Alzaban las copas celebrando los nuevos nombramientos de sus compañeros, reía divertida al ver a Tony besar con cariño a Graciela quien se sonrojaba de golpe mientras todos aplaudían y silbaban emocionados. El salón principal estaba a reventar, la música se escuchaba por todas partes mientras le daba un último trago a su copa antes de abandonar el ruidoso salón.
Muchos la llamaban aburrida, tal vez si lo era o simplemente no disfrutaba de igual forma si su novia no estaba presente, suspiraba con pesadez pensando en lo mucho que extrañaba a Vanessa, sabía que se encontraba bien y que hacía cosas muy importantes para el ejército, pero no borraba el hecho de que tenía casi un año de no verla, todos sus compañeros eran reconocidos por los altos generales y nombrados capitanes, comandantes y toda clase de posiciones que nunca serían para ella, siempre era la peor evaluada, la última en todo, la que siempre terminaba lastimada y maltratada, todo eso porque no compartía la idea de todas sus amigas y compañeros, ella no disfrutaba el sufrimiento de los demás, ella jamás sería una Helena y mucho menos una Vielman.
Caminaba en la oscuridad recordando perfectamente el sendero que llevaba al lago, suspiraba con pesadez deseando escuchar la voz de Vanessa, sentir sus manos sobre su rostro, pero más que eso, moría por besarla, decirle lo orgullosa que estaba de ella y lo feliz que se sentía de poder planear un futuro a su lado, se detenía de golpe al escuchar suaves sollozos, se apresuraba para descubrir de quien se trataba y se quedaba en seco al reconocer la delgada silueta a unos pocos metros.
- ¿Vielman? - preguntaba por lo bajo notando como Ellie se sobresaltaba.
-Oh Andrea- la veía limpiarse las lágrimas con disimulo - ¿Ya termino la fiesta? -
-No... Pero ¿Estás bien? - se animaba a preguntar y se acercaba a paso lento a una muy sonrojada Ellie -Hey... ¿Qué sucede? ¿Quieres que busque a Bandek? -
-No... Esa idiota ya debe de estar revolcándose con la comandante de seguridad, mierda... se suponía que no debía decir nada- la veía reírse suavemente -No puedes decir nada-
-Claro que no... Pero esa mujer tiene casi cuarenta años- decía con un hilo de voz lo que provocaba que Ellie soltara una fuerte carcajada.
- ¡Lo se! ¡Pero Helena es tan idiota! - escuchaba - ¿Qué haces aquí? Ven sentémonos-
-Quería tomar un poco de aire...- susurraba acomodándose al lado de Ellie quien sacaba un cigarro y lo encendía con elegancia - ¿Por qué llorabas? -
-Me llamaras idiota- musitaba Ellie sin verla.
-No podría... Estoy segura de que si lo hago terminare con muchas lesiones- bromeaba tomando el cigarro que le extendía.
-Puedo confiar en ti- escuchaba -Y creo que tú podrías ser la única persona en entender cómo me siento en estos momentos-
- ¿De qué hablas? - preguntaba sorprendida -Aún me cuesta entender que exista algo en este mundo que haga llorar a la gran Amellie Vielman- bromeaba por lo bajo.
-Jajajaja no olvides que la rara que nunca llora es Bandek- respondía Ellie divertida -Ni una tan sola lágrima le he visto derramar a esa maldita, no sé cómo lo hace, creo que de tanto tiempo que he pasado con ella, puedo confirmar lo que todos dicen... Es un demonio- ambas reían suavemente.
-Un demonio que sale con una momia- agregaba divertida al recordar el rostro de la comandante de seguridad, la risa de Ellie era lo único que se escuchaba en todo el lugar y debía aceptar que ese momento se sentía demasiado bien.
-Es la primera vez...- escuchaba con tono más serio -Que paso tanto tiempo alejada de Camila... Es tonto que llore por eso, lo sé... Pero la extraño ¿sabes? - sonreía con ternura al ver el sonrojo en las mejillas de Ellie al tiempo que los ojos marrones oscuros se llenaban de lágrimas -Creo que he memorizado cada una de las cartas que me ha enviado... Pero no logró animarme si no la tengo cerca... Yo quiero verla Andrea, quiero verla...- envolvía a Ellie en sus brazos sintiendo los suaves sollozos -En diez años nunca me había separado de ella...-
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Nuestro Tiempo
RomanceAida Lars decide darle un giro a su vida al mudarse a una nueva ciudad, conocerá a muchas personas que le enseñaran que todo puede mejorar si se rodea de las personas correctas, aprenderá a amar y se entregara completamente a esa mujer que ha robado...