarla -No podrás ni hacerte una coleta ¿lo sabes? -

-Si- respondía sin ánimos.

-Veamos- suspiraba con pesadez escuchando el sonido de las tijeras - ¿Cómo has estado? -

-Bien-

-Me han contado que casi no quieres comer ¿No te gusta lo que preparan? -

- ¿Jugaras a ser madre ahora o qué? - preguntaba con severidad.

-Estoy preocupada por ti- enfocaba el rostro tranquilo de Megan -Es mi responsabilidad asegurarme que mis invitados de honor se sientan como en casa- sentía la caricia sobre sus hombros -Te necesito unas semanas mas y luego prometo dejarte en paz-

-Espero lo cumplas ya que estoy pensando llevarme a Hannah conmigo-

-Como te dije anteriormente, esa es una decisión que le corresponde a ella tomar y yo respetare sea lo que sea- sentía como acariciaban lo que quedaba de su cabello -Ya está-

-Gracias- susurraba - ¿Ya sabes cuál será tu próximo movimiento? - la veía asentir levemente.

-Por eso estoy aquí-

+++

Marcia Ibarra se paseaba en su estudio mientras escuchaba a su asistente mencionarle todas las reuniones que tenía agendadas para ese día, pero en lo único que podía pensar en esos momentos era en a la rubia que la había rechazado un par de semanas atrás. Nunca nadie se negó a estar con ella, pensó que la tenía y que había logrado conquistarla, pensó que salir a cenar por tercera vez sería mas que suficiente para poder comenzar algo con ella, pero ni siquiera el beso despertó el interés de la hermosa rubia. Recordaba la primera vez que la vio, era imposible quitarle la vista de encima, notaba a los demás invitados también apreciar la belleza de Aida ¿Quién podría ser la maldita que logró conquistar semejante mujeron? Pensaba cada que se metía a revisar su perfil y lo único que veía era a una mujer de cabello negro que nunca mostraba el rostro, una de sus fotos favoritas era Aida con su traje de baño rojo apoyando su cabeza sobre el hombro horriblemente tatuado de la misteriosa mujer, el rostro se Aida era perfecto y su cuerpo, no encontraba las palabras para describirla.

- ¿Marcia? - desviaba la mirada de su móvil enfocando a Yolanda - ¿Escuchaste algo de lo que te dije? -

-Discúlpame Yoli, tengo muchas cosas en mi mente- pedía -Dame cinco minutos y luego revisamos las ultimas cosas ¿Te parece? - la veía asentir con molestia antes de abandonar su oficina, decidió intentarlo una vez mas y talvez Aida aceptaba la invitación a cenar.

- ¿Hola? - escuchaba la suave voz al otro lado de la línea y se maldijo por lo bajo al sentirse tan nerviosa con solo escuchar su voz.

-Buenos días señorita Lars ¿Cómo se encuentra? - preguntaba suavemente.

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