"Te estoy dejando ir y espero que respetes eso" Abría los ojos con dificultad escuchando nuevamente esas palabras en su mente, observaba la hora en su móvil y ya pasaban de las cinco de la tarde. No recordaba cuantos días había pasado encerrada en su habitación, su rutina diaria era ducharse y volver a la cama, el apetito brillaba por su ausencia y todo lo demás parecía tan insignificante. "Te estoy dejando ir y espero que respetes eso" Apretaba la almohada con fuerza sintiendo las lágrimas interminables aparecer nuevamente, recordaba todo de Helena, sus ojos, su voz, su aroma, sus manos, quería verla, quería escucharla... Deseaba sentirla. Varias semanas habían pasado desde esa tarde, los primeros días pensó que sería un capricho, que la lograría ver en la oficina, hablarían y que estaría en sus brazos de nuevo, pero lo que se encontró al llegar a su trabajo ese día fue la noticia que la presidenta Bandek había renunciado a su puesto, nadie sabía nada de ella, adonde fue o cuales eran sus planes, en el fondo quería creer que estaba con Hannah en algún lugar desconocido.
Lo único que ayudaba a que el día fuera mejor que el anterior era el hecho que no dudaba del amor que Helena tenía por ella, no se sintió usada como cuando estuvo con Gabriela, el sentimiento era totalmente diferente, el dolor esta vez esa distinto porque si algo aprendió de ese tiempo al lado de Helena fue a leerla, a conocerla perfectamente, sabia cuando algo le molestaba ya que tensaba su mandíbula y clavaba su mirada en algún punto perdido, cuando estaba emocionada por algo sus hermosos ojos grises se abrían como platos y la sonrisa... Esa maldita sonrisa, Helena no se había ido a ninguna parte, Helena seguía allí con ella, estaba segura que si ella se encontraba en ese estado tan demacrado, Helena estaría igual o peor.
Suspiraba con pesadez enfocando la fotografía en su mesita de noche recordando que se la tomaron el día que fueron al museo, sonreía como tonta al recordar cuanto costaba que Helena accediera a tomarse fotografías y por eso aprovechaba a capturarla cuando estaba distraída, no supo que la llevo a revisar al galería de su móvil y estaba llena de diferentes fotografías de ella, Helena conduciendo, "cocinando", leyendo el periódico -Eres una tonta...- susurraba acariciando la pantalla de su móvil enfocando a Helena y sintiendo las lágrimas nuevamente en su rostro, lo que sentía era rabia, dolor, impotencia pero lo que le comenzaba a dar fuerzas y animo era saber que nadie la había amado como Helena, estaba segura de eso, como también confiaba en que tarde o temprano se daría cuenta de la estúpida decisión que tomo de irse -Esperare por ti...- quedamente, le pidió que disfrutara sin ella, que viviera, que cumpliera sus sueños sin ella... Pero olvidó un detalle muy importante... Helena estaba en ella, justo en ese momento recordó la frase de una de las canciones favoritas de Daniela "Uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan... Y aquí se te extraña tanto" -Tu sigues aquí... Sin ti, conmigo...-
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Hannah observaba como Helena finalmente se dignaba a convivir un poco con los chicos, era la primera vez desde que llego que se quedaba después del entrenamiento para conversar con unos pocos, sabía perfectamente que el hecho de dejar a su cuñada hermosa en la ciudad le resulto más duro de lo que pensaba y ella jamás imagino ver a Helena tan afectada como esas últimas semanas.
-Alguien está volviendo a la vida- enfoco a Eduardo quien ayudaba a recoger las espadas de madera -Se ve... mejor-
-Si- respondía sin ánimo -Aunque quisiera que solo por una vez se dignara a decirme cómo se siente realmente-
-Dale tiempo- escucho -Recuerda que todo esto es nuevo para ella-
-Pero soy su hermana- decía por lo bajo -Me gustaría sentirme incluida en sus cosas ¿sabes? -
-Pues entonces deberías dejarle saber cómo te sientes, tal vez escuchándote sienta la necesidad de desahogarse contigo, porque si me preguntas se ve muy diferente que la vez que la conociste y cuando peleo contra Tamara, que por cierto ¿Ya viste que no le quita los ojos de encima? -
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Nuestro Tiempo
RomanceAida Lars decide darle un giro a su vida al mudarse a una nueva ciudad, conocerá a muchas personas que le enseñaran que todo puede mejorar si se rodea de las personas correctas, aprenderá a amar y se entregara completamente a esa mujer que ha robado...