Nuestro Tiempo

CAPITULO 31.

Sasha caminaba a paso lento pensando en la mejor forma de tratar a su invitada de honor y hacer que soltara información acerca del grupo del que nadie sabía nada,  estaba convencida que MRLL trabajaba para los corruptos y eran los causantes principales del ataque que se llevó a cabo meses atrás, había muchas cosas que aun luchaba por comprender ¿Qué hacía MRLL en casa de Ronaldo Villafiel? ¿Por qué cuando ella y sus hombres se hicieron presente no encontró a ningún policía con vida? Perdió la cuenta de cuantos miembros de MRLL asesinó ¿Quién era esa mujer que peleo con ella y porque si estuvo a punto de matarla decidido dejar libre a Miguel? ¿Conocida? Llevaba varias noches pensando en miles de cosas, dándole vuelta al mismo asunto una y otra vez, debía llegar al fondo de todo y descubrir de una buena vez que mierdas esta buscando ese grupo.

-Buenos días sol- saludaba emocionada observando a la mujer encadenada de manos y pies -Cuélguenla- ordenaba.

-Si comandante- uno de los hombres que la acompañaba tomaba a la débil mujer y ataba sus manos a las cadenas que colgaban del cielo de la celda.

-Gracias Tom, déjenme sola con ella- ordenaba -No quiero interrupciones de ningún tipo-

-Como usted ordene- lo escuchaba alejarse y él se acercaba a la mujer y lograba quitarle la venda de los ojos.

-Hola-

-Perra de mierda- veía como intentaba acercarse, pero las cadenas se lo impedían.

-No hagas mucho esfuerzo puedes cansarte mucho y lo que mas necesitaras son fuerzas- reía por lo bajo tomando una de las barras de hierro que eran su objeto favorito, todos hablaban cuando sentían el metal hirviendo pegarse a su piel y ella disfrutaba de esos momentos ¿Enferma? Un poco, pensaba -Bien, creo que no hemos tenido el placer de conocernos, soy Sasha Spencer y a partir de ahora mi nombre es lo único que recordaras- se sacaba el saco militar y enrollaba las magas de su blusa.

-Me importa una mierda quien seas, eres igual que el resto de los malditos- escuchaba -Eres un chiste y lo sabes. ¿Quieres que te diga porque MRLL paso oculto tanto tiempo?- se giraba enfocando el rostro enfurecido de la hermosa mujer -Nos temblaban las piernas de miedo al escuchar el apellido Vielman y Bandek Jajajajajaja no te imaginas como nos reímos al saber que la nueva comandante llego a su puesto porque su tío el señor Gustavo Ibarra entrego una donación millonaria al ejército, si maldita de mierda eres un chiste para nosotros, para tus hombres ¡Estas a años luz de llegarle a los talones a Vielman o Bandek! ¡Aaaaah! - escuchaba el grito ensordecedor y las cadenas golpearse con fuerza, no supo si era el tono o lo que esa mujer le dijo que hizo que tomara la barra caliente y la pegara a su costado -Hija... de puta...-

-Estabas hablando demasiado- decía con tono suave -Lo siento, no estaba tan caliente como me gusta, pero sirvió para callarte- colocaba la barra nuevamente en el fuego -Veo que has hecho tu tarea de investigarme ¿eh? - sonreía al ver las lágrimas de dolor -Deberías agradecerme, si Vielman o Bandek estuvieran en mi lugar hace tiempo te hubieran cortado el cuello, según leí amaban cortar cuellos-

-Si ellas estuvieran en tu lugar... Ronaldo Villafiel estaría en el mío- susurraba -No pediré ni suplicaré por mi vida, se por la mirada de mierda que tienes que hace tiempo decidiste matarme, solo te diré que esto que haces... Perseguir a MRLL es un error y será el fin de tu carrera-

- ¿Por qué estas tan segura? -

-No somos los malos- escuchaba -Pero como te dije anteriormente... tu has llegado a esa posición por que te pusieron en ella... No porque lo desearas o porque lucharas por ello ¿Qué sabrá la sobrina de uno de los hombres más ricos del país lo que es necesidad? Me imagino que la niña rica siempre tuvo un plato de comida en su mesa, nunca te hizo falta una mierda... Tú no has visto a familias ser masacradas solo por robarse un trozo de pan, comunidades enteras asesinadas por exigir igualdad de derecho o un simple aumento de sueldo para poder comer aunque sea dos veces al día... Jamás lo entenderás- se giraba enfocando el rostro adolorido y vencido de la mujer que hablaba con el corazón -Ahora que te veo no me das risa... Siento pena por ti ¿Sabes por qué? Porque debe de ser muy difícil para ti hacer que tus hombres confíen en ti cuando tu nunca has pasado por lo que ellos... ¿Has pensado Sasha porque tus antecesores eran tan respetadas por sus escuadrones? - la veía tomar un poco de aire con dificultad -Los antiguos comandantes venían desde lo mas bajo al igual que sus hombres, eran iguales, no tenían ni donde caer muertos y el hecho de que alguien semejante a ellos llegara lejos significaba mucho. Dime... ¿Cuántos de los miembros del escuadrón de Bandek se quedaron contigo? ¿Uno? ¿Dos? - tragaba grueso sin poder creer que esa maldita estuviera tocando hilos en su interior que nadie se atrevía - ¿Y de Vielman? - escuchaba - ¿Lo ves Sasha? -