Nuestro Tiempo

CAPITULO 16.

Helena llegaba mucho antes de la hora acordada, se aseguraba de tener su móvil en modo avión para que nadie pudiera interrumpir.

-Buenos días ¿Puedo ofrecerle algo de beber? - el camarero lograba captar su atención.

-Un café negro, gracias- ordenaba con voz amable. Enfoco la entrada del restaurante y pudo ver a la mujer asomarse por el pasillo.

-Señorita Bandek, lamento mucho la tardanza- se paraba para poder saludarla con un beso a la mejilla -No cambia- escucho antes de ofrecerle asiento -La última vez que la vi estaba conectada a un montón de cables y tubos, en aquel entonces nadie tenía esperanzas de que sobreviviera-

-Eso dicen- sonreía recordando ese año que paso en el hospital -Pero estamos aquí, es lo que importa- añadía - ¿Quiere algo de beber? He ordenado un café para mí-

-Un té me caería bien- escucho -Debo admitir que me sorprendió muchísimo su llamada-

-Lo sé- musitaba -Pero necesitaba de alguien con experiencia y en quien pudiera confiar, que no fuera de mi circulo intimo- aceptaba - ¿Pudo conseguir todo? -

-Todo- enfocaba el rostro de Julianne -Esto es lo primero que me encargo- colocaba una carpeta de documentos frente a ella -Como bien la señorita Lars sospechaba, su madrastra e hijastras dejaron a cero las cuentas de su padre- el mesero llegaba con su café al mismo tiempo que ordenaban el té -Pero es no es todo, gracias a mis contactos pude indagar un poco más en la situación-

-La escucho- decía sin despegar su mirada del rostro serio.

-Andrés y Virginia Lars fundaron una compañía con el poco dinero que lograron ahorrar a través de los años, como todo buenos padres querían asegurar el futuro de su hija usted sabe, para que no le faltara nada o tuviera que pasar por dificultades. La compañía fue creciendo al punto de ser valorada en 50millones de dólares- abría los ojos como platos -Si, esa misma fue mi reacción. A medida sus ganancias subían acordaron dividir todo por mitad, 50% para Andrés y 50% para Virginia. Puede encontrar ese acuerdo en el apartado B- decía señalando la carpeta -En el acuerdo se establece que si cualquiera de los dos llegara a fallecer primero, su parte inmediatamente pasaría a nombre de su hija, lo que significa que cuando Virginia falleció sus 25 millones por así decirlo, pasaron a manos de la señorita Aida- hacia una pausa -No había nada legalmente hablando que pudiera cambiar eso, sin embargo; tres años después del fallecimiento de la señora Lars, Andrés contrajo matrimonio con una mujer no hubo problema alguno ya que la parte que se estaba viendo afectada era el 50% de Andrés, el cual después de su muerte se esfumo en menos de 8 años-

- ¿25 millones? - cuestionaba sorprendida.

-No- escuchaba con seriedad -La empresa logro crecer y su valor paso de 50 millones a 90, lo que significaba que su mitad eran 45-

-Ya veo- respondía enfocando los documentos.

-Y 45 también debían estar en las cuentas de Virginia- alzaba los ojos confundida.

- ¿No están allí? -

-No- la veía beber el té con tranquilidad -Esta es la parte interesante. Andrés nombro como principal benefactora a su esposa Sabrina, la cual se encargó de limpiar sus cuentas y al cabo de 3 años la empresa Lars dejo de producir y tuvo que indemnizar a sus trabajadores para poder cerrar-

- ¿Pudo eso haber afectado las cuentas de Aida? -

-No- respondía con seriedad -Sin embargo, alguien falsifico un documento en el cual se le autorizaba a Sabrina hacer uso de los fondos que Virginia dejo para su hija- apretaba la carpeta sin poder creer lo que escuchaba -Tranquilícese Bandek, estoy solo comenzando- escucho -Virginia planeo tanto el futuro de su hija que incluso tenía fondos para pagar sus estudios universitarios, la chica era una genio por lo que aplico a la universidad más prestigiosa del país y quedo ¿Pero porque no pudo ir? Porque no había plata para pagarla ¿y porque no? Porque Sabrina con ayuda de un contador y muchos abogados importantes logro acceso a esa cuenta dejándolas a cero-