CAPITULO 74.

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Leía la receta de Vanessa una vez más antes de agregarle el último de los condimentos a la salsa, revisaba el horno para asegurarse que estuviera precalentándose y se apresuraba a partir los vegetales para la ensalada.

- ¡Hola! - sonreía emocionada la sentir los pequeños brazos rodear su pierna.

-Hola mi vida ¿Ya despertaste? - preguntaba con ternura y se inclinaba un poco para cargar a Livi - ¿Quieres ayudar a la tía Diana a cocinar? -

-Lo siento Diana, no pude alcanzarla- escuchaba la voz de su suegra desde la sala de estar.

-No te preocupes Claudia, esta princesa es amante de la cocina como su madre- respondía dándole un trozo de brócoli el cual escupía sin pensarlo -Mi vida- reía divertida besándole la mejilla -Veamos que tenemos para la princesa Livi-

- ¿Crees que tarde más? - se giraba para poder enfocar a su suegra quien se arrastraba en la silla de ruedas.

-Quedo de llamarme en cuanto saliera de cirugía, no te preocupes estará con nosotras antes de la cena- respondía acomodando a Livi en el desayunador para darle una galleta -Despacio-

-Por un momento creí que me ocultaban un nieta o algo- bromeaba su suegra.

- ¿Lo dices por el cuarto infantil?- se animaba a preguntar -Hay tres niñas en la familia y así como esta vez fue la princesa Livi quien nos acompaña, otras veces es Lena, Amelia no tardara en hacerlo, es solo que sus madres son un poco "delicadas"- respondía recordando el rostro serio de Helena y Aida -La habitación la preparamos para la pequeña Lena, ya que le gusta mucho venir de visita cuando Clau no está de turno, ellas dos se llevan muy bien-

-Muero por conocerla- escuchaba.

-Y lo harás ya verás, discúlpame un momento- pedía tomando su celular para contestar la llamada -Hola papá-

-Hola mi vida hermosa ¿Estás ocupada? -

-No papá ¿Está todo bien? Casi nunca llamas a estas horas- decía arreglando el cabello a Livi quien se devoraba a galleta.

-Creo que si hija, veras... Tú madre está un poco ¿Cómo decirlo? Deprimida, al parecer estar lejos de Ginny le está afectando muchísimo, tal vez no lo recuerdes, pero tu madre la paso muy mal cuando creímos que la rubia había muerto, la cosa es mi amor que yo adoro a tu madre, ha sido y siempre sera mi princesa, por lo que no puedo verla de esa forma y he decidido comprarle un apartamento en Versalles-

- ¡Papá eso es asombroso! - gritaba emocionada - ¿Ella lo sabe? -

-No cariño, sabemos que nuestra reina adora las sorpresas, es por eso por lo que necesito tu ayuda para conseguirle un lugar para ella la rubia y Silvia- escuchaba -Por cierto ¿Puedes enviar a alguien al aeropuerto esta noche? Le he reservado un vuelo y eso también es sorpresa-

-Papá... ¿Pero y tú? - se animaba a preguntar.

-Oh mi vida, llevo 45 años casado con esa mujer, la he visto en sus peores y buenos momentos, pero nunca la vi tan feliz como cuando se reencontró con Virginia, me hizo regresar el tiempo 40 años atrás como cuando las conocí ¿Alguna vez te he contado que fue esa rubia quien me presento a Dinora? -

-No...- susurraba conmovida.

-Fue gracias Virginia que pude armarme de valor para hablarle a tu madre, ella me dio el regalo más grande mi vida el cual son ustedes tres- escuchaba -Volver a verla fue para tu madre y para mi regresar en el tiempo, tu madre volvió a brillar y deseo que ese brillo siempre permanezca con ella, sé que lo que desea en estos momentos es no separarse de su mejor amiga, cariño ella habla todo el tiempo de las aventuras que han vivido con Silvia, tiene su móvil lleno de fotografías de bebés, que el retenerla en esta mansión me hace el villano de la película-

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