Nuestro Tiempo

CAPITULO 58.

Observaba la hora en el tablero del coche pensando en cómo se disculparía con ese par de rubias, Virginia comprendería al escuchar que la junta con su nuevo socio se había alargado más de lo pensado, pero con su señora esposa y dueña de su mundo las cosas eran un poco diferente, llevaba un par de horas enviándole mensajes y llamándole en los recesos sin obtener respuesta de Aida.

-Vamos mi amor responde- decía escuchando el tono de la llamada sin recibir respuesta, su rubia día estar muy molesta o en el mejor de los casos profundamente dormida para no responder sus llamadas, recordó que estaría en casa de Vanessa por lo que decidía hacer un intento -Llama a Vanessa- ordenaba. "Llamando a Vanessa" la voz robótica inundaba las bocinas del coche.

- ¿Hola? -

-Creí que había llamado a Vanessa- murmuraba con molestia al escuchar la voz de Andrea.

-Lo hiciste, es solo que está intentando dormir a Olivia ¿Necesitabas algo? -

- ¿Puedes comunicarme con Aida? - preguntaba.

- ¿La rubia? - cerraba los ojos con molestia -No te estreses, pude imaginar tu estúpido rostro en estos momentos, lamento informarte que tu mujer no está por aquí-

- ¿Ah no? Dijo que iría a su casa a pasar la mañana y nos encontraríamos allí ¿Sabes si Vanessa ha hablado con ella? - cuestionaba con preocupación.

-No que yo recuerde, la única que se comunicó con nosotras ha sido Camila, ah y Daniela dijo que llevaría a Lena a casa de su madre donde estaría reunida toda su familia-

-Ya veo ¿De casualidad esa negra dijo a que hora regresarían? -

-Creo que se quedaran a dormir en casa de su madre porque estarían cerca de-

- ¿A dormir? - se detenía de golpe en una luz roja intentando procesar la información - ¿Camila estaba al tanto de eso? Lena no puede dormir con cualquiera- decía preocupada.

-Lo mismo le dije a Vanessa, pero insistió en que si Daniela decidió llevarla fue porque ya lo había hablado con la roja- apretaba el volante mientras respiraba profundamente.

-Les llamare luego-

- ¿Por qué no nos reunimos para hablar? -

-No tenemos nada de qué hablar y lo sabes- soltaba acelerando el coche.

-Yo creo que sí, encuentra a tu mujer y vengan a cenar con nosotras. Hablaremos entonces- cortaba la llamada y se apresuraba a estacionarse al lado del coche de su mujer, al menos estaba en casa pensó, tal vez debió comprarle su postre favorito, una pizza, hamburguesas o algo para calmar su furia.

-Estoy en casa- decía sacándose el abrigo y la bufanda - ¿Amor?- caminaba hasta la cocina y luego a la sala de estar sin encontrar rastros de su mujer, a lo mejor dormía ya que últimamente lo hacía en cualquier parte -Mi amor, yo sé que prometí venir a almorzar contigo, pero...- abría la puerta de su habitación sin encontrar a su embarazada mujer en ella -¿Aida?- revisaba la habitación de Hannah y también estaba vacía, luego la habitación de Lena para terminar en la recamara que sería la de su hija, pensó en llamarle una vez más al tiempo que su cuerpo se tensaba de golpe al escuchar el celular de su mujer vibrar en algún punto de la habitación -¿Amor?- preguntaba preocupada -Aida... Pero que- susurraba tomando el móvil que se encontraba sobre la mesa de noche, tragaba grueso al sentir la preocupación recorrerla entera, bajo ninguna circunstancia su mujer saldría de casa sin su móvil, revisaba el cuarto de baño y se detenía en seco al entrar al cuarto de closet y observar la ropa Aida desordenada, alzaba la vista observando que hacía falta una maleta -No puede ser...- corría para abrir la caja fuerte dándose cuenta que faltaban varios fajos de billetes, como el pasaporte de su esposa -No puede ser- metía más su mano buscando en uno de los extremos el arma que guardaba -¡Aida!- gritaba cerrando con fuerza la puerta de su caja fuerte sosteniéndose la cabeza con ambas manos mientras intentaba tranquilizar sus pensamientos y controlar la respiración -Esto no puede estar pasando, esto no puede...- se apresuraba a tomar su móvil para llamar a Vanessa una vez más.