CAPITULO 82.

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Cambiaba los cargadores de sus armas antes de salir de su escondite y disparaba sin fallar a los policías que entraban al lugar, sabía que la superaban en número y que probablemente terminaría muy lastimada, pero en esos momento en lo único que pensaba era en acabar con las amenazas.

-¡La necesitamos viva!- gritaba alguien -¡No le disparen!- sonreía un poco aliviada ya que aprovecharía esa ventaja para seguir disparando a todo el que se le acercara -¡Ahora!- se giraba observando como la puerta trasera se abría de golpe y un grupo de policías entraba para apuntarle -La tenemos rodeada-

-¡Suelte las armas!- gritaba otro policía -Estamos en el cuarto piso, tenemos a Dumas- escuchaba -Baje las malditas armas ¡Ahora!-

-¿Me tienen rodeada?- preguntaba con voz ronca -¿Están seguros?- sonreía ampliamente bajando las armas -No lo creo- musitaba haciendo una pausa -Batarze- veía los cuerpos de los policías caer sin vida frente a ella -Vaya, estoy más que impresionada- confesaba acercándose a Andrea.

-Debo decir lo mismo- escuchaba -Nunca creí que tu puntería sería tan buena-

-General, logramos acabar con los policías del lugar, pero nuestro equipo de vigilancia nos informó que otro grupo está entrando al palacio, nos estamos quedando sin municiones y eso puede ser una desventaja- decía uno de los soldados.

-Busquen todas las armas y municiones en estos cuerpos- ordenaba Andrea señalando a los policías -¿Han logrado contactarse con otros grupos?-

-No, general- respondía -Me temo que han bloqueado todas las señales y no logramos descifrar el código para poder comunicarnos-

-Supongo que si nosotros tenemos el mismo problema, las demás también- decía -¿Qué hay de los civiles?-

-Los trabajadores se encuentran en el tercer piso, los hemos interrogado y no sabían nada de lo que se planeaba-

-Entendido- decía pensativa -Creo que lo mejor sería reunir a todos nuestros hombres y prepararnos para el ataque-

-Pienso lo mismo- respondía Andrea sacándole al arma a uno de los soldados -Vamos- caminaban en lo que quedaba del pasillo –¿Estas bien?-

-Un poco desesperada por salir de aquí y encontrar a Frida, sé que la maldita pudo salir- decía con rabia -Todo el palacio está rodeado de policías... Será difícil salir-

-Solo debemos resistir un poco más, la noticia del ataque al palacio nacional ya debió llegar a los otros grupos por lo que no tardaran en venir a acabar con todos esos malditos- escuchaba -Muchachos- veía al pequeño grupo de soldados hacer una pequeña reverencia frente a ellas -Han hecho un buen trabajo, gracias a todos por resistir-

-Gracias, general- respondían.

-Por favor... Por favor déjennos ir... Nosotros no sabíamos nada, trabajamos aquí en el área de...-

-Guarden silencio- ordenaba Andrea con voz amenazante -Prepárense-

-¡Segundo piso despejado!- gritaba un policía -¡Escaleras a tercer piso, despejadas!-

-¡Recuerden que a Dumas la necesitamos con vida!- escuchaba -¡Tengan cuidado de Batarze, es amenaza alta y puede jodernos si la descuidamos!-

-Hombre sabio- susurraba Andrea esbozando una amplia sonrisa -A mi señal- decía tomando un arma y alzando una mano -Dumas-

-Estoy lista- respondía apuntando a la entrada del salón.

-Ahora- los disparos y gritos de los civiles no se hacían esperar, se lanzaba contra unos policías y no supo de donde sacaba las fuerzas para clavarle las navajas en el rostro y a otros cortarles el cuello, la adrenalina que la invadía en ese momento era desconocida y estaba lejos de detenerse.

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