CAPITULO 71.

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Recogía su cabello en una coleta alta y se colocaba los anteojos que tanto se negaba a usar por el siempre hecho de que no deseaba verse mayor, tal vez comenzaba a entender el estúpido miedo de Helena a envejecer, pero el escuchar que su vista ya no era tan buena como antes había sido mucho para ella.

-Hay cosas más importantes por las cuales preocuparse- susurraba para sus adentros mientras encendía su laptop, suspiraba fuertemente al recordar la vocecita de su hija diciendo que deseaba ser policía -Ja... policía- dejaba escapar enfocando la fotografía que usaba como fondo de pantalla, era Lena el día de su cumpleaños número 1, sonreía de ternura al recordar lo mucho que ella y Helena se esmeraron para que todo fuera perfecto, a pesar de que los únicos niños en la fiesta eran los hijos de Tony y Graciela, para ella había sido algo refrescante el volver a ver a sus amigos después de meses de no tener contacto con nadie, abría la carpeta de fotografías para poder ver todas las de ese día, ya que recordaba que esa mañana lloro por tres horas seguidas porque era el primer cumpleaños de su hija y Ellie no estaba para celebrarlo con ellas, sonreía al ver la primera foto de Andrea y Vanessa junto a Lena y su enorme pastel, luego veía otra donde salía ella, Lena y Helena a la hora de soplar la velita, definitivamente la compañía de Helena esos años habían sido la razón por la que logro salir a flote, esa bestia fue su chaleco salvavidas y para su hija había sido más que una figura materna, recordaba cuando se despertaba a media noche y encontraba a Helena dormida en el corral de Lena porque a su hija le daba miedo la oscuridad, la recordaba bailándole, cantándole y eso hizo que la ausencia de Ellie en la vida de Lena no fuese tan impactante, porque pudo comprender que si alguien amaba a su hija de igual forma que era Helena. fue el verla con Lena para conocer una parte de Bandek que nunca creyó que existiera, esa parte dulce, tierna y cariñosa solo la mostraba con su pequeña pelirroja -Estúpida Bandek- decía riendo por lo bajo al ver la fotografía del primer Halloween y lo tiernas que lucían en los disfraces.

-Mamá- enfocaba la puerta un momento y pudo ver la cabecita roja asomarse lentamente - ¿Ya despertaste? -

-Si mi vida, ven aquí- decía dando golpecitos en la cama -Hola Terry- saludaba a su perro quien no perdía tiempo para acomodarse en sus piernas.

- ¿Esa soy yo? - preguntaba con inocencia.

-Si mi amor, aquí estabas por cumplir 2 años, mira que hermosa te veías- decía besando su cabecita.

- ¡Mira a la tía Helena! - gritaba soltando un par de carcajadas -Mamá esos disfraces están muy feos-

- ¡Oye! No digas eso, mira que me esmere haciéndolos- pedía -Éramos unas bonitas calabazas-

-Mamá...-

-Esta bien, tú ganas, estaban feos, pero nos veíamos lindas ¿No crees? - preguntaba abrazándola -Oh mira aquí fue cuando diste tus primeros pasos-

- ¿Y esa? - preguntaba emocionada.

-Oh si, fue la primera vez que te caíste y te tuvimos que llevar al hospital para que te dieran unas puntadas aquí- decía besándole la frente.

- ¿Tienes fotos de mamá Ellie? -

-Si mi amor, tengo algunas por aquí- susurraba -Aquí estas tú con ella-

-Wow...- notaba los ojitos verdes abrirse como platos - ¡Tenía muchos tatuajes! ¡Quiero ver más! -

-Aquí estaba cantándote antes de dormir, tenías solo 4 días de estar en casa con nosotras...- musitaba observando la foto y podía recordar cada momento de ese día.

- ¿Puedes imprimir estas fotos mamá? Quiero pegarlas en mi habitación-

-Si mi amor... Haremos eso- prometía.

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