CAPITULO 35.

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No recordaba la última vez que se sintió de esa forma, no podía dejar de sonreír al escuchar las palabras de Helena, las carcajadas de Camila inundaban sus oídos al ver a Helena imitar sus movimientos, pensó en que su mujer estaría muy orgullosa de ella y esa noche celebrarían como solían hacerlo cada que lograban terminar una misión con éxito.

"¡No se descuiden falta uno!" la voz de su mujer fue lo último que logró escuchar antes de sentir un extraño calor invadir su espalda al punto que la obligaban a tambalearse con fuerza, no comprendía porque su cuerpo no reaccionaba a sus movimientos, escuchó otro sonido parecido al anterior pero no tenía las fuerzas suficientes para mover su cabeza y descubrir de que se trataba, todo comenzaba a dar vueltas y pudo sentir como el suelo se acercaba más a su rostro, los gritos de Helena se escuchaban cada vez más lejos, ese suave agarre en su mano no podía ser otra que Camila. Intento llevarse una mano al cuello ya que cada vez le estaba costando más trabajo respirar ¿Qué pasaba? Sentía como la despegaban del suelo con fuerza, pero su cabeza seguía dando vueltas, la luz daba de lleno con su rostro y pudo ver las graciosas pecas en el rostro de Camila quien lloraba y gritaba algo que no lograba entender, desviaba sus ojos enfocando los ojos tormenta, sabía que Helena gritaba porque cada que lo hacía el ceño se le fruncía de forma graciosa, no escuchaba nada, no comprendía nada.

- ¡Andrea no cierres los ojos! ¡Maldita sea! ¡Acelera el puto coche! - La voz de Camila hacía que abriera los ojos de golpe y pudo sentir el extraño liquido subir por su garganta e invadir su boca obligándola a vomitar con fuerza - ¡Ponla de lado! ¡Se está ahogando con su sangre! - las manos de Helena la acomodaban con delicadeza, pero ella no podía moverse y el tener los ojos abiertos se había vuelto todo un desafío.

-Andrea escúchame bien hija de perra, no puedes morir así- escuchaba la voz de Bandek alejarse cada vez más... No... ¿Qué sucedió? ¿Morir? Eso no tenía que terminar de esa forma... El rostro de Vanessa invadía su mente "Gracias... Soy Vanessa" No... esos recuerdos cada vez se volvían más borrosos "Y para siempre, tú y yo hasta el fin del mundo" La promesa que hicieron esa tarde en el ático del orfanato "Acepto..." Vanessa el día de su boda, sonriendo y amándola como siempre "Se llamará Olivia" No...

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- ¡No sé qué hacer! ¡Camila! - desviaba la mirada de una pálida Andrea y la fijaba en Helena quien tenía el rostro empapado de sangre - ¡No despierta! ¡Camila reacciona! - sintió el fuerte golpe en su rostro que la hacía reaccionar al momento.

-No está respirando- decía incorporándose rápidamente -Tenemos que quitarle el traje para ver si la bala salió- no podía controlar los temblores en sus manos, ni en su cuerpo todo se había salido de control -Esto no puede estar pasando-

- ¡Está pasando! - gritaba Helena con dolor y podían ver el asiento del coche manchado con la sangre de Andrea que salía sin parar - ¡Paralo! ¡Camila! - suplicaba su desesperada amiga.

-No sé cómo- podía sentir las lágrimas inundar su visión y su rostro - ¡No sé cómo! ¡Andrea! -

-No, no, no puedo perder a otra ¡No así! - gritaba Helena - ¡Andrea! ¡Tenemos que detener el sangrado! ¡Camila! -

-Si- colocaba su mano sobre la espalda desnuda de Andrea intentando en vano contener el líquido -Intenta despertarla ¡¿Cuánto falta para llegar?!-

- ¡Dos minutos! - gritaba el conductor

-Andrea, cariño- susurraba con la voz cortada mientras veía a Helena darle palmaditas en el rostro -Helena... No siento su pulso-

- ¡No! ¡Encuéntralo! ¡Camila tienes que encontrarlo! - intentaba inútilmente sentir algo en el cuello de Andrea o en su muñeca -Por favor... dime que lo sientes... Andrea...- Helena apretaba fuertemente la mano de su amiga.

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