CAPITULO 12.

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El centro comercial estaba a reventar, al parecer ella y otro millón de personas había dejado las compras navideñas para última hora, para su suerte logro convencer a Helena de acompañarla aun sabiendo que su amiga odiaba los lugares concurridos, tuvo que aceptar que su forma de castigarla había estado un poco exagerada.

-Recuérdame matarte cuando salgamos de este lugar- escucho -En serio Camila, hay personas que solo andan caminando ¿Por qué no se quedan en casa? No le encuentro sentido-

-Déjelas ser, disfrutan de la época- intento tranquilizarla, pero en parte Helena tenía un punto, la mayoría de personas caminaban con lentitud y se detenían para ver la decoración de los diferentes puestos.

-Llevamos horas aquí ¿Cuándo comeremos? - escucho.

-De no ser porque eres muchísimo más alta- dijo -Creería que es Lena quien me acompaña, te compré un café hace una hora Helena, aún faltan regalos- rio un poco al ver el ceño fruncido de Helena -Además, me debes mucho más que una disculpa y lo sabes-

-Tú me deberás más que eso- reía divertida - ¿Puedo ir al coche a dejar estas bolsas? -

-No- ordenaba -Te conozco lo suficientemente bien como para saber que te quedaras dormida en el coche-

-Eso de ser mamá se te da muy mal, pobre de mi sobrina- golpeaba el hombro de Helena quien finalmente sonreía.

- ¿Tu ya tienes tus regalos? Oh, déjame adivinar nos darás cheques- agregaba con molestia.

-Oye ¿Sabes cuantas personas desearían recibir un cheque? Peor si son compradoras compulsivas y locas como tu- ponía los ojos en blanco.

-Al menos dime que el regalo de Aida será especial, eso me tranquilizaría- decía mientras entraban a una tienda de chocolates - ¿Helena? - observo el rostro pensativo y confundido -No, por favor no me digas que pensabas darle un cheque a tu novia-

-No le veo nada de malo- se llevaba una mano a su rostro sin poder creer lo que escuchaba.

-Justo cuando creo que la sensibilidad ha tocado tu puerta me sales con algo así. Helena Bandek ¿Cómo mierda no le darás nada? - enfocaba el rostro de Helena -Peor sabiendo como le gusta la época, créeme que ella y Lena eran las más felices decorando la casa de Vanessa-

-No había pensado en eso- escucho.

-Pues es hora de que lo hagas- pidió una caja de chocolate con menta, recordó que eran los favoritos de Daniela.

Después de visitar otras tiendas, comprar un poco de ropa y regalos para todas las chicas decidió que era momento de dejar de torturar a Helena, le prometió llevarla a comerse una crepa al restaurante francés del centro comercial, andar con Helena era como salir de paseo con Lena.

- ¿Te parece esta mesa? - preguntaba -Es alejada de todo-

-No está mal- la veía quitarse la bufanda y la chaqueta, la mesera llegaba al momento y tomaba su orden -Por Dios, las piernas me matan-

-No es para tanto- decía sonriendo -Ahora que ya saldaste tu deuda conmigo, quería aprovechar este momento para hablarte de algo-

-Si es algo relacionado con esa audiencia de mierda, no quiero saber nada- soltaba con molestia -Déjame disfrutar este mes, aunque sea-

-No tiene que ver con eso- interrumpía -Y más vale que no me hagas recordar-

-Bueno- la mesera llegaba con su orden y no podía evitar sonreír de ternura al notar la emoción en el rostro de Helena al ver la enorme crepa de Nutella -Mira el tamaño de esta cosa-

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