CAPITULO 53.

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Tomaba su equipaje antes de encender su móvil para poder contactarse con su hija quien esperaría por ella en el aeropuerto, sonreía enormemente al reconocer a su Daniela.

-Mamá- la envolvía en sus brazos llenándola de besos y caricias.

-Mi bebé ¿Cómo estás? Te ves muy hermosa- decía abrazándola nuevamente - ¿Viniste sola? -

-Si, Camila se quedo en casa preparando la cena- escuchaba a medida caminaban al coche -Estoy muy feliz de tenerte aquí mamá, estoy segura de que pasaremos un tiempo maravilloso-

-Estoy muy nerviosa...- confesaba acomodándose en el asiento del pasajero para después colocarse el cinturón de seguridad -Todavía sigo pensando que venir fue una mala idea... Hija no quiero incomodarlas-

-Pamela García- escuchaba el tono serio de su hija -Las tres estamos muy emocionadas de recibirte, nunca vuelvas a decir que nos incomodaras- sentenciaba. Conversaban de muchas cosas, logro ponerla al tanto de los dramas del matrimonio de sus hermanos, escucho detalles del viaje y más aún de la propuesta de matrimonio, estaba ansiosa por conocer al resto de las chicas de las que su hija hablaba tanto -Llegamos-

-Hija... Está casa es hermosa...- susurraba.

- ¿Sí? Y espera que la veas por dentro, vamos mamá- caminaba detrás de su hija quien rápidamente abría la enorme puerta de madera -Estamos en casa-

-Hola mi amor- sonreía al reconocer la voz de Camila y pudo verla asomarse usando un delantal -Pamela, que gusto volver a verte-

-Oh Camila, tú siempre tan hermosa como... En serio, que eres muy guapa- decía acariciando el rostro pecoso -Huele muy rico-

-Espero me haya quedado delicioso, seguí los pasos al pie de la letra porque Daniela me dijo que era tu comida favorita- escuchaba -Vamos, amor lleva el equipaje de tu madre a su habitación- pedía.

-Mamá- escuchaba la voz de su hija - ¿Puedes venir? -

-Ahora voy- caminaba a paso lento escuchando los pasos de Camila detrás de ella.

-Hay alguien muy especial a quien deseo que conozcas- su corazón se encogía de ternura al ver a la pequeña pelirroja escondiéndose detrás de las piernas de su hija -Princesa... No tengas miedo- susurraba su hija con amor, se inclinaba un poco notando un ojito verde mirarla por unos segundos antes de volver a esconderse detrás de Daniela -Está un poco nerviosa-

-Mi vida, no seas tímida y saluda- pedía Camila con ternura.

-Me han contado que en esta casa vive una princesita a la cual le gusta mucho hornear galletas- decía acercándose lentamente - ¿La han visto? Por que yo muero por conocerla... A mi me encanta hornear todo tipo de galletas y pasteles-

- ¿De chocolate también? - preguntaba una infantil voz -A mi me gusta el chocolate...-

-Me encanta el chocolate- respondía alzando la vista para ver el rostro de Daniela la cual veía con infinita ternura a la pequeña niña que se escondía detrás de ella, la veía acariciar la cabecita roja y ella mejor que nadie conocía a Daniela y podía jurar que su hija realmente amaba a esa pequeñaa.

-Ve mi amor...- pedía Daniela.

-Hola...- saludaba finalmente -Mi nombre es Helena Vielman Brooke... Pero puedes llamarme Lena...- decía extendiendo su mano temblorosa.

-Qué bonito nombre, hola Lena- respondía tomando la manita -Mi nombre es Pamela, puedes llamarme Pame-

- ¿Eres la mamá de mi mami Dani? - asentía sin poder despegarle los ojos a la mirada verde curiosa -Eres muy bonita igual que ella...-

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