Camila observaba a Lena saltar emocionada sobre la cama de Aida, enfoco a la rubia reír divertida al escuchar las cosas que su hija hablaba.
-Aida, gracias- decía sonrojada.
-No te preocupes, no quería dormir sola esta noche, pero tampoco quiero verle la cara a tu amiga- soltaba con molestia, Helena debió cagarla a lo grande para que la dulce Aida estuviera con ese humor -Lena y yo tendremos una pijamada ¿cierto? -
- ¡Si! - su hija era feliz y sabía que estaría bien cuidada ya que Lena disfrutaba mucho de la compañía de Aida, muchas veces la llevaba a la oficina y lo primero que hacía era irse a meter a la oficina de Aida y podía pasar horas con ella.
-Muchas gracias Aida- sintió la caricia sobre su hombro.
-No me des las gracias, disfruta- le guiñaba un ojo y se avergonzó al notar como Aida podía imaginarse lo que pasaría esa noche.
-Adiós- decía saliendo de la habitación rápidamente, su corazón latía con fuerza de solo pensar que sería la primera noche que dormiría con Daniela... Seis años, casi siente habían pasado desde la última vez que compartió la cama con alguien... Y nunca estuvo con alguien más que no fuese su esposa...- dio suaves toques a la puerta de la recamara de Daniela sintiendo los nervios apoderarse de ella.
-Hola- sonreía nerviosa al ver el rostro sonrojado de Daniela -Pasa- obedecía y podía ver la enorme cama ordenada - ¿Y Lena? -
-Estaba feliz porque dormiría con Aida- intentaba romper la tensión del momento y era inevitable apartar la mirada de los ojos negros que la atravesaban por completo.
-Al final tenías razón, al parecer la rubia mando a Helena a dormir al sofá- bromeaba.
-Si- decía con voz temblorosa ¿Qué le sucedía? Era la primera vez que se sentia tan nerviosa estando cerca de Daniela.
- ¿Quieres algo de beber? - asentía sintiendo su pulso acelerarse, tenía dos opciones... La primera seguir controlando y reteniendo sus deseos... La segunda, apagar su cerebro y dejarse llevar por todo lo que su cuerpo comenzaba a exigirle -Traje un poco de vino y cervezas porque no sabía que ibas a querer y...- en un rápido movimiento giraba a Daniela y la ponía contra la pared sosteniendo sus muñecas a la altura de su cabeza -Cam... Camila...- la vio tragar grueso y la mirada asustada se apoderaba de su rostro.
-No puedo seguir conteniéndome...- susurraba a pocos centímetros de sus labios -Te deseo Daniela... Y sé que tú a mi- musitaba sin cortar el contacto visual -He venido controlándome todo este tiempo... Pero no quiero hacerlo más... Y te pido que tu no lo hagas- algo en la mirada de Daniela cambiaba, algo que lograba despertar cada uno de sus deseos -Hazme tuya Daniela...- no supo cómo las posiciones se invertían y ahora era Daniela quien ponía su espalda contra la pared y atacaba sus labios con desesperación .-No te controles por favor- suplicaba entre gemidos al verla desnudarse rápidamente y hacer lo mismo con ella -Ah...- se abrazaba fuertemente a ella al sentir los besos en su cuello y hombro, todo su cuerpo reaccionaba al toque de los dedos de Daniela, hacia su cabeza hacia atrás dándole más oportunidad de devorar sus pechos, su lengua y labios no se hicieron esperar, podía sentir la humedad comenzar a delatar el placer que estaba sintiendo en ese momento.
-Ven...- escucho con voz ronca cosa que le pareció lindo y sensual a la vez. Se acomodaba en la cama mientras sentia el peso del cuerpo de Daniela caer sobre ella, sus labios se entrelazaban suavemente mientras la cintura de Daniela comenzaba a ejercer presión sobre su vientre, pero ella deseaba más contacto, quería sentirla aún más por lo que abría sus piernas envolviendo la cintura de su acompañante con ellas y empujándola más a su cuerpo -Ah...- el gemido de Daniela bastaba para que su cuerpo se estremeciera de golpe, acariciaba sus pechos que se movian con cada roce y no podía más que disfrutar de la suave presión sobre su intimidad -Quiero hacer algo- dejo escapar un gemido de molestia al sentirla separarse de ella en un rápido movimiento, se sorprendió al sentir las manos de Daniela separar sus piernas -Quiero probarte...-
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Nuestro Tiempo
RomanceAida Lars decide darle un giro a su vida al mudarse a una nueva ciudad, conocerá a muchas personas que le enseñaran que todo puede mejorar si se rodea de las personas correctas, aprenderá a amar y se entregara completamente a esa mujer que ha robado...