CAPITULO 65.

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Abría los ojos con molestia intentando cubrirse el rostro con una almohada ya que nunca recordaba ponerle una maldita cortina a la ventana, se movía incomoda buscando refugio de la molesta luz que inundaba lo que por tantos meses había sido su habitación. Se incorporaba de golpe al revivir los recuerdos de la noche anterior acariciando sus labios con la punta de sus dedos y deseando sentir los de Megan una vez más.

-Mierda...- cubría su rostro con una almohada sintiendo como su rostro estaba ardiendo - ¿Cómo pudiste ser tan...? - mordía la almohada al recordar lo lejos que había llegado al decirle que no usaba ropa interior.

-Buenos días- intentaba despegar el rostro de la almohada al escuchar la agradable voz de Megan, pero lo que menos deseaba era demostrarle lo mal que la tenía -Escuché unos ruidos y me imaginé que ya estabas despierta-

-Hola...- susurraba con voz temblorosa -Buenos días- se giraba lentamente enfocando el hermoso rostro sonriente.

-Pensaba dejarte una nota junto a tu desayuno porque no quería esperarte- escuchaba -Olvide que este día vendrían las donaciones para las chicas y tengo que ir al aeropuerto a traerlas-

- ¿Quieres que te acompañe? - preguntaba.

-Al parecer has olvidado que prometiste que ayudarías a pintar los salones-

- ¡Mierda! - gritaba con molestia - ¿Yo lo prometí? -

-Así es, las niñas han venido 5 veces a buscarte, todas esperan por ti- la veía acercarse lentamente hasta sentarse en el borde de la cama -Debo aceptar que yo también deseaba verte y escucharte antes de irme-

-Megan...- decía sonrojada - ¿De verdad no puedo acompañarte? -

-Si quieres que las niñas te castiguen por traidora, adelante- bromeaba acariciando sus manos con suavidad -No he podido dormir pensando en lo de anoche...-

- ¿Y eso es algo bueno o malo? -

-Pues no lo sé- escuchaba la risa nerviosa -Creo que es bueno porque me gusto... Pero creo que es malo porque no pude dormir-

-A mí también me gusto...-

- ¡Marcia! ¡Despierta! ¡Es hora! ¡Esperamos por ti! - gritaban las voces infantiles - ¡Tenemos las brochas y la pintura! -

-No puede ser... No son ni las siete de la mañana- decía divertida.

-Ve con ellas y en la noche podemos ir a cenar algo, incluso una señora como yo podría animarse a ir a ese toque-

- ¿De verdad lo harías? - preguntaba emocionada.

-Si, se cuánto te gusta esa música... Era lo único que escuchabas los primeros meses, creo que me aprendí un par de canciones- decía sonrojada - ¿Qué dices? -

-Me parece perfecto...- susurraba besando la mano de Megan con ternura -No tardes por favor-

-No lo haré y más vale que tú no hagas esperar más a tus niñas-

-Oh si- se apresuraba a ducharse y a cepillarse para después tomar un poco de café mientras Megan leía el periódico en un extremo de la mesa -Estoy lista, tengo que irme-

- ¿No olvida algo señorita Ibarra? - preguntaba con voz ronca.

-No, llevo las llaves, cerré la ventana- entrecerraba los ojos intentando recordar si había cerrado la ventana del baño ya que los mosquitos solían aprovecharse de la ocasión -Todo en orden, no olvido nada-

-Pues yo creo que si- intento decir algo, pero la boca de Megan silenciaba la suya de inmediato y pudo sentir como ese beso era diferente a los anteriores, incluso sus enormes manos recorrían su cintura y espalda de una forma que hacía que su ser comenzara a despertar, no tenía fuerzas para moverse ya que lo único que deseaba era seguir siendo devorada por los labios de Megan -Ahora creo que... No olvidas nada...-

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