CAPITULO 80

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Corría y saltaba imitando cada movimiento de su hermana, tenía que alcanzarla para poder jugar con ella y con los niños más grandes, pero sus piernas eran mucho más cortas y se cansaba más rápido que el resto de los niños. Perdía el equilibrio y caía con fuerza contra el suelo, sabía que si lloraba todos se burlarían de ella, mordía su labio inferior y apretaba sus puños intentando levantarse de una vez.

-Hannah... ¿Estás bien? -

-Si- decía sujetándose del brazo de su hermana mayor.

- ¿Te dolió? - preguntaba sacudiendo la nieve de sus rodillas y brazos -Mírame-

-Estoy... bien- respondía sintiendo como su boca comenzaba a temblar y sus ojos se empañaban de lágrimas -No dolió-

-A mí me parece que si- decía Helena dándole palmaditas en la cabeza -Esta bien llorar-

-Tu no lloras nunca- musitaba limpiándose el rostro con orgullo.

-Solo a veces-

- ¡Helena! ¡Ven a jugar! - gritaban los niños - ¡Apresúrate! -

-Empiecen sin mi- respondía su hermana -Ven Hannah-

- ¿Adónde vamos? ¿No jugaremos a la pelota? - preguntaba apretando la mano de Helena -Mamá nos dio permiso de venir solo al parque-

-Mamá no tiene por qué enterarse- sonreía al escuchar la risita ronca de su hermana.

- ¿Ya llegamos? -

-Aún no y deja de preguntar- pedía Helena observando a ambos lados de la calle antes de cruzarla -Espera un momento déjame contar bien-

- ¿Contar qué? - preguntaba confundida mientras su hermana sacaba una pequeña bolsa de tela.

-Tengo cinco dólares, ven- asentía sujetándose del abrigo de Helena entrando a la pequeña panadería de la esquina -Buenas tardes- saludaba -Hannah no te apoyes en el mostrador- sus ojos se clavaban con deseos en las vitrinas repletas de toda clase de postres, había de chocolate, de fruta y de todos colores.

-Wow...- susurraba saboreándose y sintiendo como su estómago pedía a gritos un bocado de esos postres.

-Hannah... ¿Cuál quieres? - preguntaba Helena detrás de ella -Mira ese tiene chocolate y nueces-

-Ese- decía señalando una pequeña tartaleta.

-Ese cuesta cinco dólares- escuchaba la voz detrás del mostrador - ¿Cuántos llevaran? -

-Uno está bien- respondía Helena.

- ¿Pero y tú? - cuestionaba - ¿Qué comerás tu? -

-No tengo mucha hambre- decía Helena sacando las monedas de su bolsa a cambio de la pequeña bolsa de papel -Ten Hannah-

- ¡Oh! - exclamaba tomando el paquete -Huele delicioso ¡Ya quiero probarlo! - gritaba dando pequeños saltos - ¡Vamos, vamos! -

-Shh Hannah, no grites- pedía Helena caminando detrás de ella -Ven aquí hay una banca-

-Si- decía subiéndose con dificultad -Mira hermana, nunca había visto un postre tan bonito-

-Pruébalo- se apresuraba a morderlo y no podía creer que algo tan delicioso existiera, movía sus hombros y se balanceaba de lado a lado - ¿Te gusta? -

- ¡Esta delicioso! - gritaba -Ten la mitad-

-Oh no, es todo tuyo- escuchaba.

-Pero es mío y quiero compartir contigo- decía con un hilo de voz -Ten-

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